La Relación De Blimunda Y Baltasar en la Obra Memorial del Convento
La obra Memorial del convento, escrita por José Saramago, publicada en el año de 1982, es una de las obras de mayor trascendencia del escritor, La cual se ha destacado en gran magnitud, consiguiendo el premio Nobel de Literatura en 1998. La obra debido a su contenido puede ser clasificada como una novela histórica, así mismo también puede ser una novela de carácter social, donde se muestra la visión crítica del autor sobre aspectos de importancia global, la historia que se desarrolla en la obra está situada en el reinado de Juan V monarca portugués que sucedió el trono en 1681, el mismo que ordena la construcción de un convento franciscano en Mafra, para obtener sucesión. El desarrollo de la obra gira en torno a la construcción de convento, donde el autor se encarga de incorporar varios personajes que le dan sentido a la historia los cuales son Baltasar, Blimunda y el padre Bartolomeu Lourenço, quienes a la vez se centran en la construcción de la Passarola, una máquina de volar que tenía ciertas complejidades las cuales el padre sabía muy bien manejar, teniendo como ayuda principal a Baltasar y Blimunda quienes eran uno solo, ellos trabajaban con cierta complementación que los hacía únicos y diferentes al resto de relaciones que se desarrollaban en el tiempo en el que vivían, la relación de estos personajes va más allá del amor es más profunda que simples especulaciones de ser una pareja, en sí el autor nos da a entender su visión de una relación conyugal a través de símbolos que presenta durante la narración de la obra, permitiendo al lector descubrir la criticidad de su pensamiento , dando como resultado una contraste temporal donde se ve claramente al matrimonio contemporáneo como la forma ideal de convivencia, el mismo que se desarrolla en un tiempo muy poco flexible ante el asunto.
El autor para mostrar su visión acera de la relación que Blimunda y Baltasar desarrollan en la obra hace uso de la simbología, recurso que “… Representa o sugiere otra realidad ausente en el texto. El símbolo puede nacer de una asociación lógica, histórica, emotiva o de semejanza. (Harlan, 2016)”, la misma que ayuda a interpretar el criterio del autor sobre un determinado tema, esta figura retórica también puede ser polisémica, la cual se presenta cuando una misma palabra o signo lingüístico tiene varios significados o acepciones. Saramago empieza utilizando este recurso, en la línea de acción donde los dos personajes se vuelven uno solo contrayendo matrimonio, para que así se vuelvan la parte fundamental del uno y del otro complementándose con cierta exactitud, lo cual no era tan común en aquel tiempo.
“… esperó a que Baltasar terminase para servirse de la cuchara de él, era como si callada estuviese respondiendo a otra pregunta, Aceptas para tu boca la cuchara de que se ha servido la boca de este hombre, haciendo suyo lo que era tuyo, volviendo ahora a ser tuyo lo que fue de él, y eso tantas veces hasta que se pierda el sentido de lo tuyo y lo mío, y como Blimunda ya había dicho que sí antes de ser preguntada, Entonces, os declaro casados. El padre Bartolomeu Lourenço espero a que Blimunda acabara de comer las sopas que quedaron, le echo la bendición, cubriendo con ella persona, comida y cuchara, el regazo, la lumbre, la candela, la estera del suelo, el muñón de Baltasar (Saramago, 2015, pág. 37)”.
Durante esta escena al parecer Saramago nos muestra un ritual religioso, sin embargo, al analizar cada elemento simbólico que nos muestra se puede determinar a esta ceremonia como pagana, debido a que no se rige a ningún elemento perteneciente a lo que su cultura demanda, es decir esta fuera del ámbito religioso y cultural que su sociedad exigía, empezando con el reemplazo del pan eucarístico por la sopa, los anillos por los utensilios domésticos, la iglesia por la humilde posada, lo que llega a representar la autenticidad e independencia de las cuestiones culturales que estos dos tienen, donde solo importan sus deseos relativos y no los intereses personales, lo cual si era predomínate en el contexto en el que están.
Durante el siglo XVIII se veía al matrimonio como una representación de clase y prestigio, “Los matrimonios de conveniencia eran lo más usual en aquel momento. Con ellos, era posible mantener los estamentos sociales, el rango y honor familiar. (Soto, 2019)”. Así mismo otro de los ejes centrales que predominaba era la procreación, la descendencia y la opinión de la sociedad, pues mientras más hijos, mayor prestigio se tenía, así mismo la relación que mantenían era muy contradictoria a la que hoy en día vemos en un matrimonio, pues para aquel siglo era normal que se mantuviera el espacio individual entre la pareja, sus dormitorios estaban separados y cada uno de ellos tenía su propio gabinete donde después del aseo podían recibir visitas. Cada espacio permitía una vida completamente independiente, lo que demuestra el claro distanciamiento personal entre ambos.
Es por ello que Saramago al plasmar a estos dos personajes en la obra, establece un contraste temporal, en donde la pareja se desarrolla con ciertas peculiaridades pertenecientes a la contemporaneidad, a pesar de estar en el siglo XVIII, pues tanto como Blimunda y Baltasar habían olvidado sus intereses personales, la procreación como principio, y el estatus social, solo se mostraban así mismos con sus deseos sin darle importancia al juicio que la sociedad generaría sobre ellos, marcando en la historia un amor liberal y sin paradigmas,
“Sietesoles de apodo, si lo merece tanto cansancio, pero es un constante sol para esta mujer, no porque siempre brille, sino por existir, escondido de nubes, tapado de eclipses, pero vivo, santo Dios, y le abre los brazos, quién, los abre él a ella, los abre ella a él, ambos, son el escándalo de Mafra, que se agarren así en la plaza pública, y con edad de sobra, quizá es porque nunca han tenido hijos, o tal vez se ven más jóvenes de lo que son, pobres ciegos, o puede que sean estos dos los únicos seres humanos que como son se ven, es ese el modo más difícil de ver, ahora que están juntos hasta nuestros ojos son capaces de ver que se han vuelto hermosos (Saramago, 2015)”.
Claramente podemos ver el contraste temporal que existe en esta escena, pues el desarrollo y la transformación por la que han pasado, iniciando por un casamiento acelerado que los llevo a relacionarse más afondo, para que sus personalidades se ajustaran la una con la otra hasta convertirse en esa pareja contemporánea, fuera de lugar, adelantados a su época, no son más que un escándalo en Mafra, conocidos por su comportamiento poco apropiado y común que los vuelve únicos y diferentes al resto, Así mismo otro aspecto que Saramago muestra del amor contemporáneo que tenían, son, el compartimiento de alegrías, tristezas y necesidades, pues ellos ya eran uno solo, su objetivo giraba en torno a ayudar a construir la passarola, intereses individuales no existían, “La gran tristeza de Baltasar y Blimunda es no tener una red que pueda ser lanzada hasta las estrellas, y traer acá el éter que las sostiene (Saramago, 2015, pág. 67)”. Podemos ver como su preocupación era una sola todo se enfocaba en torno al trabajo que desempeñaban dentro de la construcción de la passarola, mostrándonos que no había el común espacio individual que en ese entonces los matrimonios estaban acostumbrados a proyectar.
A partir de los diferentes puntos expuestos, se puede decir que Saramago tenía grandes expectativas del matrimonio contemporáneo, y como este debía de ser, libre y sin esquemas, como el de Blimunda y Baltasar, sin importar el juicio de la sociedad sobre ellos, por lo tanto, se encargó de plasmar en su obra a través de diferentes recursos literarios siendo uno de estos la simbología, con el cual muestra la visión clara de diferentes aspectos sociales que influyen en una relación conyugal, como el contexto religioso y cultural, brindando la oportunidad de que el lector pueda interpretar sus pensamientos e ideales sobre el tema, ubicando a la pareja fuera de tiempo generando contrastes con la cultura y el idealismo del siglo XVII, así mismo la obra nos deja un campo totalmente abierto a ser interpretado, en el cual se puede buscar la profundidad de las diferentes perspectivas sobre la visión crítica que ha plasmado en su obra.
Referencias Bibliográficas
- Harlan, C. (31 de Agosto de 2016). ABOUT ESPAÑOL. Obtenido de Símbolo: https://www.aboutespanol.com/simbolo-2207007
- Saramago, J. (2006). Memorial del convento. Lisboa: Geminis.Ltda.
- Soto, M. M. (30 de Junio de 2019). EL MATRIMONIO Y LA MUJER EN EL SIGLO XVIII. Obtenido de EL MATRIMONIO Y LA MUJER EN EL SIGLO XVIII: https://www.ugr.es/~inveliteraria/PDF/MATRIMONIO%20Y%20LA%20MUJER%20EN%20EL%20SIGLO%20XVIII.pdf