La Sociedad Red, Reseña del Libro
El libro se centra en una estructura social construida alrededor de las redes: La sociedad red. Para empezar, aclaramos que una red no es un nodo, sino un conjunto de nodos interconectados. Por lo general existen nodos centrales, cuya función dependerá de su interacción con otros nodos y la programación de la red. A continuación, se muestran ejemplos de los tipos de red: centralizada, descentralizada y distribuida.
Entre las redes existe tanto competencia como cooperación. Cooperan en la comunicación mediante el uso de protocolos y puntos de conexión, y compiten entre ellas según cual tiene mayor eficiencia, esto puede llegar a ser una amenaza cuando interfiere en los protocolos de otras redes. La relación entre redes se basa en la interacción, que debe ser constante y flexible.
El poder estatal depende principalmente de los pensamientos y creencias de la gente, el sistema mediático tiene una gran influencia en este tipo de poder. Una red puede llegar a dominar al ser humano, cuando esto ocurre los medios de comunicación consiguen un gran poder social. A veces tener el poder no tiene por qué estar relacionado con el gobierno, por ello el concepto de “valor” lo asignan los que tienen realmente el poder, aquellos con capacidad de determinar el valor de las cosas.
Se dice que las redes mediáticas son el 4º poder, pero según Manuel Castells, son algo más, son el espacio donde se crea el poder. Por no hablar de la importancia de la creación de los medios, el poder para crear redes que generalmente tienen los propietarios y directivos de los medios.
El autor trata de analizar a “Las Siete Magníficas”: Disney, NewsCorp, CBS, NBC, Time Warner, Viacom y Bertelsmann. Además de hablar también de las empresas: Google, Yahoo, Apple y Microsoft. Hace hincapié en la importancia del mercado global, las redes, en un principio se programan en base a alcanzar determinados objetivos. Para las empresas, la globalización en el mercado financiero puede ser uno de los factores más influyentes en la maximización de sus beneficios, otro de los aspectos a tener en cuenta es el aumento necesario su poder político y, por último, conservar la audiencia que le hará mantener y aumentar su capital financiero y cultural.
“Los señores de las redes”, así denomina Castells a los dueños de las redes dominantes, aquellas con gran poder global e influencia social (como las redes políticas de algunos estados). Ellos tienen la capacidad de programar la “metarred” de redes de comunicación.
Castells refleja una concepción mentalista del poder, repite en numerosas ocasiones que lo esencial en el poder es la capacidad de dominar la mente humana, para llevar a cabo la coacción es necesaria la dominación. Demuestra cierto escepticismo hacia el poder de los estados, que deben garantizar el funcionamiento de las redes de poder político y que permitan funcionar a las demás redes; podría decirse que no tienen un gran control sobre las redes globales de comunicación.
