La Importancia De Plantearse Un Proyecto De Vida
Todas las personas contamos con sueños y deseos. Sin embargo, muchas veces se presentan obstáculos o problemas que interrumpen nuestro camino. No siempre es posible alcanzar el futuro que de niños teníamos en mente, pero siempre debemos intentarlo. La clave consiste en ponerse metas y objetivos concretos, mediante los cuales sea más fácil conseguir resultados que nos motiven a seguir adelante. En esto se basa el plantearse un proyecto de vida, un concepto que debe ser entendido y practicado desde edades tempranas.
Tanto en los centros educativos como en el hogar es necesario hablar con los menores de edad para hacerles entender que su futuro depende de las decisiones que tomen en el presente. Esta comprensión será de gran ayuda para que no caigan en conductas o situaciones que pongan en riesgo su seguridad y estabilidad emocional, impidiendo que puedan desarrollarse correctamente y afectando las posibles oportunidades que vayan a presentarse.
En el caso de la juventud, se trata de una etapa que conlleva grandes cambios, donde la forma de pensar de los adolescentes suele entrar en conflicto con el entorno de los adultos y sus reglas. Empiezan a cuestionar las convenciones sociales y lo que es considerado correcto, buscando imitar estereotipos que aparecen en los medios de comunicación, o adoptando una actitud rebelde en contra del sistema.
Plantearse un proyecto de vida puede brindar una serie de ventajas. Entre ellas cabe mencionar el aprender a identificar los recursos que tenemos a nuestra disposición, de este modo sabremos valorarlos como es debido. En caso contrario, muchas veces no tendremos la opción de recuperarlos, y habremos perdido algo importante que nos hubiera ayudado a alcanzar un objetivo que teníamos en mente. Este es el caso de los estudiantes que abandonan sus estudios por intereses poco relevantes a largo plazo, y que luego se arrepienten y deben invertir más tiempo del necesario.
De este modo, un proyecto de vida permite delimitar metas claras y racionales, pudiendo servir como guía para el comportamiento. Esto debe estar acompañado de estrategias que faciliten la organización de prioridades, con el fin de planear cada día para sacarle el máximo provecho. Como resultado, será inevitable que desarrollemos una mejor capacidad de análisis, que podremos aplicar en todo tipo de situaciones.
Finalmente, solo queda decir que un proyecto de vida es comparable con un libro que estamos escribiendo. Será posible agregar nuevas metas y objetivos, modificando o descartando alguno que consideremos ha perdido importancia, pero siempre enriqueciendo su contenido para darle sentido a nuestra existencia y tener la motivación para superar los problemas y dificultades que se presenten.