La Psicología Jurídica y Su Importancia en Criminología, Policía y La Justicia
Introducción
La Psicología Jurídica se dio durante el siglo XVIII con la finalidad de lograr conocer la fisonomía psicológica que predominaban en los infractores, por ende, es una agrupación de conductas o proceder de las personas en general las cuales se ejercen dentro del medio o del marco jurídico, de la misma manera como lo son en las entidades reguladoras procesales o constitucionales, amplificando innovaciones procesales o de justicia.
Podemos encontrar que la Psicología Jurídica como elemento relativo de la ciencia psicológica tiene o posee conocimientos legales en el derecho la cual depende del área de uso se vincula o también se separa con diversas ramas como lo podrían ser la Psicología Forense, legal o criminológica entre otras.
De tal forma que la Psicología Jurídica se la puede considerar importante ya que es la cual brinda una aportación en el planteamiento de diversos esquemas que impidan, adviertan, asistan, traten y restauren las diversas problemáticas del ámbito psicológico los cuales tengan una relación dentro del campo legal, lo que esto quiere decir es que este estaría completamente apto para poder encontrar una resolución para cada uno de los acontecimientos que surjan o lleguen a presentarse desde un enfoque totalmente imparcial, la misma se caracteriza por el aporte que brinda para que pueda existir un bien social.
En esta psicología existen varias esferas de aplicación hacía el derecho penal, que son los encargados de la emisión de informes para los jueces en los distintos tribunales penales por respecto a temas de psicología penitenciaria.
Esta psicología jurídica es basada como una especialidad que se desarrolla en un amplio circulo entre las conexiones del mundo del Derecho y de la Psicología respectivo a su teoría.
“La conducta jurídica como parte del comportamiento humano, es aquel conjunto de acciones que actualizan algún supuesto normativo para producir las consecuencias jurídicas previstas por la norma, sean éstas las consecuencias de derecho que los sujetos quieran o no.” (Rodrigez).
En la actualidad la misma Psicología Jurídica es el mejor vinculo y se la puede agregar junto con otros campos de área procesal ya que nos puede garantizar legitimidad dentro de los procedimientos legales.
DESARROLLO
En la psicología jurídica tomándola como una materia subjetiva de la ciencia psicológica, contiene en ella altos conocimientos jurídicos en el campo del derecho. En este conjunto entran los estudios, las explicaciones, todo tipo de evaluaciones y los distintos tratamientos de los fenómenos psicológicos incidentes en las actitudes legales de las personas.
La importancia de la psicología jurídica actualmente, es alta debido a que esta rama del derecho nos ayuda a definir y a estudiar los comportamientos de los actores jurídicos en los ámbitos de Derecho, Ley, Justicia. La funcionabilidad de un psicólogo jurídico es esencial, usa en su trabajo distintas técnicas de evaluación psicológica, distintos mecanismos que son determinantes para conseguir resultados contra los actores jurídicos de los casos.
La psicología jurídica es la esfera de acción que implica el estudio de los fenómenos psicológicos existentes en donde el objeto de actitud de actores jurídicos en el ámbito del derecho; la ley y la justicia. La psicología jurídica, se nutre con la psicología y el derecho.
PSICOLOGIA Y DERECHO
Es natural pensar que sus variadas denominaciones ya estaban indicando la presencia de ciertos problemas que aludían a su conceptualización. En ese sentido, se ha establecido que la psicología jurídica surge o nace desde la práctica misma, sin mediación de reflexiones teóricas, otorgándole una existencia ontológica, basada en la realidad de los hechos. (2020)
De ese modo, si la psicología jurídica es lo que los psicólogos hacen en los distintos escenarios jurídicos, entonces su denominación y, por tanto, su definición está condicionada coherentemente desde el contexto en donde se inserta. Desde esta perspectiva cada área o campo de aplicación daría origen a un tipo de psicología jurídica, que no sería otra cosa, que aplicar las reflexiones o saberes derivados de las psicologías al universo jurídico. Así, la denominación de psicología jurídica hará alusión a este universo y no a una psicología especial propia de ese universo. El otro elemento que se suma, es el que hace alusión a la necesidad social que viene a cumplir, lo que se ha tomado como justificación de la creación de los diversos campos de acción que presenta el panorama general. Uniendo todo esto se obtiene que la psicología jurídica sea lo que los psicólogos están llamados a hacer en el ámbito jurídico en cumplimiento de las necesidades sociales que se les demandan. (López, 2016)
MÈTODO
El primer inconveniente que surge al hablar acerca del método de la psicología jurídica, es si debe ser enmarcado desde el método jurídico o psicológico. A pesar de que el objeto de estudio de ambas ciencias estriba primordialmente en la conducta (la psicología estudia los procesos mentales y el comportamiento del ser humano desde la ontología, mientras que el derecho estudia la regulación del derecho desde la deontología), la forma de estudiarla y abordarla colige que los métodos no sean congruentes.
CARENCIAS Y FORTALEZAS DE LA PSICOLOGIA JURIDICA
Como ya se ha reiterado en varias ocasiones, la exposición de la psicología jurídica aún se encuentra en formación, debido en parte, a que en primer lugar la definición del concepto resulta ambigua para la comunidad científica y académica; segundo, no se tiene un método claro que represente una fundamentación científica para la evaluación de fenómenos psico-jurídicos; y finalmente, no se posee una identidad teórica que permita delimitar el campo de acción y ejecución de las investigaciones en la materia.
Estas problemáticas sugieren por un lado que las carencias conceptuales, metodológicas y pragmáticas de la psicología jurídica son numerosas, y que por ende, su aplicación en la realidad depende de condiciones sociales especiales que admitan la implementación de una interpretación de los hechos desde otra perspectiva; de la otra mano, la sugerencia que se hace a la comunidad científica en general, sin demeritar la vocación de psicólogos o juristas, es una responsabilidad directa para forjar una estructura científica clara y coherente con herramientas metodológicas inequívocas que posibiliten el análisis, la evaluación y la respectiva proposición de soluciones a las nuevas problemáticas sociales. (ALPJF ASOCIACION, 2019)
Con base en lo anterior, se puede aseverar que algunas carencias y fortalezas de la psicología jurídica son las siguientes:
CARENCIAS
- La poca preparación académica que tienen los abogados en psicología o los psicólogos en derecho imposibilita una aplicación directa de la psicología jurídica sobre los fenómenos sociales actuales que comprende la sociedad, dejando el análisis, interpretación y proposición de soluciones a otras áreas sociales como la sociología, la antropología o incluso la filosofía, o en algunos casos, no realizar ninguna acción debido a que no se cuenta con el conocimiento suficiente.
- Como se trata de una ciencia que es bastante novedosa, las investigaciones que se han hecho al respecto apenas han comenzado a surgir, especialmente en la última década. Por lo anterior, es obvio encontrar propuestas por profesionales del derecho con un contenido simple y vago que no puede subsumir la realidad social con el conocimiento aprehendido en los programas de derecho.
- El carecer de teorías científicas sólidas que respalden unos resultados en concreto imposibilita el desarrollo de esta materia en la pragmaticidad social, lo que conlleva al desconocimiento de nuevas actitudes psicológicas del individuo y de la sociedad en general.
FORTALEZAS
- Una adecuada enseñanza acerca de los derechos y deberes desde una panorámica psicológica, proporciona las herramientas al ciudadano para conocer más a fondo qué tipo de conductas son permitidas por el ordenamiento jurídico y cuáles no, lo que implica, que cada ciudadano reconozca en sí mismo y en la otra persona los límites de su conducta y su comportamiento en sociedad.
- La flexibilidad de la psicología en la evaluación de nuevos fenómenos sociales aplicados a la ciencia jurídica supone aminorar la rigidez de esta última al analizar nuevas vicisitudes sociales, lo que admite, que los cambios legales vayan a la par con los cambios de la colectividad.
- La prevención de la conducta desde el campo de vista psico-jurídico propone la creación de nuevas leyes con la misma característica. Ya no se trata de modificar o solucionar una problemática ya existente, sino de prevenir una conducta que menoscabe el bienestar y la sana convivencia de los particulares. (Decana Claudia Torcomian / Dr. Germán Leandro Pereno., 2018)
LA PSICOLOGIA JURIDICA PARA MENORES
Alrededor de todo el mundo, existen instituciones dedicadas a los menores, estas áreas de trabajo son objeto de una política globalizada que se desenvuelve en varios campos: educativo, sanitario, servicios sociales.(Bajet, 1990)
Actualmente los juzgados de Menores y sus órganos rectores correspondientes, hacen un trabajo en conjunto con psicólogos y de forma directa con los fiscales y los jueces, para dar solución a las distintas conductas de los menores infractores. Por medio de estudios, y de seguimientos, el o los psicólogos deben ir informando sobre la situación y sobre la condición del menor, así mismo como las posibilidades de rehabilitación conforme a su tratamiento. Los órganos rectores de menores en cada país serán los encargados de aplicar las distintas medidas educativas impuestas por el juez, en dicha audiencia, el psicólogo es el encargado de intervenir con los puntos altos y bajos del tratamiento del menor.
CAMPOS DE ACTUACIÓN DE LA PSICOLOGÍA JURÍDICA
Aplicada a los tribunales o a la administración de justicia, en sus diferentes sub ámbitos.
- Psicología aplicada al derecho de familia: gira en torno a los procesos de separación y divorcio, custodias, nulidad matrimonial, matrimonio de menores, acogimientos y adopciones.
- Psicología jurídica aplicada al menor: centrado principalmente en el menor como delincuente, estudiando sus posibilidades de reeducación y tratamiento.
- Psicología aplicada al derecho contencioso administrativo, civil, penal y laboral: actúa como perito, colaborador/asesor del abogado o mediador. (BECK)
- Psicología penitenciaria: Es donde el psicólogo estudia a las personas privadas de su libertad para comprender e interpretar su forma de ser y comportamiento, elaborando un informe psicológico para su tratamiento.
- Psicología del testimonio y de los jurados: Esta aplica los conocimientos de la psicología experimental, básica y social para el estudio de la credibilidad de los testimonios de testigos y como de los jurados.
- Psicología de las víctimas o victimología: Estudia los procesos de victimización como los perfiles de víctimas y los tratamientos psicológicos y medidas más idóneas.
- Mediación: Es una herramienta extrajudicial para solucionar conflictos en ciertos ámbitos judiciales.
- Criminología: Esta es encargada del estudio del criminal como sus rasgos de personalidad, motivaciones y psicosociales, que incitan a cometer un delito.
- Psicología policial y de las fuerzas armadas: Misma que interviene de forma heterogénea, en los procesos de selección y formación, ayuda a mejorar las competencias de los agentes en su formación.
Base a todo lo que hemos visto, queda claro sobre el reciente y paulatino acercamiento entre estas disciplinas, tanto psicología como derecho, y, a su vez, se discute la necesidad de mayor trabajo interdisciplinario incluyente y cooperativo entre ellas, sin que se subordine un área del saber a la otra.
CONCLUSIÓN
La importancia de la psicología jurídica, dentro del ámbito profesional del jurista, radica en la funcionalidad de la misma: la evaluación y diagnóstico sobre las y los individuos involucrados dentro de todo proceso donde extienda su influencia el marco legal vigente.
La psicología jurídica, a pesar de la coyuntura actual donde recae su empleo y campo de acción, debería encontrarse presente en todas las ramas institucionales posibles con el objetivo de prevenir y tratar los diferentes patrones de comportamiento que puedan estar involucrados dentro de dichas ramas y, de esta manera, identificar y prevenir posibles conflictos futuros y ofrecer soluciones adecuadas y justas para cualquier caso.
Si el jurista es capaz de emplear dicho estudio del comportamiento, puede generar ventajas que le permitan una mejor defensa y un mejor resultado para su cliente, puesto que el conocimiento de un panorama más general sobre los patrones de comportamiento de las personas involucradas en el proceso, así como la relación sobre estos patrones y el entorno sobre el que se desarrollan, pueden determinar perspectivas y soluciones mucho más objetivas que permitan un mejor manejo de la justicia y, a la vez, un resultado cada vez más justo para todas las partes involucradas.
De igual manera, campos relacionados a la jurisprudencia cuya intervención en temas de leyes no se extiende hasta la acción directa en los juzgados (como el campo de acción de trabajadores sociales y orientadores familiares) pueden beneficiarse también de la psicología jurídica y beneficiar al sistema legal, puesto que el estudio del comportamiento de individuos o grupos de personas que generan conflictos de una u otra manera en la sociedad permite comprender la importancia de una intervención adecuada, permitiendo una reducción considerable de incidencias y reincidencias de crímenes perpetuados por dichos individuos o agrupaciones, y una mejoría considerable en la instauración de justicia en cualquier nivel.