La Importancia De Una Buena Relación Entre Docente-alumno
Los centros educativos están formados principalmente por el cuerpo docente, los cuales están encargados de llevar a la práctica los procesos de enseñanza- aprendizaje hacia la formación y evolución de los distintos estados que conforman la relación entre maestro-alumno, sin embargo, la sociedad ha plasmado que la escuela va más allá de ser una institución educativa, ya que no solo se busca que la institución forje la educación, sino que además enseñe a los alumnos para la vida y los prepare para los futuros conflictos que se pudieran presentar en su vida profesional. Es por eso que este contexto tiene como finalidad la creación de relaciones sociales entre docentes y estudiantes, los cuales tienen el objetivo de crear un ambiente simbólico que sea capaz de mostrarse como una sola unidad dentro de la institución.
Cotera (2003) citado en: (García-Rangel, García Rangel, & Reyes Angulo, 2014) señala que:
Es difícil poder enseñar cuando no hay una buena relación maestro-alumno, ya que si ésta no se da, el lograr el éxito en la enseñanza aprendizaje será muy difícil.
Cuando los docentes y la misma institución no llevan a cabo las correctas practicas académicas, surgen aspectos relacionados con conflictos entre los participantes como: malos entendidos, una mala atención, en pocas palabras un territorio hostil. Es así como una disposición negativa por parte de los docentes repercute indudablemente en el compromiso que los sujetos que conforman el ambiente estudiantil dispondrán a sus actividades académicas, en ese escenario se llevarían a cabo prácticas que carecerían de honestidad, atención y participación. En el artículo de (Ferrada Rau, 2014) cita a Bornad Araya (2011), el cual afirma que el objetivo de identificar y conocer la perspectiva de los estudiantes, sobre la manera en la que relacionan con sus docentes, ofrece la oportunidad de reformar la participación de la comunidad educativa a la búsqueda de soluciones de conflictos en el aula.
Todas las instituciones deberían de considerar la relación entre los docentes y sus alumnos como la fuente más importante para el aprendizaje, sin embargo, hoy en día las escuelas están más centrados en los promedios y el prestigio de la misma, que dejan de lado el clima socioemocional que favorece a los estudiantes. En dicho clima surge la convivencia entre docente-alumno anteriormente mencionada. Lo anterior hace constatar que la convivencia se encuentra ligada al ambiente educativo en el que se lleva a cabo el proceso de enseñanza-aprendizaje, puesto que las relaciones entre docente y alumno se relacionan con la manera de llevar correctamente la práctica educativa, es decir, la forma en la que los profesores tienen que dirigirse a sus alumnos y como es que promueven la participación activa hacia nuevas relaciones sociales y no solo como receptores de la misma.
Flandes (1977) citado en: (García-Rangel, García Rangel, & Reyes Angulo, 2014) señala que:
El docente en su práctica cotidiana dentro del aula, tiene mayor grado de participación que todos sus alumnos en su conjunto y que este fenómeno se presenta en todos los niveles educativos, es decir, desde el nivel preescolar hasta la universidad. Además, señala, que más de las dos terceras partes de las interrogantes que fórmula el maestro, son preguntas dirigidas a una respuesta; los maestros no toman en cuenta las ideas y las opiniones de sus alumnos; los alumnos al preguntar generalmente lo hacen nada más para aclarar algo o para que se les repita el cuestionamiento y no para exponer una argumentación propia.
Según Coll y Miras (1993), citados en el artículo de (Covarrubias Papahiu & Piña Robledo, La interacción maestro-alumno y su relación con el aprendizaje, 2004) señalan que:
‘’Los estudiantes no cuentan con la suficiente información sobre la planeación educativa y quizá la evaluación, ya que en la mayoría de las situaciones se habla del alumno solo como el sujeto de aprendizaje, dichos aspectos emergen muy probablemente por el miedo que existe en expresar ideas erróneas y ser juzgados por los profesores; Debido a esto se concibe que las construcciones del alumno son también un elemento mediador de primera importancia entre la influencia educativa que ejerce el profesor, los contenidos u objetos escolares, y los resultados en el aprendizaje’’.
De esta manera, se entiende que al tener una mala relación entre docente y alumno, repercute en representación negativa, que posteriormente se vería reflejado en una mala interacción en el aula. Por otro lado, La (Secretaría de Educación Pública , 2012) busca que sus nuevos programas se centren en el estudiante y de esta manera sea posible crear un aprendizaje significativo a través de un concepto constructivista y sociocultural, a pesar de ello, solo continúan basándose en los procesos de enseñanza, en que tanto sabe un alumno y cuáles son sus deficiencias escolares; para que realmente exista un cambio en la relación de la comunidad escolar no debe perderse de vista que la práctica educativa implica una actividad interpersonal y que cada uno de los actores que participan cuentan con su propia perspectiva en función del comportamiento del otro, la cual repercutirá en la suya.