Las Normas De La Publicidad Y La Competencia Aceptable

Resumen

Sabemos que las normas de publicidad son claras, los anuncios no deben mostrar contenido explícito de violencia, sin embargo como se puede decidir lo que es o no aceptable, como diferenciamos si un anuncio es de mal gusto u ofensivo, acerca de esos límites abordaremos en este ensayo.

Introducción

Los anuncios influyen en varias decisiones que tomamos día a día, hay anuncios de comida, ropa, electrodomésticos, entre otros, estos los podemos observar por diferentes medios de comunicación.

Muchas veces las empresas que hacen un anuncio buscan que impacte en sus consumidores, así que recurren a diversas estrategias para promocionarse, así en ciertas ocasiones usan temas que saben que generan controversia. Es en estos caso donde juzgar si algunos anuncios que indudablemente son ofensivos deben ser prohibidos nos presenta un desafío.

Al fin y al cabo, se pueden encontrar diversas opiniones acerca de un mismo tema, ya que lo que una persona encuentra ofensiva, otra lo encontrará perfectamente aceptable. Y, viceversa, lo que a una persona le parece gracioso y divertido a otro le causará angustia y/o molestia.

Por lo cual, debemos tener en cuenta que hay anuncios que generan controversia y aunque no causan una ofensa absoluta, aún plantean inquietudes, ya que se consideran de mal gusto.

Desarrollo

Las reglas de la publicidad dejan abierta la posibilidad de que algunos anuncios pueden ser desagradables.

Solo porque a algunas personas no les agrada un anuncio, por diversos motivos (es irritante, tiene imágenes fuertes, que consideran desagradables o es un tema que incomoda a algunas personas), no es una razón para que un anuncio sea prohibido o censurado.

Para poder tomar una decisión en esta área de la publicidad hay que ser un poco subjetivos, así que recurrimos a las reglas que conocemos para hacer un inicio que sea lo más equilibrado.

El primer punto a tomar en cuenta es la audiencia que probablemente vea el anuncio y pensar ¿El contenido será adecuado, se alineará a su forma de pensar? ¿Se podrá comprender ‘ll que queremos transmitir?, debemos de limitar nuestro público, no es lo mismo buscar atraer la atención de un niño, que de un adolescente o adulto.

El segundo punto es analizar en que medios queremos que aparezca el anuncio, dependiendo de esto se puede maximizar o minimizar el riesgo de que un anuncio sea de mal gusto o cause ofensas.

El tercer punto a tener en cuenta es el contexto en el que aparece un anuncio y el producto que está siendo promocionado, por ejemplo, Pepsi en una propaganda, aprovechó las huelgas que normalmente se desarrollan en un país para promocionar su bebida, causando incomodidad entre algunas personas que participan en este tipo de protestas, por eso es necesario usar los contextos con cuidado y de forma estratégica para reducir la probabilidad de que un anuncio provoque una reacción negativa entre los espectadores.

El cuarto punto son los estándares que prevalecen en la sociedad. Al tomar una decisión sobre si prohibir los anuncios por ofensa, tomamos en cuenta la forma en que los individuos, grupos o la sociedad en general pueden ver el anuncio y reaccionar ante él. Para ayudar a juzgar los estándares vigentes, se realiza una investigación del consumidor para averiguar qué le preocupa a las personas, que puede ofenderlos y en qué momento creen que se debe trazar los límites, esto para poder tomar mejores decisiones.

Para finalizar es importante que tomemos en cuenta estos cuatro puntos, al momento de definir el anuncio, tener claro qué es lo queremos transmitir y tomar buenas decisiones con la información obtenida por nuestro público objetivo.

Conclusión

En conclusión los anuncios muchas veces pueden ser extravagantes, fantásticos, molestos, entre otros. No a todos les gustarán, pero si tomamos en cuenta los puntos antes mencionamos y tomamos decisiones informadas, así para algunos sean extraños no caeran en terminos de ofensivos. Caso contrario tendrán que ser sancionados y quedarán como antecedentes para futuros anuncios.

Referencias bibliográficas

  1. Rodriguez, M. (2017). Entre el mal gusto y el delito en la publicidad. Recuperado de https://www.modaes.com/blogs/elaltavoz/entre-el-mal-gusto-y-el-delito-en-la-publicidad.html
  2. Pazoz, J., Capurro, A., MacKee, G., Escalante, A. (2018). Lineamientos sobre competencia desleal y publicidad comercial. Indecopi. (1). Recuperado de: https://issuu.com/indecopi/docs/lineamientos_2018_ccd
  3. Piedfort, M. (2019). 12 malas publicidades y errores de marketing para aprender qué no hacer. Recuperado de: https://www.workzone.com/blog/bad-ads/
14 Jun 2021
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