La Incidencia Del Conflicto Armado En El Proceso De Paz

En el presente escrito, se enunciará la incidencia del conflicto armando en el proceso de paz, desde la óptica de la justicia transicional y la reparación. Dado que, es de vital relevancia conocer cada uno de los aspectos tanto positivos como negativos que han dejado huellas en la historia Colombiana. Por medio de este texto informar a la población el impacto que este ha generado al desarrollo del país. Y así promover a una comunidad a cambios y evoluciones que son esenciales para la construcción de un pensamiento diferente. A su vez, que se introduzca en una lectura placida y productiva que le permita identificarse con todo esta situación se da en Colombia. Por tanto, concientizar que es fundamental un acuerdo e interés entre los actores que participan que en este caso son las instituciones, el Estado y los ciudadanos. La finalidad principal es brindar información de la realidad existente y como afecta desfavorablemente crecimiento y la evolución de nuevos procesos. Tal como, es la incertidumbre, las esperanzas rotas, daños irreversibles, desunión, secuelas, la impunidad entre otros. Pero, sobre todo reconocer los costos políticos, económicos y sociales que deben superarse para la consecución de una paz legítima y estable. Al mismo tiempo, establecer mecanismos que garanticen la convivencia y un apaciguamiento que posibilite la reedificación de del tejido social. Por ende, un posible acuerdo de paz brindará una esperanza para la edificación de nuevas políticas sociales y con esto se les de la importancia que merece. Donde se combata contra la pobreza, corrupción, desigualdad, intolerancia y un sin número de factores destructivos por el desinterés del gobierno y la ciudadanía. Hay que sensibilizar que es crucial la incorporación de aspectos y programas psicológicos y sociales en el rediseño de las políticas de desarrollo que permitan la inclusión y transformación de las zonas afectadas donde se convierta en oportunidades de reconciliación que posibiliten la igualdad. Promover a la cultura ciudadana en todos sus aspectos que contribuyan principalmente al respeto del uno por el otro, la tolerancia en la convivencia, el perdón e integración armonizada.

Durante los últimos tiempos Colombia ha sido el epicentro de guerras civiles largas difíciles e intermitente, pero ante todo política. Esta ha sido inclemente y descomunal con la comunidad. No, es un tema nuevo en el país ni en el mundo, por ese motivo las acentuadas tendencias hacia la exclusión política y económica de la mayoría de la población colombiana han sido cuna de inmensos actos de resistencia civil. Más que afecciones físicas y psicológicas, ha originado mucha incertidumbre e indiferencia por parte de toda la población. Pesé que es un país muy rico, en una diversidad de aspectos positivos, que no son aprovechados o utilizado de una manera correcta. Por el contrario la codicia, el egoísmo y la primacía de intereses particulares han llevado a un completo caos, trayendo como consecuencia la corrupción e injusticia. Po esta razón, cabe destacar que la paz, es elemento esencial dentro de esta, ya que representa los sueños e ilusiones que tiene los mil millones de colombianos. Debido a esto, el objetivo del texto es buscar el interés de cada uno de los lectores y sobre todo recalcar que la paz y la participación ciudadana dan pasó a la armonía que tanto se necesita. Específicamente se tocarán asuntos como los daños irreversibles a la población Colombiana, las posturas divergentes que han surgido, las esperanzas, la paz como terminación del conflicto armado, de igual forma la incertidumbre y el papel que juega la justicia transicional y la reparación. Estos elementos revisten una gran importancia para la construcción de un futuro pacífico basado en una sociedad inclusiva y tolerante, que no olvide el pasado ni las consecuencias de cincuenta años de conflicto armado, pero que sea capaz de superarlas y de utilizar los medios históricos para construir un futuro diferente.

El concepto más relevante en el texto, del cual se ha hablará durante todo el escrito y qué es imprescindible conocer es la paz. Etimológicamente proviene del latín pax y significa un período de estabilidad, o sea un gobierno sin guerra entre naciones. Es decir, esta permite mantener el equilibrio y constancia para ir en pro de la armonía colectiva. Así mismo, sirve para vivir en una sociedad más tranquila, un país unido donde prevalezca los derechos y obligaciones con el fin de consolidar un verdadero Estado social de derecho. A su vez, es un proceso que va encaminado hacia la construcción, reconciliación, el perdón de cada parte afectada. Es por ello, que cabe resaltar aspectos fundamentales como, la dignidad humana, la restauración, unión, reparación, esperanza para así construir un país con bases sólidas de una sociedad más justa y solidaria.

La violencia en Colombia, ha sido una problemática por más de 50 años y ha traído secuelas devastadoras. Puesto que, ha hecho que la población dude acerca de las medidas contra esto. La razón es, que se encuentra una negligencia por parte del Estado, el cual se halla inmerso en una corrupción, de verdades veladas, de caos, situaciones las cuales obligan a dudar del papel que realmente debe jugar éste. Si bien es cierto, se habla de la implementación de justicia transicional, que busca la reivindicación de los derechos de las víctimas y un cambio social. Es evidente que todo se resume a esto, que la desconfianza y descontento es lo que se siente, que estamos en una pandemia de abusos, delitos y muchísimos defectos que cada día van creciendo más. Por esta razón, se creó algo completamente independiente que es la JEP (Jurisdicción especial para la Paz) para reparar, ejercer justicia transicional, y la no repetición de estos actos repudiables, que marco todo el conflicto armado. La cual debe ser la protectora de las víctimas y la juzgadora de estos actores. Sin embargo, esta ha estado en el ojo del huracán, puesto que, se ha visto poca eficiencia en la resolución de problemas. Por el contrario, ha sido el mecanismo a favor de los criminales, ese refugio para evadir la responsabilidad de su actuar, entonces pone en duda la legitimidad de esta. Además, la mirada que se evidencia por parte del Estado es la negación de lo ineficaz que son sus medidas y la indolencia total hacia el pueblo. En efecto esta problemática seguirá afectando debido que, las cifras de desigualdad social crecen y conlleva al flagelo de los derechos constitucionales.

Igualmente, la incertidumbre del pueblo colombiano dificulta la construcción de la paz e implementación real de justicia. Algunos psicólogos señalan que los horrores de la guerra han dejado diversas afecciones a la sociedad, puesto que esta problemática ha llevado a las víctimas y no víctimas a dudar, a la inseguridad, el desosiego, el recelo, con respecto a las acciones del gobierno con lo que compete a la reparación y construcción social. La nación, sin duda alguna tiene poca credibilidad a la eficacia de la resolución que han dejado los daños de la coacción. Las consecuencias son catastróficas, cosa que se ilustra en la victimización y las responsabilidades por los impactos del conflicto. Aunque son múltiples, desiguales y diferenciados se imputan al sistema imperante y particularmente de los gobernantes, dado que en él se condensa el poder de clase y organización de las relaciones que predominan en la sociedad. Son muchas las razones por las cuales persiste esa duda, pero la paz y el fin de esto, implica cambios, sacrificios, efectividad para el desarrollo socioemocional de Colombia.

Por este motivo, un proceso de paz real trazaría nuevas esperanzas a Colombia y las garantías de una democracia. Debido que, la población ya se encuentra cansada de tantas injusticias y crimines que manchan lo que realmente se aspira que sea una sociedad. Es por eso, que se anhela un legítimo resarcimiento del pueblo. Y que mejor forma que a través del proceso de paz y no tanto esto sino que refleje la verdad y la reparación. Ya que, esto es necesario para dar fin a tanta impunidad y atropello. Así mismo, porque resulta esencial un cambio, la indemnización de las víctimas, donde se garantice más confianza y seguridad, a cada uno de los ciudadanos. Por lo tanto, esto implicará vivir un poco sin miedo, sin zozobra, ni armas, y esto da paso a una vida más digna para todos. Además, porque genera prosperidad, dándose un ascenso en todos los sentidos. Así mismo, se dan nuevas posibilidades de ascender a nivel social, educativo, cultural, pero sobre todo recuperar la tranquilidad y confianza que se fue arrebatada por la subordinación de los más violentos. Así se puede cimentar un Estado ideal con justicia transicional y restaurativa. Así como, lo expresa Lederach donde afirma que una paz positiva se da a través de unas garantías por parte del Estado en lo que concierne a nuestras necesidades básicas y que esto implica una atención y reparación. (Lederach, 2000, p.32).A partir de lo anterior, resulta relevante que la paz esté en pro de los intereses generales del pueblo y tenga como fines esenciales promover y garantizar la efectividad de los derechos fundamentales. Tales como la educación, vida digna, libre expresión entre otros. Puesto que, la cimentación de un acuerdo auténtico lleva consigo el alejamiento de agresión y se fundamenta en algo positivo como es la justicia y armonía, donde logre superarse el apetito de individualismo y codicia para dar paso a un progreso común. Por otro lado, siguiendo a Ramos, manifiesta que la paz transformadora ( y participativa) permite generar una relación entre la paz, la convivencia y necesidades humanas, dándose una oportunidad de vencer la obstrucción de la práctica de la paz y el conflicto ( Ramos, 2015, p 47). Por esa razón se hace necesario que esta acabe con todo lo que pueda perturbar a la sociedad, para que se de resolución a cada problema, dando como resultado una convivencia pacífica y se dé un orden justo. Puesto que, se emprenden transformaciones en los sistemas sociales, económicos y políticos, orientados a la cristalización de modelos de convivencia de vida digna. La paz como transformación es la necesidad de hacer partícipe a la población en la construcción de propuestas con las que contribuya al bienestar y a la gestión de conflictos. Todos podemos ser actores activos de cambios, donde cada uno manifiesta su punto de vista, dando origen a un proceso dinámico, que implica diversidad de retos, donde busca alcanzar una instauración de fraternidad.