La Influencia Que Deja El Proceso Artístico En Las Prácticas Sociales
Aunque conocemos que el origen del arte esta intrínseco, es decir es propio, con el origen de la sociedad, cabe anotar que siempre tiene su impacto en ella. El arte sensibiliza, reflexiona libera y produce en lo sociable favorables o no, dejando a un lado los prejuicios recurriendo a la ética sin dejar de lado la responsabilidad social
Existe una reunión de profesionales de diferentes temáticas, asociados para intervenir en las problemáticas sociales, buscando siempre transformaciones para el bienestar social, sin desligar las experiencias personales que se vinculan con el arte, así se realiza una unión con los procesos artísticos.
A partir del siglo XX se prioriza la consciencia en la persona, al igual que sale a relucir este entorno artístico individual donde le artista da forma propia reflejando una realidad general de forma expresiva que le ayuda a conocerse e interactuar con el mundo. En este posicionamiento el sujeto cambia de acuerdo a su forma de vida y lo exterioriza en el objeto artístico que da lugar a procesos de reflexión distando de lo contemporáneo y tradicional, no solo se limita a la intención de su autor que se vuelve a su vez productor, sino también a la mirada que el espectador quiera darle. Con lo anterior se puede afirmar que estos procesos artísticos deben interpretarse en relación al contexto, cultura, estética, materiales nuevos y su el autor, lo que nos lleva a tomarlo de una forma sociocultural sin dejar de lado el individuo, pero quitando las máscaras o vendas que cada persona tiene de acuerdo a su costumbre.
En la modernidad el arte puede mostrar situaciones de carácter moral y es aquí donde se retoma el concepto de autonomía, un salvavidas contra el mundo, una idea que comunica sentimientos personales, pasando márgenes de lo ético.
Algunos autores como Jhon Dewey explican que esta experiencia está llena de conducta y valor que intensifica la vida, la obra de arte es un proceso, el artista nace explorando nuevos campos presentando nuevos aspectos en un terreno social y humano donde la responsabilidad es una exigencia ante la moral y lo ético, pero reiterando una vista sin prejuicios que evitan el percibir de un mas allá, preparándose para afrontar los cambios que trae la modernidad.
Este pensamiento artístico asciende en oposición a la ciencia moderna, pero intensifica las relaciones sociales, por tanto, nutre este proceso artístico del cual estamos hablando, lenguajes, sensaciones, cotidianidad, naturaleza, realidad y contraste de vida dan lugar a nuevos conceptos que enriquecen la actividad artística en la sociedad y que tiene gran influencia en la subjetividad del receptor
Para concluir, se realiza una invitación a ser artista social, entronizando lo ético y estético, teniendo en cuenta la influencia que cada obra tenga en la sociedad y como ésta se puede transformar con un pensamiento siempre crítico, creando lazos de relación social con tiempo y contexto y convirtiéndonos en productores reflexivos.
Referencias
- Dewey, Jhon. (2005). Art as experience. New York: Perigee Book