La Representación De Los Elementos En La Civilización
Introducción
El Imperio Inca, fue una soberanía muy grande y una de las antiguas civilizaciones andinas que gobernaron en ese entonces el continente americano, constituido desde el siglo XIII en los altiplanos andinos del Perú. Su soberano, el Inca era la máxima autoridad, considerado como el hijo del dios Inti (Sol). Los Incas eran un pueblo muy importante y preponderante en América del Sur, y que desde años anteriores sus habitantes se habían desarrollado, formando así una próspera civilización y un gran emporio.
Desarrollo
La capital de este imperio estaba situada en la ciudad de Cusco, lo cual comprendió cerca de dos millones de kilómetros cuadrados entre el Océano Pacífico y la selva amazónica. Estas civilizaciones andinas construyeron cuantiosas fortalezas de piedra en el centro de los Andes como Machu Picchu. También se realizaron construcciones militares y conmemorativas como el Inca Huasi, Sacsayhuamán y edificaciones de carácter religioso. La religión incaica era politeísta (creencia en varios dioses), y estaba presente en todos sus aldeanos como el culto a sus dioses.
La mayoría de sus ídolos representan elementos de la naturaleza, lo cual le mostraban veneración y respeto por ellos. La mayoría de las festividades que se celebraban en el Cuzco eran dirigidas por el Inca, mientras que el resto de fiestas del Tahuantinsuyo eran por un representante de él. Una de las festividades religiosas se encargaban los sacerdotes, y el más importante era Huillac Umu. Pero este imperio empezó a debilitarse debido a la guerra civil entre Huáscar y Atahualpa, desde la muerte su padre, el Inca Huayna Capac que gobernó durante casi treinta a cuarenta años.
Él era respetado y fielmente obedecido por sus súbditos, que lo respetan como un ser celestial hacia el año 1524. Tiempo después que sucedieron aquellos hechos, el imperio pasó a manos de Atahualpa tras ganar la batalla contra Huáscar obteniendo así el poder total y el trono incaico. Poco tiempo, hubo una guerra civil entre los dos hermanos, lo cual en dicho encuentro, Atahualpa fue el vencedor. En tiempo de invasión, hecho por los españoles, abrazaba un territorio cuya extensión no bajaba de mil quinientas millas de norte a sur a lo largo del Océano Pacífico.
Su anchura de este a oeste era mucho menos considerable, sirviendo de límites las grandes cordilleras de los Andes, que se prolongan del uno al otro de sus extremos en toda su longitud. Francisco Pizarro era un soldado muy vivaz y lleno de esencia aventurera, capaz de explorar nuevos mundos, y la persona que va a ejercer un rol relevante a lo largo de la historia. Llegó a ser un buen soldado; aunque estaba sin apoyo, sin protección, no contaba con fortunas, tenía escasos conocimientos, pero el descubrimiento de América cambió su destino y pudo abrir paso a su espíritu emprendedor y ambicioso.
Pizarro partió el 14 de noviembre de 1524, o en 1525. No llevaba más que un solo buque, tripulado por ciento doce o ciento catorce soldados. Los españoles desconocían completamente el mar del Sur; así que el tiempo elegido para la partida era el menos favorable de todo el año, pues los vientos periódicos que entonces reinaban eran contrarios al camino que Pizarro debía seguir. Después de que Pizarro tuvo complicados viajes de exploración en los años 1524 y 1526, decidió viajar a España. Carlos V, rey de España, dispuso la redacción de un convenio para la exploración y conquista en el Perú.
Conclusión
Los españoles se dirigieron a América en su primer viaje hacia el año 1527 realizando su primera aparición al Perú desembarcando en Tumbes. Allí contemplaron un espectáculo de una civilización del imperio peruano. Pizarro empezó a dialogar y entablar relaciones amistosas con los habitantes nativos, para así averiguar y tener información sobre el país. Ellos, le ofrecieron algunos ejemplares de los productos nativos, y una cierta cantidad de adornos en oro y plata; después de esta experiencia, Pizarro nació desde Panamá. Cuando después de su larga ausencia aquellos aventureros desembarcaron en Panamá a fines de 1528.