La Popular Leyenda Del Hilo Rojo
Introducción
¿Eres un romántico fiel apostador del amor? Si es así, esta historia seguramente te llenará de muchas esperanzas y suspiros. Sigue con nosotros y descubre si es cierta o si por el contrario, tan solo es un mito lleno de profundas reflexiones. Comenzaremos diciéndote que, la famosa historia del hilo rojo ha traspasado generaciones, siendo contada de padres a hijos quienes siembran en ellos la esperanza de que cada persona tiene en el mundo a un ser destinado para amarles y acompañarles, es decir, una alma gemela que tarde o temprano, van a encontrar sin importar que tan atrabancado parezca el camino. “Quien está pautado para estar en tu vida lo hará, por más que huyas, así será”. Pero, ¿Qué nos dice realmente la leyenda?
Desarrollo
La leyenda del hilo rojo tiene un origen asiático, aún no se conoce con claridad si es chino o japonés, pero consiste en una creencia popular donde la gente cuenta que, cuando cada bebé nace, los dioses atan a su dedo meñique un hilo rojo invisible que finaliza el dedo meñique de su amor eterno, el cual, lo conocerá en algún momento de la vida adulta sin importar la manera. Se dice, que este hilo es tan fuerte que no importa cuánto se estire o encoja el mismo no se rompe y que, las almas que están destinadas a conocerse y a estar juntas lo harán de cualquier modo. Existen muchas versiones de la misma historia, pero el mensaje es el mismo, te encuentras predestinado a un amor por gracia divina y una vez llegue, lo sentirás y deberás luchar para conservarlo.
Ya que si no lo haces, aún y estando con alguien más seguirás conectado a tu amor verdadero a través del hilo rojo. No se puede negar que la leyenda es fantástica, y aunque haya muchos escépticos que mantengan sus opiniones en reserva, nadie puede negar que en la vida suceden ciertos acontecimientos que nos dejan tan asombrados que parecen ya escritos. Obviamente, no podemos decir que la historia del hilo rojo es verdadero pues, es tan solo una leyenda, pero paradójicamente, nos enseña que existen casualidades tan exactas que obviamente nos hace preguntarnos si quizás, las energías a nuestro alrededor si jueguen un papel determinante en las personas que conocemos y en lo que hacemos con ellas.
Conclusión
A lo mejor, no es un hijo rojo lo que tienes atado a tu dedo, sino, un deseo firme en el corazón de encontrar a un ser amado que no necesariamente tenga que ser una pareja. También, puede ser ese hijo que se fue hace años a un país extranjero oa esa amiga que está disgustada por un malentendido y aún extrañas. El caso es que tu propio pensamiento los atrae y ese hilo llamado amor pone a quien necesitas ante ti para expresar sentimientos. Cada quien lo interpreta como quiere, pero, sin duda, es una historia que nos deja hermosas reflexiones y nos hace creer en el amor una vez más.