La Influencia De La Televisión En El Deporte
Actualmente, es probable que todos tengamos algún grado de conciencia sobre el impacto de los medios de comunicación en la sociedad. El universo deportivo está lejos de ser una excepción y, año tras año, observamos la creciente influencia de las redes sociales y la televisión en el deporte.
Al hablar sobre la penetración de estos medios, no nos referimos solo a la acelerada difusión de competiciones y noticias deportivas. Sino también sobre la vida personal y profesional del mismo deportista, sus metas y las proyecciones respecto a su carrera.
Basta con echar un vistazo a un programa televisivo o un sitio web para percibir el altísimo grado de exposición al cual se someten varios deportistas. Principalmente si hablamos de disciplinas como el fútbol o el boxeo, cuyos profesionales llegan a convertirse en celebridades.
Medios de comunicación y la democratización del acceso al deporte
Así mismo, es evidente que el impacto de la televisión en el deporte no ha sido únicamente negativo. Todo lo contrario: la popularización del acceso a esta tecnología ha permitido que, por primera vez, millones de personas asistieran a un espectáculo deportivo. Sin importar si se encontraban del otro lado del globo…
Varios años más tarde, un fenómeno similar (pero mucho más radical) se ha disparado con la globalización del acceso a Internet. Y la relación del espectador/aficionado con el deporte cambiaría para siempre tras la creación de las redes sociales.
Por primera vez en la historia, es posible que una persona, desde cualquier punto del planeta, participe e interactúe en tiempo real con otros usuarios y empresas.
Las transmisiones deportivas han dejado de ser sobre un emisor activo que narra un evento para un receptor pasivo. Actualmente, a través de las redes sociales y plataformas en línea, esta relación es mucho más horizontal.
Mientras un evento ocurre y se transmite en directo, los espectadores pueden comentarlo libremente, intercambiar opiniones e incluso criticar la transmisión oficial.
Democratizar para fomentar el deporte sin barreras
La democratización impulsada por la penetración de los medios digitales y la televisión en el deporte, va más allá de acompañar transmisiones en vivo e interactivas. Se trata de permitir que miles de jóvenes puedan tener contacto con modalidades deportivas que, quizás, no estén difundidas en su ciudad.
Democratizar el deporte significa colocar la práctica deportiva al alcance de toda la populación. Como poderosos vehículos de difusión, la televisión y el Internet pueden ayudar a superar las barreras sociales, geográficas y socioeconómicas que separan el deporte de su verdadera democratización.
Se trataría de impulsar que se generen las bases necesarias para que todos los ciudadanos tengan la posibilidad de practicar actividades físicas. De la misma forma los jóvenes deben poder dedicarse profesionalmente al deporte, recibiendo el correspondiente apoyo del Estado en su formación.
Este mismo poder y alcance resultan muy útiles para impulsar la investigación oficial de denuncias en el ámbito deportivo. En este sentido, no faltan ejemplos de casos de corrupción que salieron a la luz gracias a la intervención de los medios de comunicación.
Redes sociales y televisión en el deporte: ¿cuándo la influencia empieza a ser peligrosa?
No obstante, es imposible ignorar que la influencia de la televisión en el deporte también ha generado efectos peligrosos. Principalmente si nos enfocamos en el asedio exagerado de los medios y la incorporación del deporte en el llamado “periodismo del espectáculo”.
No hablamos solo de los escándalos sobre la vida personal de los deportistas, que poco aportan para el desarrollo del deporte. Sino respecto a los parámetros de éxito y superación que pueden conllevar a consecuencias brutales en la salud física y psicológica de cualquier persona.
Todos nosotros podemos ser afectados física y emocionalmente afectados por la imposición de estándares sobre nuestra vida y nuestros cuerpos. De hecho, la televisión y los medios digitales aún intentan motivarnos a perseguir ideales de estética, familia, felicidad, realización profesional y sentimental, etc.
El principal problema es que, para muchos de nosotros, estos estándares resultan inalcanzables. E intentar alcanzarlos “a toda costa” puede llevar nuestro organismo y nuestra mente a un colapso. Sin un gramo de exageración.
Cuidemos a los deportistas, a todos nosotros
Lo mismo ocurre con los deportistas, que practican actividades con un altísimo grado de exigencia física y psicológica. Y, además, viven con la presión cotidiana de saber que están ‘condenados’ a una carrera corta. Pero la diferencia es que todo lo relativo a sus vidas gana un alcance masivo, gracias a la influencia de la televisión en el deporte.
Los ‘fracasos’ de los deportistas de élite toman dimensiones internacionales y sus acciones son juzgadas por millones de personas. Y todos nos sentimos en el derecho a opinar sobre su vida personal, solo por leer o escuchar una noticia. Cuando hablamos así, queda claro lo crueles que podemos ser los aficionados por el deporte.
Por supuesto, gran parte de esta responsabilidad cabe a los clubes y a los organismos deportivos. Pero nosotros también, como apasionados por el deporte, permitamos que cada atleta pueda desarrollar su máximo potencial. Sin atarlos a un juicio premeditado mediáticamente.