Las Fake News Y La Libertad De Expresión
Ante la situación que estamos viviendo a nivel mundial es inevitable que existan noticias falsas originadas en páginas web y se propaguen rápidamente a través de las redes sociales. En el último año, el uso del término ‘fake news’ ha aumentado un 365% llegando a convertirse en la palabra del 2017 para el diccionario Collins. En la actualidad, hay muchas personas que recurren a estas plataformas como fuente principal de información en vez de recurrir a los periódicos digitales donde nos ofrecen, en la mayoría de los casos, una información verídica y fiable, o debería ser así. Aunque, cabe destacar que no toda la información que recibimos es cien por cien objetiva, puesto que cada medio de comunicación tiende a expresar su ideología modificando sus puntos de vista según de qué partido político se identifiquen. Esto es muy común sobre todo en la televisión, si comparamos el noticiario del canal de “La sexta” con “Televisión Española” podemos ver las diferencias de pensamientos, y así con otras cadenas y rotativos.
En España, según el artículo 20 de La Constitución española de 1978 se reconocen y protegen los derechos a expresar y difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones mediante la palabra, el escrito o cualquier otro medio de reproducción, a la producción y creación literaria, artística, científica y técnica, a la libertad de cátedra y a comunicar o recibir libremente información veraz por cualquier medio de difusión. Es decir, que todo ciudadano tiene derecho a expresar con total libertad su opinión y a recibir información mediante cualquier medio informativo o reproductor. Sin embargo, la libertad de expresión es un tema muy restringido en nuestro país dado que existen muchos casos de cantantes que han manifestado alguna idea en contra de lo establecido y han acabado detenidos, e incluso en prisión por solo expresar una opinión. Hoy por hoy, en la situación que estamos sobrellevando con la pandemia mundial, en nuestro país es delito propagar información falsa. Ha habido hasta 200 casos de acciones de desinformación sobre la crisis del coronavirus en lo que llevamos en situación de estado de alarma, y páginas dedicadas a desmontar estos bulos han recibido más de 420 de mentiras, dato que le preocupa a las organizaciones de la Unión Europea y la OTAN, y de ahí que la Unión haya puesto en marcha un sistema de alerta rápida que trata de detectar esos bulos o desinformaciones con los que sus autores pretenden dañar.
A lo que voy es, ¿hasta qué punto debería haber libertad de expresión? ¿De verdad existe una libertad de expresión en todo el mundo?
Como bien señala el artículo 20.4 de La Constitución española, el primer límite que existe para expresar una opinión son los mismos derechos a la vida y el no ser discriminado. Los más mencionados por el artículo son los derechos al honor, a la intimidad personal y familiar, y a la propia imagen. Es algo muy necesario de recordar, puesto que hay personas que piensan que su opinión debe de ser respetada, pero pienso fielmente que desde que tu pensamiento discrimine a un colectivo en concreto ya no se considera una opinión que se pueda respetar. Es por eso, que en el caso de España con el partido político de VOX, muchas personas piensan que debe de estar prohibido debido a varios vídeos que han salido de sus políticos y de su líder Santiago Abascal discriminando a ciertos colectivos como son el de la mujer entre otros. Ese tema ha dado mucha polémica en nuestro país, lo que nos hace plantearnos seriamente si estamos cumpliendo los límites establecidos o si cumplimos La Constitución cuando nos beneficie.
Si es cierto que hay que mencionar que existen delitos contra el honor. El artículo 205 define como calumnia la imputación de un delito hecha con conocimiento de su falsedad o temerario desprecio hacia la verdad, las cuales son castigadas con penas de prisión de seis a dos años de multa, de doce a 24 meses si se propagan vía publicidad, o con multas de seis a doce meses. Por otra parte, las injurias se definen en el artículo 208 como la acción o expresión que lesionan la dignidad de otra persona, desacreditando su fama o atentando contra su propia estimación, siendo castigadas estas con multas de seis a catorce meses, o en otros casos de tres a siete meses.
Eso es en términos de legalidad, como anteriormente mencionaba, hay muchos medios por donde nos podemos expresar, entre ellos la prensa. La libertad de prensa es el derecho que poseen los medios de comunicación de investigar e informar sin ningún tipo de limitaciones. Han habido numerosos casos de periodistas que han desaparecido o han fallecido en varios países. En 2016, 75 informadores murieron por realizar su trabajo de investigación, 349 fueron encarcelados y 52 permanecían secuestrados al final del año. En los países que se ha visto gravemente afectada eran Cuba, Corea del Norte, y Eritrea, siendo este último el que más. En España nos vemos realmente afectados ante la manipulación de los medios en cuanto a las noticias, tal y como mencionaba en la introducción. Este dato podría responder a mi pregunta de si en todos los países existe una libertad.
A pesar de que en la Declaración Universal de Derechos Humanos el artículo 19 asegura que todo el mundo tiene derecho a buscar y recibir noticias y expresar su opinión, hay hasta diez países donde ese derecho ha sido restringido e impedido denominándose una autocensura. En esos casos, los medios están a cargo del poder y el estado, donde planteo yo la hipótesis de que en esos lugares el número de noticias falsas es más elevado que en cualquier otro.
Las personas relacionamos la falta la libertad con países donde existe una dictadura, pero hasta en los países más grandes como son Estados Unidos, entre otros, ocurren casos iguales. Hace unos años en las elecciones para presidencia, Hillary Clinton sufrió un hackeo masivo donde las redes se llenaron de desinformación y propaganda para favorecer la llegada de Donald Trump al poder. Este suceso puede ser una buena representación de la influencia tan grande que tienen las fake news en un país tan grande y desinformado.
En resumen, durante la disertación me he planteado numerosas dudas sobre la libertad de expresión en la actualidad, y tengo como conclusión que, aún siendo un derecho, muchas personas no lo toman en serio. La diferencia entre países es muy notable y que en realidad no existe cien por cien una libertad para poder expresarnos, ni por redes sociales, ni los propios medios de comunicación. Pero sobre todo, el mayor problema que se nos presenta es la propagación tan rápida de noticias falsas como consecuencia de la evolución tecnológica que hemos vivido en la última década. Vivimos en un mundo desinformado y si nosotros mismos no tenemos la verdad absoluta nos puede afectar a nuestras opiniones y a la de los demás.