Conexión del Mefistófeles y el Doctor Fausto: Resumen del "Fausto"
Introducción
La obra Fausto de Johann Wolfgang Von Goethe tuvo su primera aparición en el año de 1829. El protagonista de esta tragicomedia es el doctor Fausto. Resumen de la obra contiene el análisis tanto del protagonista, cómo la figura demonio de Mefistófeles, quién tiene mucha importancia en el desarrollo de la trama y los temas principales de la obra.
Muchos escritores intentaron representar la leyenda del pacto con el maligno; sin embargo, Goethe ha sido su mejor representante debido a la narrativa e historia que utiliza, pues permitió que se le vea al diablo desde una perspectiva diferente respecto a las obras presentadas anteriormente.
Fausto se divide en dos partes; la primera relata la vida de un hombre insatisfecho que desea tener más de lo que tiene, la encarnación de la ambición insaciable en un hombre llamado Fausto, también se encuentra como personaje principal un demonio, alguien perspicaz, un ente inteligente, un bromista, un jugador de la mente llamado Mefistófeles; este personaje tan diferente de los estereotipos que se tiene acerca del diablo le ofrece un trato a Fausto, pues le brinda todo lo necesario para la felicidad; como el amor, la juventud, el poder. En la segunda parte le brinda la dicha de explorar y conquistar nuevos mundos, sintiendo en sus manos un poder que nunca antes tuvo.
Desarrollo
El libro Fausto es una tragicomedia, pues abarca la comedia utilizando varios recursos como la ironía y el humor, en especial por el personaje del demonio; la tragedia está representada mediante la muerte y la desgracia de la mayoría de los personajes, en especial de Margarita en la primera parte y en la segunda se pudiera decir que hasta al mismo Fausto la desdicha lo ataca. La comedia se introduce en la obra desde la construcción del personaje Mefistófeles, siendo un individuo que, como se mencionó anteriormente, es un completo bufón basando sus bromas y chistes en el humor negro, un demonio que no parece serlo.
Añadiendo a lo presentado anteriormente, Goethe, al momento de escribir Fausto, se inspiró en otros libros y mencionó varias veces que en las obras Le Diable boiteux de Alain-René Le Sage, en Paraíso perdido de Milton en 1799, y también El diablo cojuelo de Vélez de Guevara admira como introdujeron al mismo demonio y la manera interesante en que los autores tocaron el tema del mal.
El creador de Fausto, por supuesto, puso su propio toque al añadir personajes que están basados en personas que él conocía como Margarita, se basó en su primer amor, la joven Gretchen; esta obra fue su último trabajo, en el cual puso todo su empeño y esfuerzo, siendo así que un año antes de morir concluyó esta, su última obra, la misma que se convirtió en la cúspide de su trabajo literario. Puede ser que en las obras mencionadas anteriormente el demonio tenía un poco de gracia, pero Goethe fue el principal escritor en cambiar la perspectiva que se tenía acerca del mismo diablo y dar una visión diferente de la tragedia clásica.
Como se afirmó en el párrafo anterior, la comedia es lo que le da vida a la obra, lo que hace que sea diferente a todos los libros de esa época; en el libro El nombre de la rosa de Umberto Eco, existe una parte que define a la risa como lo que libera al aldeano del miedo al diablo. Si Mefistófeles no estuviera en el relato o fuera un personaje totalmente serio, no existiera la presencia de la comedia; incluso se pudiera decir que la obra transmite temor, pasaría a ser directamente una completa tragedia, hasta se cambiaría la estructura e historia total de Fausto, sin el comediante diablo, que es Mefistófeles, la obra sería la tristeza en un libro.
A lo expresado anteriormente se agrega que, este intérprete comediante nunca está de un solo, es decir no se encuentra ni apoyando al buen lado, ni al malo, él maneja un discurso ambiguo, muchas veces incita a que Fausto realice lo que se le antoje, ya sea justo o perverso. Por otra parte, el demonio pintoresco le guía para que haga lo que está en sus planes, la presentación de Mefistófeles a Fausto al iniciar la obra se puede tomar como ejemplo, ya que desde el primer instante advierte lo que en realidad es y representa “Soy una pequeña porción de ese elemento que, andando de continuo en busca del mal, solo sabe hacer el bien”.
La representación de lo bueno en él es cuando el representante de las tinieblas aconseja al hombre insatisfecho a enamorar a Margarita siendo un caballero, tratarla como mujer y no tratarla descortésmente. Por otro lado, para demostrar que el diablo también lo guía hacia lo perverso, se ve cuando Fausto mata a Valentino, el hermano de su amada, por razones poco racionales y todo porque Mefistófeles lo convence para quitarle la vida a una persona inocente ¿acaso alguien sería capaz de cometer un acto tan violento sin que el mal intervenga?
En tercer lugar, se debe tener en cuenta que Mefistófeles acude varias veces al humor negro, aportando jocosidad y animo a la situación. Según Robbin Ann Rice de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla la literatura ficticia e imaginativa ha aprovechado del diablo como un personaje complejo, paradójico y divertido; mezclando varias personalidades en uno; el demonio en sí pierde toda su reputación como malvado todopoderoso al momento que cita sus comentarios irónicos en situaciones incómodas.
Para ilustrar mejor la situación del humor negro, se acota cuando en la escena final el diablo perdió todo, ya no tiene el trato y todo su tiempo fue perdido, se da cuenta de que el alma de Fausto se va al cielo con un grupo de querubines y Mefistófeles en vez de arrepentirse, lo único que hace es burlarse e incluso acorte a la desnudez de estos hermosos ángeles. “Hoy empiezo a mirar con placer, tanto joven hermoso y afable; maldecirlos ¿por qué ya no sé?. Los muchachos rosados que odiaba, en verdad me parecen, hoy, bien!”.
Añadiendo a los argumentos presentados anteriormente Mefistófeles da la perspectiva de la visión de la tragicomedia a través de lo picaresco y convencedor. Se aprecia cuando convence a Fausto de aceptar su trato basándose en que la pregunta no es ¿debo hacerlo? Si no ¿cómo debo hacerlo?, procediendo a que el hombre acepte todo lo que él le diga.
Acerca de la picardía, esta está presente cuando él logra lo que se propone siendo más que coqueto, galante, con halagos llenos de caballerosidad y respeto “No han sido los adornos los que me han hecho caer en error; en tal caso, señorita, si he padecido equivocación, culpa tienen de ello vuestro aire distinguido y vuestra digna y penetrante mirada.
¡Cuánto me alegro de poder disfrutar por más tiempo de vuestra compañía!”, siendo caballero y diciéndole tantos halagos que se olvida con los que le menciono anteriormente, lo mencionado anteriormente son situaciones que reflejan lo provocativo que es este gran comediante y lo que provoca que el lector se ría y muchas veces se identifique con este.
No obstante, la mayoría de los lectores se apegan y le agarran cariño a Mefistófeles por su actitud, hasta los mismos personajes dentro de la obra se dejan guiar y seducir por el maestro del engaño. Dentro de la obra Margarita no lo quiere, pues sospecha de que clase de individuo es, y se da cuenta de que a pesar de que cuando lo conoció, él era tan gracioso e interesante que incluso la conquistó.
Pues, resulta que el comediante se convirtió en villano, pues toda la tragedia de esta obra es por este ente. La muerte de la madre del primer amor de Fausto es por la culpa del opuesto a Dios, pues él le dio el somnífero que le causó que no solo que no se despierte esa noche, sino que nunca más vuelva a abrir sus ojos, también el abandono de Margarita por parte de su amado, haciendo que la pobre mujer cometa actos extremos como asesinar a su descendiente. En la segunda parte, cuando Euforión, el hijo que Mefistófeles guió a Helena para que se enamorase de Fausto y tengan un hijo, intenta volar y muere.
Conclusión
Para resumir, la figura de Mefistófeles le cambia la visión total de la tragedia cuando él acude a sus grandes bromas dentro de las situaciones incómodas y tristes; haciendo que el lector olvide por completo la angustia sentida antes y así esté atraído hacía saber que sucederá después, que dirá el gran bromista más tarde y qué ocurrirá con su pacto.
La gran hazaña del libro es la introducción del personaje magnífico que es Mefistófeles, el que impone la intriga, tragedia y en especial la comedia dentro de la obra. Lo que hace el diablo es de lo que dependerá la obra, si dice que tiene que llevarse a cabo una actividad, las personas no dudan en hacerlo. Pues ya sea tanto dentro de la obra como fuera, los lectores logran enamorarse del gran personaje y jugador de la mente que es Mefistófeles.