La Influencia De San Agustin En La Filosofía
El autor de este texto es Agustín de Hipona (354-430), pertenece a Obras de San Agustín, “Sermón 43” 4. Fue un filósofo medieval que estableció la relación entre fe y razón sirviéndose de la patrística y tomando como modelo el neoplatonismo. San Agustín desarrolla el tema de los dos tipos de conocimiento que complementan a la fe en el texto, el conocimiento sensible y el racional, de los que hablaré en el ensayo. Para comprender su filosofía y el tema central del texto, expondré principalmente la influencia de Platón con el neoplatonismo, el cristianismo,el helenismo con Cicerón y a la patrística. Todo ello lo relacionaré con el texto y para concluir, haré una reflexión crítica sobre su filosofía y su influencia.
En el siglo IV, el Imperio romano entra en decadencia y en crisis. Con el edicto de Milán en 313 el cristianismo empieza a cobrar importancia ya que deja de ser condenado. La aparición del helenismo hace que se cree una relación práctica entre filosofía y cristianismo cuyo tema central es Dios. Dentro de él surgieron el estoicismo, epicureísmo, escepticismo y tras la filosofía de Platón nace el neoplatonismo con Plotino (203-262). Hace una interpretación de la filosofía platónica conservando la figura de un ser que eterno que crea el mundo de las ideas y el mundo sensible. Todas estas corrientes que formaban parte del helenismo junto con Cicerón, que concilió el neoplatonismo y el cristianismo, tenían como fin la felicidad y hacían una crítica al escepticismo.De esta manera se iniciará el camino al cristianismo filosófico que fue fuente de gran influencia en San Agustín en sus inicios.
El cristianismo (rama del judaísmo) era una religión teocentrista, por lo que su centro era Dios y subordinaba la razón a la fe. La iglesia era el centro de poder y la base fundamental de la sociedad en aquella época. Su objetivo era la comprensión de las revelaciones recogidas en las Santas Escrituras y la comprensión del dogma cristiano (a través de la fe dada por Dios y ayudada de la razón): la Santa Trinidad. Dios es Padre, Hijo y Espíritu Santo. San Agustín defendía la teoría del creacionismo por la que Dios crea el mundo partiendo de la nada, al igual que Platón con el Demiurgo o el “nous” de Anaximandro que regía el universo. San Agustín defendía que Dios había creado a los seres humanos y debido a esto todo nuestro conocimiento es verdadero.
La fe y la razón constituirán su tema central. San Agustín en el campo del conocimiento, defendía que la fe se obtenía por revelación divina, establece una comparación con Platón y su mito de la caverna. Dios es la iluminación divina que nos permite acercarnos al conocimiento (iluminismo) y las ideas abandonan el mundo de las ideas de Platón y pasan a pertenecer a la figura de Dios. Mediante su método del conocimiento estas dos partes colaboran conjuntamente y una depende de la otra, la filosofía era la sierva de la religión. A diferencia, Santo Tomás (1224-1274) defendía que la fe y la razón eran autónomas pero en ambos en caso de contradicción, lo verdadero será la fe ya que esta es creación divina.
San Agustín consideraba que los hombres que obran incorrectamente no lo hacen debido a Dios porque Dios es perfecto, sino que es resultado de la carencia o privación de bien dependiente del ser humano. A esto se le llamará optimismo metafísico agustiniano que se opondrá al maniqueísmo que mostraba la existencia del bien y el mal. La razón y la fe son ámbitos complementarios que nos ha dotado Dios “Comprende para creer, cree para comprender” aunque la fe siempre constituirá el papel dominante.
Con la patrística, el neoplatonismo sigue gozando de gran relevancia. La patrística (s. I-V) que se servía de la filosofía para reforzar la teología, se basaba en los Padres de la Iglesia, seguía la corriente del neoplatonismo. Fueron defensores de la fe por encima de la razón y se encargaban de eliminar a las herejías y a los movimientos que ponían a la Iglesia en una situación peligrosa. Máximo representante fue Plotino (205-270), concebía a Dios (Uno) como un como creador y la existencia de dos mundos. Influencia de Platón sería también la separación entre cuerpo y alma.
Agustín diferenciaba niveles de conocimiento de raíz platónica. Las sensaciones, el ratio inferior (mediante el juicio de los objetos corpóreos) y el ratio superior (mediante la sabiduría y contemplación de las ideas eternas sin las sensaciones a través de la fe y la iluminación reflexiva de Dios). La concepción del tiempo griega, circular con una divinidad ordenadora, era diferente de la cristiana, Dios eterno creaba el tiempo, el mundo y la materia. La concepción era lineal. San Agustín sostenía que en su política que existen dos ciudades, la ciudad de Dios y la ciudad terrenal. En la primera se encuentran los que aman a Dios y en la segunda los seres humanos los que dejan el amor de Dios a un lado.
El conocimiento, a la luz del texto, puede ser sensible y racional. El segundo se diferencia del primero porque sólo lo poseen los seres humanos, compuestos por alma e inteligencia también. Este nos ha sido concedido por Dios o artífice. Dicho conocimiento y entendimiento sólo es poseído por los seres humanos y los ángeles mientras que el conocimiento sensible lo tienen los animales. El sensible se capta a través de los sentidos y el racional a través de la razón e inteligencia como dice San Agustín en el texto.
Para San Agustín lo que nos diferencia de los animales es nuestra capacidad de raciocinio aunque esta va después de la fe divina, que todos los seres humanos teníamos y era concedida por Dios. Para entender, según Agustín y el cristianismo, había que creer primero en la fe ya que hay conceptos que no pueden ser explicados racionalmente como la Santa Trinidad. En cambio, el monje San Anselmo de Canterbury (1034-1109), padre de la escolástica, prueba racionalmente la existencia de Dios defendida mediante los argumentos ontológicos.
San Agustín abogaba por la justicia divina en la que primaba Jesucristo como profeta enviado de Dios. Por último, el filósofo hace una llamada a los filósofos previos que transmitían sus conocimientos a través de la poesía y pensaba que los conocimientos, aparte de obtenerlos mediante la razón, nos venían dados por Dios y eran verdaderos e inmutables como las ideas de Platón.
En conclusión, la filosofía agustiniana concedió gran importancia a la fe seguida de la razón. San Agustín se sirve y da lugar a ideas platónicas y neoplatónicas a través autores como Plotino (203-262). Su pensamiento da un vuelco a la filosofía que hace que cobre gran importancia el cristianismo y la figura de Dios. Mediante el helenismo, el iluminismo, el creacionismo y la patrística, pone en conjunto religión y filosofía haciendo que esta sea de gran estima para los filósofos y religiosos. En San Agustín los seres humanos habíamos sido creados por Dios, dotados de fe, razón y conocimiento racional. Ambas partes partían de la idea de bien y nunca podían ser erróneas debido a su creación y perfección del creador. El otro componente de origen platónico de nuestro ser era el cuerpo material.
Por ende, todas las corrientes de las que se basó San Agustín, le sirvieron para realizar una filosofía centrada en la fe y la razón que servirá de inspiración para Santo Tomás (1224-1274), aunque este concederá más autonomía a cada una de las partes y será influido por los textos aristotélicos traducidos por Avicena (908-1037). En ambos autores sus filosofías estaban articuladas por Dios. Para finalizar, San Agustín fue un filósofo que estableció el problema fe/razón en la filosofía medieval que servirá de inspiración para filósofos posteriores como Santo Tomás.