La Influencia De La Prensa Escrita En La Representación De La Mujer Limeña Actual
En 2018 se registraron 150 feminicidios a nivel nacional según el Instituto Nacional de Estadística e informática (INEI). El feminicidio, de acuerdo con la Real Academia Española (RAE) es el asesinato de una mujer a manos de un hombre por machismo o misoginia; sin embargo, aunque esta es la etapa final de una serie de actos de violencia contra la mujer que se sufren día a día, se entiende como violencia contra la mujer no solamente a estas agresiones físicas sino también a las agresiones psicológicas y simbólicas. Dichas agresiones son respaldadas por una sociedad que naturaliza comportamientos machistas y de jerarquización, las cuales se ven representadas, entre otras, en los medios de comunicación. Los medios de comunicación, como lo son los periódicos, al ser consumido por una gran mayoría de la población peruana, constituyen un medio capaz de influir en la sociedad actual negativa o positivamente. Al respecto, Considero que la representación de la mujer en la prensa escrita fomenta su cosificación y estatus de vulnerabilidad en la sociedad peruana.
Los medios de comunicación deben ser constantemente actualizados acorde con el contexto sociocultural en el que se desarrollan. Desde la creación de los periódicos peruanos difundidos, tales como el mercurio peruano, se crea también una forma de difundir la manera en la que la sociedad es percibida y qué es lo “normal” o “tradicional y “estandarizado”. Sin embargo, los constructos sociales pueden cambiar y ser modificados ya que no son estructuras estables, lo que significa que lo que era considerado “estándar” en un época puede que ya no lo sea más; un ejemplo de esto es la inclusión de las mujeres en la narrativa periodística, primero en las noticias y encabezados con la primera ola feminista del siglo XVIII y más adelante con la incorporación de editoras y periodistas mujeres. Los periódicos son medios de comunicación que se deben actualizar diariamente ya que “Con discursos e imágenes, los medios representan a las personas y las relaciones entre ellas. Así como son capaces de instalar ideas acordes con las transformaciones que se operan en la realidad, también pueden reforzar imágenes tradicionales y roles estereotipados de cada quien”. Así pues, estos pueden influenciar la manera en la que nos percibimos y percibimos a los demás, ya sea esta de una manera positiva o negativa. Actualmente la prensa escrita denota, en nuestro contexto, que este medio cumple todavía una función de estatus de jerarquización y de diferenciación de roles ya que se continua con una perspectiva basada en los intereses masculinos en un contexto social en el que se intenta presentar a la mujer y al hombre como seres en condiciones de igualdad.
Los medios de comunicación escritos deben dejar de representar a la mujer desde una perspectiva androcéntrica. El androcentrismo, según la Real Academia Española (RAE) es “la visión del mundo y de las relaciones sociales centrada en el punto de vista masculino”. Los medios de comunicación influyen en la vida diaria de miles de ciudadanos limeños ya que moldean la opinión pública al construir las noticias diarias y las secciones de interés en sus periódicos. Cada sección con un público específico en mente al que satisfacer, por lo que este proceso implica el incluir y excluir cierta información de la realidad y, además implica el jerarquizar ciertos hechos, acontecimientos, imágenes, etc. dependiendo del público consumidor al que se esté enfocando. Los medios de comunicación escritos tienen un alcance semanal del 78% en la población limeña según informes de la compañía peruana de estudios de mercados y opinión pública (CPI) de marzo 2017. Representando los hombres el 52.8% de este alcance semanal, son ellos pues el público al que los periódicos están enfocados en satisfacer, olvidándose así de la objetividad que un periódico informativo debe representar e incurriendo en el uso comercial de imágenes que llamen la atención y morbo de este público sin importar el incurrir en la denigración de la imagen de la mujer. Un ejemplo claro de este tipo de marketing es la creación de secciones en los periódicos dedicados específicamente para el morbo visual masculino; entre estos destaca “las malcriadas del trome” que aunque no es el único ejemplo, sí es el más conocido ya que el periódico “trome” cuenta con un popularidad que sobrepasa, en lima, a los demás periódicos con un 52.7% de alcance semanal convirtiéndolo así en el periódico más leído en Lima metropolitana.
La representación estereotipada de la mujer en los medios de comunicación escritos va en contra de la formación moral, cultural y educacional del Perú. La representación estereotipada y naturalizada pone en peligro el desarrollo social ya que presenta a la mujer, en específico, como un ser desproporcionalmente inferior. Los periódicos como el “trome” antes mencionado mantienen el orden jerárquico de desigualdad y fomentan los estereotipos de cosificiación que denigran a la mujer. Se deriva cosificación del verbo cosificar, entendido según la Real Academia Española (RAE) como el “reducir a condición de cosa a una persona”. De este modo, la sección “las malcriadas del trome” reduce a la mujer a un objeto sexual, de consumo, utilizada en muchos casos en una campaña de marketing para atraer a la población masculina y no se la reconoce como la persona autónoma que es. Los medios de comunicación sociales, tales como los escritos, deben colaborar con el estado en la educación y en la formación moral y cultural según el artículo 14 de la constitución. Así como trome representa el impacto negativo que pueden tener los periódicos en la representación de la mujer en la sociedad peruana, Perú21 representa el impacto positivo de estos. Perú21 con su sección “Mujer21” representa a la mujer como persona autónoma con desafíos, logros y luchas en la sociedad peruana moderna, este es el ejemplo perfecto de que un periódico informativo puede y debe cambiar y actualizarse según el contexto sociocultural lo indique. Antes de ser “Mujer21”, esta sección era llamada “Chica21” lugar en donde eran publicadas también imágenes de mujeres con poca ropa y en posiciones provocativas; sin embargo, los editores de Perú21, en el 2016 y luego de 14 años de publicar esta sección decidieron reemplazarla debido a un incremento en la taza de feminicidios y porque en este año se generaron múltiples campañas que buscaban concientizar y sensibilizar a la población. De esta manera, Perú21 contribuyó en favor a la equidad de la formación moral y cultural de la población peruana.
Algunas personas consideran que los artículos como “las malcriadas del trome” no implica el denigrar a la mujer ni el cosificarla y simplemente están ejerciendo el derecho de libertad de expresión. Sin embargo, esto es errado ya que aunque la prensa escrita cuenta con la libertad de información y expresión que la constitución respalda en los medios de comunicación, también se debe aclarar que con los derechos se adquieren ciertas responsabilidades; tales como “el respeto a la dignidad humana que se establecen en los códigos de ética propia. Dentro de este código se especifica que no se representará a la figura humana, en especial el de la mujer y el menor, en situaciones indecorosas, deshonestas o agraviantes.”. Ya que atenta contra la condición humana de la persona en cuestión. Por lo tanto, y ya que los derechos de uno acaban donde comienzan el del otro, esta representación de las mujeres sí incurre en el denigrar de la mujer.
En conclusión, La representación de la mujer en la prensa escrita fomenta su cosificación en la sociedad actual, ya que esta representación es creada desde una perspectiva androcéntrica, que no ha sido actualizada acorde al contexto sociocultural actual en el que se desenvuelve y, por ende atenta contra la formación moral, cultural y educacional del Perú. Recordemos que la mujer ha luchado cultural, política y socialmente para poder tener los derechos y deberes con los que cuenta hoy en día. Es necesario recalcar que lo ha logrado todo esto a pesar de los estereotipos, prejuicios e intolerancia que ha tenido que vivir con cada ola del feminismo. A pesar de que la brecha de desigualdades es menor que años anteriores, aún existe un largo camino por recorrer para lograr la igualdad de género en cada aspecto que existe (social, cultural, político, económico, etc.)
