La Prohibición De La Tortura Y Castigos Crueles, Inhumanos O Degradantes
Todo acto equivalente a tortura o castigos crueles, degradantes e inhumanos son una amenaza para la paz mundial siendo considerados por tal razón un crimen en el derecho internacional. La tortura es objeto de condena universal, y cualquiera que sea su práctica actual, ningún país la respalda públicamente. A pesar de que el artículo 5 de Derechos Humanos y el articulo 7 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos también prohíben expresamente la tortura; prohibición que también está establecida en el Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos (CEDH) entre otros instrumentos internacionales (CAT, REDRESS, 2006). Según la Amnistía Internacional(AL) se han registrado actos de tortura en 107 países de los 157 que la organización analiza a pesar de la ley de la prohibición universal de la tortura (AL, 2009), situación alarmante que preocupa profundamente a la comunidad internacional.
A pesar de que los tratos crueles, degradantes o inhumanos son extremadamente inusuales en Canadá, el país no aprueba ni promueve el uso de la tortura u otros métodos ilegales de investigación, y se opone en los términos más enérgicos posibles el maltrato de cualquier individuo por parte de una entidad para cualquier propósito y está firmemente decidido a prevenir la tortura y eliminar todo tipo de trato inhumano al 100% tanto en el país como en el extranjero. Canadá es uno de los pocos países del mundo que han incorporado el Estatuto de Roma del Internacional Tribunal Penal (CPI) en su legislación, En este magnífico instrumento legal, la tortura es considerada como un crimen de guerra y crimen humanitario (CPI, 1998), Canadá también ha adoptado un rol muy activo en el Protocolo Facultativo contra la tortura y otros tratos o penas crueles o degradantes (OPCAT, 2002). El gobierno con dicho protocolo ha logrado avances significativos a favor de las víctimas de tortura gracias a la seriedad con la que se ha emprendido dicho proceso (CAT/C/CAN/7, 2016). Canadá está a favor de la supervisión independiente de las condiciones de vida en todos los lugares de reclusión, La delegación está completamente consciente de que no se ha podido cumplir en su totalidad el compromiso de la completa eliminación de la tortura y por esa razón además de las leyes contra dichos tratos con las que cuenta el marco legal del país también se han implementado una serie de planes de acción como: El Centro Canadiense para Víctimas de Tortura (CCVT),una organización benéfica que ayuda a los sobrevivientes de tortura a superar los efectos duraderos de la tortura. Desde su inicio en 1977, el CCVT ha brindado servicios a más de 26,000 sobrevivientes de 136 países (CAT, CCVT, 1977).
La delegación exhorta a las demás delegaciones presentes a incorporarse en el Protocolo Facultativo contra la tortura (OPCAT) y otros tratos o penas crueles o degradantes, reafirmando que el derecho a no ser sometido a torturas debe estar protegido totalmente en toda circunstancia. También exhortarle a las delegaciones a que implementen mecanismos de supervisión independiente de cárceles y centros de detención para prevenir posibles actos crueles o degradantes, así como la mejora de condiciones que favorezcan el respeto de los derechos humanos de las personas privadas de su libertad y establecer leyes que penalicen a todo aquel que sea protagonista de algún castigo o trato inhumano. A través de dichas acciones se busca la prevención efectiva y la erradicación de todas las formas de tratos crueles o inhumanos, A pesar de que se han registrado grandes avances contra la tortura aún hay mucho trabajo por hacer y los resultados serán notables si la comunidad internacional trabaja en conjunto para la erradicación total de la presente problemática.
