Las Reformas Constitucionales en el País de Perú

Introducción

La reforma o cambio de una constitución es un evento por el cual nuestra nación en aproximadamente doscientos años de vida republicana que ha experimentado durante nuestra historia. Son doce constituciones que a partir 1823 vienen cimentando nuestra vida constitucional hasta hoy. Estos textos establecen una ideología que sirve para guiar a los organismos del país como a sus habitantes. El texto de 1839 fue conservador que daba las gracias a los terratenientes que no estuvieron de acuerdo con la confederación peruano-boliviana extirpando la cláusula de la constitución de 1834 por la cual todo esclavo al entrar al estado peruano quedaba en libertad. 

Desarrollo

Originando así lo que hoy denominamos trata de personas. Lo antagónico fue la de 1856 considerada la constitución más liberal y abolicionista del país. Prohibía la pena de muerte, pero solo duró cuatro años. Lo contrapuesto fue la de 1860 conocida como la moderada. Hubo una de 1867 que duró un año pues se retomó la de 1860 vigente hasta 1920. Pero su vigencia fue hasta cierto punto más semántica porque otros cuerpos legales tenían mayor valor. Recién la atribución que se le da al juez para derogar una norma por ser contraria a la constitución se asume a partir de 1979. 

Si de temas económicos se trata la escrita en 1979 designaba que la economía peruana era social de mercado mientras que la de 1993 también dice lo mismo, pero piensa más en una economía de mercado. Los derechos sociales son más un hecho que se introducen a las constituciones a partir de 1920; lo mismo que el derecho a la educación la regulación del horario de trabajo se establece el derecho a la libre sindicalización. Inclusive son un hecho más legislativo que constitucional. Así tenemos ley de accidentes de trabajo es de 1911; aparecen los gremios de textiles.

Las normas inician el camino para que luego las constituciones las perpetúen. La agenda de la reforma constitucional que el país necesita, debe estar enfocada en la Estructura del Estado. El principal escollo que tiene el Perú para avanzar en su camino al desarrollo radica en su desorganización política, que no permite alcanzar una democracia constitucional moderna, en la que se dé una alternancia efectiva de partidos en el poder, al estilo de los países más desarrollados. El Perú no merecerá mayor confianza por parte de los ahorristas y los inversionistas si es que cada proceso electoral.

Implica una posibilidad de saltar al vacío. El proceso democrático debe ser abierto, pero no al punto de permitir la llegada al poder de quienes claramente no creen en él. No debe ser sensible de una instrumentalización por opciones absolutistas. Ahora bien, las raíces del problema de la fragilidad de la democracia peruana radican no solo, en las instituciones del sufragio obligatorio y el sistema de representación proporcional. Ambas instituciones incentivan la generación de situaciones de poca o nula gobernabilidad democrática, especialmente al combinarse con un sistema de gobierno.

En el que no existe un principio ordenador claro. Para avanzar en su proceso de desarrollo, sí se requiere, por tanto, hacer ajustes al actual modelo constitucional peruano. Sin embargo, embarcar al país en una refundación de la República implicaría correr riesgos innecesarios y nada aseguraría lograr resultados superiores a los conseguidos hasta el momento especialmente al combinarse con un sistema de gobierno en el que no existe un principio ordenador claro. Para avanzar en su proceso de desarrollo, sí se requiere, por tanto, hacer ajustes al actual modelo constitucional peruano.

Conclusión

Embarcar al país en una refundación de la República implicaría correr riesgos innecesarios y nada aseguraría lograr resultados superiores a los conseguidos hasta el momento especialmente al combinarse con un sistema de gobierno en el que no existe un principio ordenador claro. Para avanzar en su proceso de desarrollo, sí se requiere, por tanto, hacer ajustes al actual modelo constitucional peruano. Sin embargo, embarcar al país en una refundación de la República implicaría correr riesgos innecesarios y nada aseguraría lograr resultados superiores a los conseguidos hasta el momento.