Moda y el Comercio Electrónico en América Latina

Introducción

Dos de los problemas que siempre están presentes en América Latina son el futuro inserto y el deseo de imitar las industrias de la moda de otros países como los de Europa, y por eso las marcas locales hacen frente a desafíos y límites. De hecho, la gente más rica del continente sigue prefiriendo comprar a Zara en lugar de invertir en una pieza de un creador local. Una de las soluciones para estas marcas locales podría ser producir localmente, pero vender al extranjero gracias al desarrollo del e-commerce.

Desarrollo

La relación de América Latina con la industria de la moda es dual. Por un lado, es un territorio rico en materias primas y por el otro, la crisis económica, las desigualdades y los movimientos políticos de la región se enfrentan a una creatividad que se inspira en sus raíces ancestrales y en la visión de un mundo contemporáneo que se nutre de la globalización y de la fast fashion. Las grandes marcas locales continúan enfrentándose a las enseñas internacionales, por lo que este año se han dedicado a ajustar sus estrategias y a invertir en proyectos de expansión de diversa índole. En el camino, algunas de ellas no han resistido los embates económicos.

Por ejemplo, Alpargatas, una famosa empresa brasilera de calzados e artigos esportivos con marcas como Havaianas, Osklen, Mizuno e Dupé, sufre de este futuro incierto. De hecho, Márcio Utsch dejó el cargo de CEO después de permanecer en él por 15 años, en los que convirtió a la empresa en el primer grupo de calzado de América del Sur. El escándalo de corrupción de Petrobras en noviembre de 2015 empañó a Camargo Correo, el propietario de Alpargatas, y desencadenó que esta pasara por diferentes manos, que vendiera algunas de las marcas, que recortara personal y que cerrara algunas de sus plantas productivas. Utsch será reemplazado en el primer trimestre de 2019 por Roberto Funari que deberá hacer frente a las iniciativas liberales, medidas proteccionistas y políticas de ultraderecha anunciadas por el presidente electo Jair Bolsonaro.

Durante 2019, la región ha recibido nuevos centros comerciales con innumerables metros cuadrados para ofrecer tanto marcas nacionales como extranjeras, es difícil para las marcas locales encontrar su lugar y es difícil para estos grandes supermercados soportar el incierto futuro de América Latina. Por ejemplo, el complejo Buenos Aires Design de Argentina está al borde del cierre a causa de la prohibición de negociaciones en moneda extranjera y las restricciones a las importaciones en Venezuela, esto ha provocado una desocupación en los centros comerciales que alcanza hasta un 10 % en algunos casos. Por lo tanto, el futuro parece incierto para América Latina, sus marcas locales y los supermercados donde se venden estas marcas locales.

• Proteger el emblemático patrimonio estilístico de América Latina y apoyar a su frágil ecosistema de artesanos es un desafío

La industria de la moda tiene un valor de aproximadamente 1.2 trillones de dólares y emplea a unas 4.200.000 personas a nivel mundial en una estructura que comprende tanto a minoristas con presencia internacional Zara o H&M por ejemplo como a miles de pequeñas tiendas, propiedad de diseñadores independientes. Establecer qué protección reciben los accesorios y prendas de vestir para proteger un patrimonio estilístico no siempre es una tarea fácil, hay varios elementos a tener en cuenta y estos elementos varían según la región y el país.

Los países latinoamericanos tienen interpretaciones diferentes al respecto que no facilitan la protección del emblemático patrimonio estilístico de América Latina. En Perú, por ejemplo, el Indecopi (Instituto nacional de defensa de la competencia y de la protección de la propiedad intelectual) elaboró ​​una Guía de derecho de autor en la Industria de la moda. En esta especificación que las prendas de vestir y accesorios como guantes, pañuelos o sombreros- pueden posiblemente una creación artística bajo la clasificación de obra de arte aplicada. Pese a tener la misma definición del arte aplicado, la Dirección Nacional de Derecho de Autor en Colombia tiene una interpretación muy diferente. En 2016, Colombia modificó que las prendas de vestir no son protegibles bajo el régimen de derechos de autor. Chile saldó estas controversias interpretativas en 2003,

Pero eso no es suficiente para proteger el emblemático patrimonio estilístico de América Latina y apoyar a su frágil ecosistema de artesanos es un desafío. De hecho, la industria de la moda se mueve y evoluciona constantemente gracias a la creatividad de miles de personas, y por eso proteger sus obras no es una cuestión menor. La disparidad existente en las legislaciones constituye un obstáculo para este sector, inmerso en la globalización y que trabaja en torno a tendencias internacionales. Por eso, proteger el emblemático patrimonio estilístico es importante, especialmente en regiones como América Latina.

• El largo camino del e-commerce: un desafío para las marcas locales

El comercio electrónico en la región avanza a paso firme con ventas por 57 000 millones de dólares en 2019, lideradas por Brasil y México que responden por más de la mitad de esta cifra. Además, América Latina aporta cerca del 3 % del comercio electrónico mundial y que esto ha sido posible gracias a la reducción de la brecha digital, la inversión en infraestructura ya una población cada vez más bancarizada. El e-commerce es realmente un desafío para las marcas locales de América Latina.

De hecho, la moda se posiciona como uno de los rubros preferidos para los compradores online de América Latina. La categoría de ropa, calzado y accesorios se posiciona entre las favoritas para comprar en Argentina, Colombia, Chile, México y Perú, según un estudio de la plataforma de comercio electrónico Linio. 

Conclusión

Según la plataforma, el comercio electrónico en América Latina está concentrado principalmente en Brasil, con una participación de entre 42 y 44%. En México, el comercio electrónico se sitúa entre el 12 y el 15% y ha advertido un 59%. En Argentina, por su parte, el comercio electrónico ocupa únicamente entre un 8,9% y un 14%. Además, en menos de 10 años se espera una penetración de internet del 85% en toda la región, de los cuales unos 459 millones serán usuarios de internet móvil, es decir, 2,5 millones de dispositivos conectados. 

Por eso, el e-commerce es realmente un desafío para las marcas locales de América Latina que desean vender en la región. El comercio electrónico es cada vez más importante para las marcas de moda porque les permite diseñar nuevas estrategias para acercarse y conquistar a los consumidores del mundo de una manera más eficiente.