Situación de la Mujer Actual en el Ejército

Bases antropológicas y sociológicas de la conducta

El papel de la mujer en la sociedad es un tema que ha sido profundamente analizado. Es importante entender que la realidad de las mujeres es diferente dependiendo del lugar geográfico en el que viva, así la mujer estará más integrada o apartada de la sociedad dependiente de la estructura social y cultural que analicemos, su papel dependerá de factores como la cultura, las tradiciones, la religión, …

Así durante muchos siglos la mujer solo ha podido desarrollarse socialmente en el ámbito familiar. Y España no es una excepción; el papel impuesto era el de mujer sumisa, madre abnegada y de profesión, sus labores (ama de casa). No ha sido hasta la década de los años 60 que se produce nuestra transformación gracias a los cambios políticos y sociales de la época.

Por tanto, siempre ha habido desigualdad de género, a la mujer no se le ha dado la oportunidad de elegir su vida y se ha visto obligada muchas veces a estar en un segundo plano respecto al hombre; la peor consecuencia de esto: mujeres silencias y en ocasiones maltratadas.

Afortunadamente, muchas mujeres pelearon por sus derechos, por ir a la Universidad, por tener una formación y así poder acceder a un puesto de trabajo (porque la independencia económica permite la autonomía de la mujer); esto comenzó como un lento goteo al inicio de los años 60; la mujer comienza a tener presencia en trabajos “propios de mujeres”: secretarias, enfermeras, profesoras, vendedoras, azafatas….

Y es la transición política de 1975 la que trajo una transformación social que cambia el papel de la mujer hacia una persona autónoma, independiente y de plenos derechos, poco a poco se va abriendo paso en el mercado laboral y las actividades domésticas dejan de ser su obligación.

En este camino creciente y paulatino hacia la igualdad, el ejército español ha dado muestras de modernidad y gran capacidad de adaptación, y en los últimos años ha dado importantes pasos que demuestran la firme determinación de incorporar a la mujer “a filas” con todas las consecuencias

He elegido el tema de “la mujer en el ejército” porque yo misma, hace unos meses me planteé hacer la carrera en el ejército en el ámbito sanitario (pero la nota exigida para hacer medicina era inalcanzable para mi; así que una posibilidad en mi futuro a medio plazo es enrolarme en el ejército como Psicóloga militar). Cuando lo propuse en mi casa, a mi propia familia le pareció rara mi elección y mostraron cierta preocupación, pues no les parecía sitio para una mujer; algo que yo no me había planteado. Creo que es un tema poco conocido en nuestro entorno, del que se habla poco o nada (salvo el día de las Fuerzas Armadas que suelen entrevistar a alguna joven cadete); pero en general muchos opinan que no es sitio para una mujer. Y por eso, he elegido este tema, para informarme más y poder elegir bien en un futuro.

Así, intento dar respuesta a algunas preguntas:

  • ¿Cuál es la situación de la mujer actualmente dentro del ejército?
  • ¿Hay desigualdad entre hombres y mujeres?
  • A la hora de promocionar ¿hay mas tendencia a que los altos cargos sean ocupados por hombres que por mujeres?
  • ¿Se facilita la conciliación familiar?
  • ¿Hay violencia de género?

 

Para esto he recopilado información de la web del Ministerio de defensa, comentarios en la web de libros como “20 años de la Mujer en las Fuerzas Armadas” publicado por el Gobierno de España e informes de la Revista Española de Defensa. Además, he visto un documental sobre la mujer en el ejército español que entrevista a varias mujeres sobre su profesión, qué supone ser mujer dentro del ejército, su futuro…

El ejército, según la RAE, es una organización jerarquizada formada por el conjunto de las fuerzas militares de un Estado. En concreto, el ejército de España son las Fuerzas Armadas, y se componen de el Ejercito de Tierra, la Armada, el Ejercito de Aire, la Guardia Real y la Unidad Militar de Emergencias. Las Fuerzas Armadas tienen la misión de garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional.

El escalafón militar de España esta jerarquizado en una serie de rangos:

  • El primer grupo es el de los Oficiales Generales, en el cual, en lo mas alto se encuentra el Capitán General, ostentado por el Rey. Después aparecen, de mayor a menor importancia, el General del Ejército, el Teniente General, el General de División y el General de Brigada.
  • El segundo grupo es el de los Oficiales, y en este nos encontramos al Coronel, al Teniente Coronel, al Comandante, al Capitán, al Teniente y al Alférez.
  • En el tercer grupo, el de los Suboficiales están el Suboficial Mayor, el Subteniente, la Brigada, el Sargento Primero y el Sargento.
  • Y como cuarto y último grupo encontramos la Tropa y Marinería, en los que están, el Cabo Mayor, el Cabo Primero, el Cabo, el Soldado de Primera y el Soldado.

 

Desde hace más de 30 años, exactamente desde 1988, las mujeres tienen derecho a incorporarse a las Fuerzas Armadas.

Así, se firma del Real decreto ley 1/1998 por El Rey Juan Carlos y el Presidente del Gobierno, Felipe González que permitía a la mujer incorporarse al ejército: tras la noticia casi 3000 mujeres se presentaron a los puestos; entre ellas, Patricia Ortega, primera mujer española que accede al ejército en la Academia Militar de Zaragoza.

Hasta 1995, las mujeres sólo representaban el 0.7% en la milicia. Gracias a nuevas reformas como la ley 17/89 y el Real Decreto 984/92, las cifras crecen y en 2006 las mujeres ya representan el 11% .

A día de hoy el porcentaje de mujeres en el ejército se sitúa en torno al 12.5% con un total de 15.074 mujeres.

Estos datos reflejan que España es unos de los países con mayor nivel de igualdad entre los países de la OTAN, siendo superior a la media de esta institución que se sitúa en el 10.8%. Superamos a países como Alemania (9.3%), Países Bajos, Italia o Reino Unido. Sólo nos supera Francia que cubre un 19%.

Además, en España, las mujeres pueden acceder a cualquier escala y cuerpo igual que el hombre, algo fundamental que no se ve en otros muchos países. Por ejemplo, en el ejército de los Estados Unidos las mujeres no pueden ser comandos de élite, los compañeros militares no aceptan la igualdad de género en las tareas mas peligrosas.

La mayoría de los hombres cree que las misiones de alto riesgo nunca pueden ser llevadas a cabo, bajo ningún concepto, por mujeres. En cambio, en España, desde el ministerio se destaca que no existe brecha profesional ni salarial entre hombres y mujeres.

Por tanto, el camino hasta la situación actual ha sido laborioso, pero podemos decir con orgullo que hemos alcanzado una situación de integración plena y absoluta normalidad.

Sin embargo, hay un aspecto que todavía tiene margen de mejora y es la ocupación de cargos de mando, actualmente del 1.5%. Entre ellas, Patricia Ortega, que alcanza el cargo de Coronel en 2006 y desde Julio de 2019, General de Brigada Ingeniero.

Y un dato destacable, las mujeres militares entrevistadas coinciden en rechazar cualquier medida que implique discriminación positiva, es decir, se muestran defensoras de que los cargos los ocupen las personas más cualificadas y capaces, sean hombres o mujeres,

Por tanto, aunque hay desigualdad no hay discriminación.

Otro punto controvertido, según datos recogidos en 2017, es que la precariedad laboral de las mujeres es superior a la de los hombres. La tasa de temporalidad de las mujeres militares era del 77,5%, mientras que la de los hombres era del 51,5%. Es decir, casi la mitad de los varones tiene un contrato fijo, lo que les permite seguir en el Ejército hasta el fin de la carrera, mientras que menos de una de cada cuatro mujeres goza de estabilidad laboral.

Otro de los aspectos que han tenido que afrontar los militares con la incorporación de la mujer al Ejército español ha sido el embarazo y la maternidad. Refiriéndose a esto, la normativa del régimen de la carrera militar favorece a las mujeres en esta situación para facilitarles el ingreso, la formación y el ascenso. El objetivo de esto es fomentar la conciliación de la vida profesional y familiar de los miembros de las Fuerzas Armadas.

La violencia de género es un problema presente en la sociedad actual que afecta a todas las profesiones, incluyendo obviamente al Ejército.

Según la RAE la violencia de género es un tipo de violencia física o psicológica ejercida en contra de cualquier persona o grupo de personas sobre la base de su orientación sexual, sexo o género que impacta de manera negativa en su identidad y bienestar social, físico, psicológico o económico.

En el Ejército, al igual que en otras muchas instituciones, se dan casos de violencia machista, pero en un bajo numero si lo comparamos con cualquier otra profesión. Este dato no es de extrañar, ya que los militares se rigen por un estricto código de honor, y son una organización que fundamenta su fortaleza en la lealtad, el compañerismo y la humildad. La milicia es un entorno con altos valores humanos, en el cual la violencia de genero apenas tiene cabida.

En las Fuerzas Armadas, como prevención y solución al problema, se creó un protocolo de actuación en contra del acoso sexual. Uno de los primeros cambios fue la prohibición de cantos machistas, a raíz de la polémica generada tras una marcha de la legión en Sanlúcar de Barrameda, inicialmente el Ejército aclaró que estos formaban parte de una tradición y que por eso los cantaban. Sin embargo, ha sabido adaptarse al cambio social y finalmente han retirado esos cánticos.

Otro de los cambios realizados para prevenir y combatir cualquier tipo de acoso fue la creación de la Unidad de Protección frente al acoso (UPA EMAD), que forma parte de la Jefatura de Recursos Humanos. La UPA es un órgano que, para garantizar su imparcialidad, se encuentra ajeno a la cadena orgánica de mando, y tiene la función de proporcionar asesoramiento y apoyo integral a la víctima.

Con este protocolo lo que se busca es promover la cultura de “tolerancia cero” en el Ejército mediante la implementación de medidas de prevención y de protección de la víctima.

Pero a pesar de existir un código de lealtad, leyes protectoras y Unidades de control, el ejército no es ajeno a la lacra social de la violencia de género. Este es el caso de la comandante Zaida Cantera, víctima del acoso sexual en el Ejército Español, que ha llevado a primera línea informativa la situación de la mujer en el seno de las Fuerzas Armadas, y ha abierto un debate sobre el Código de Justicia Militar y las malas prácticas ejercidas por algunos mandos.

Entre tanto, la presencia femenina en los cuarteles continúa creciendo y podemos decir que nuestras Fuerzas Armadas han sabido adaptarse a una realidad de constante cambio hacia un equilibrio entre tradición y renovación. Y por ello son un ejemplo y un modelo a seguir para el resto de los países.

Como testimonio real aporto un resumen de una entrevista a varias mujeres de diferentes rangos que actualmente desarrollan su actividad profesional en el ejército. 

A la pregunta de por qué eligieron entrar en el ejército, las respuestas fueron muy variadas, como hacer carrera profesional y optar a un trabajo estable, por la motivación de los valores que trasmite el ejército, o por la oportunidad de poder estudiar y no depender de la familia; pero la que más se repetía y más me ha impactado es que muchas de ellas buscaban ser útiles a la sociedad. Y esto es admirable pues nuestro contexto sociocultural promueve el éxito laboral fundamentado en valor económico y prestigio social olvidando el servicio a los demás.

Todas coinciden en que los inicios han sido duros pues ellas provocaban reacciones muy dispares en su entorno cercano (familiar, de amigos, compañeros): sorpresa, desconfianza en sus capacidades, miedo por ser a veces un entorno peligroso”; alguna de ellas cuenta con humor que fue noticia por ser la primera mujer embarcada en una misión de paz… cuando ella lo sentía como algo normal que cualquiera que quisiese podría hacerlo.

También nos dicen que la vida dentro del ejército no es más complicada que la que se lleva fuera, quizás inquieta la disciplina que imponen, pero todo es acostumbrase aceptando que es una vida de servicio y dedicación a los demás, lo que para todas ellas es una satisfacción y motivación personal.

Cuando les preguntan si les han tratado distinto a los hombres reconocen que han tenido que trabajar duro sobre todo respecto a la exigencia física, pero han sido capaces de demostrar que pueden conseguirlo a base de esfuerzo y trabajo constante. Insisten en que quieren que se les trate como a un soldado más. Nos dicen que la normativa de incorporación de la mujer al ejército en España es una de las mas avanzadas del mundo y con menos restricciones.

Destacan que los militares hombres han sabido cambiar de mentalidad, adaptarse y aceptar su presencia; hay que reconocer que lo han conseguido en beneficio de la mujer (y no era tarea fácil porque venimos de una cultura que hasta hace 30-40 años discriminaba a la mujer). Hoy en día nadie discute que una mujer para ser militar o ejercer cualquier tipo de trabajo no tiene que perder su condición de mujer.

Es muy interesante comprobar con su testimonio que el ejército facilita la conciliación familiar, de hecho, es uno de sus reclamos publicitarios en las distintas ferias de ofertas educativas tipo Aula; hay medidas del tipo: reagrupación familiar con y sin hijos, favorecen la movilidad interna para permitir acercamiento de parejas; condicionan los destinos temporales a la situación familiar…

También valorar que la vida que les proporciona el ejército es cambiante, por ello insisten que hay que estar preparado, sin importar que uno sea destinado a diferentes sitios; lo valoran cómo una oportunidad de vivir muchas vidas que a la vez les permite aprender algo nuevo de cada una; en definitiva, el ejército forma personas de gran calidad profesional y humana.

CONCLUSIONES

  1. La incorporación de la mujer al ejercito profesional es un hecho reciente fruto de la lucha, la constancia y el esfuerzo de muchas mujeres.
  2. Nuestras Fuerzas Armadas han realizado un considerable esfuerzo de modernización.
  3. El ejército ha sabido cambiar de forma vertiginosa y la sociedad española debe estar orgullosa de ello.
  4. En base a los testimonios de muchas mujeres, ninguna de ellas se ha sentido discriminada por razón de sexo. Ven el ejército como un lugar profesional donde la mujer es mas respetada que en otros ámbitos sociales; insisten que la diferenciación de género es nula, cuando miran a sus compañeros no los identifican como hombres o mujeres, sino como una unidad plena de compañerismo.
  5. La mujer puede realizar cualquier actividad al igual que un hombre, con los mismos requisitos y condiciones.
  6. Nuestro ejército cuenta con los porcentajes mas elevados de integración dentro de los países europeos y de los miembros de la OTAN

 

WEBGRAFÍA:

  • Documental: https://youtu.be/LibQFblxNJo
  • https://estressoblog.wordpress.com/2017/12/02/breve-historia-de-la-desigualdad-de-genero/
  • https://es.wikipedia.org/wiki/Fuerzas_Armadas_(España)
  • https://tiendamilitaronline.com/rango-militar/#page-content
  • http://www.ejercito.mde.es/Galerias/Descarga_pdf/EjercitoTierra/tropa_menuda/mujeres_armas_tomar.pdf
  • https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=5152953
  • Centro de Documentación del Ministerio de Defensa: https://patrimoniocultural.defensa.gob.es/sites/default/files/2018-09/Dossier_30añosmujerFF.AA_.pdf
27 April 2022
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