Lesiones Más Comunes En El Deporte De Escalada

Los dedos de los escaladores son una parte anatómica muy cuidada por estos deportistas. Saben que allí quedan suspendidos los kilogramos corporales en la roca. Si los dedos no funcionan correctamente puede producirse una caída.

Los escaladores entrenan sus dedos y los protegen con algunos accesorios diseñados especialmente para esto. Pero aún así, las lesiones allí se suceden de forma repetitiva, y aunque prevenibles, es lógico sospechar que todo escalador atravesará una lesión en alguno de sus dedos.

Si bien el peso corporal se distribuye, al escalar, en todos los miembros superiores y parte de los inferiores, la transmisión de los dedos no es completa. Sólo una parte de la energía se comparte con otras articulaciones como el hombro.

Entre las lesiones asociadas a escalada deportiva, el 41% sucede en los dedos de la mano, y muy lejanamente, un 13% en los codos, en segundo lugar. Esto denota la importancia de esta región anatómica en el deporte.

De acuerdo a la configuración interna de la mano, el problema principal es la tensión extrema. Al escalar, los dedos sufren tirones hacia uno y otro lado, que a veces pueden soportar, y otras veces no.

Anatomía de los dedos de la mano

La mano tiene infinidad de componentes, entre partes duras y parte blandas. También posee vasos sanguíneos, linfáticos y elementos del sistema neuronal. Todo funciona armónicamente para realizar los movimientos.

Centrándonos en los dedos de los escaladores, lo que nos interesa resaltar son los tendones, los ligamentos y las poleas. En estos elementos se concentran el grueso de las lesiones deportivas de este grupo de atletas.

Los tendones unen un músculo con un hueso. En la mano, los que se encuentran por encima, en el dorso, son los tendones extensores. Aquellos que circulan por debajo son los flexores, y sirven para cerrar el puño o agarrar algo.

Entre los ligamentos hay varios y de diversas formas. Tienen una función de estabilización de las articulaciones, conteniéndolas para que no se salgan de su sitio. El ligamento es elástico, pero tiene un límite de estiramiento, por sobre el cual se produce el esguince.

Finalmente, están las poleas. Las poleas pueden ser anulares o cruciformes, y se trata de tejido blando que recubre las falanges –huesos del interior de los dedos. Las poleas anulares tienen forma de anillos y las cruciformes tienen forma de cruz. Una de sus funciones básicas es mantener a los tendones cerca del hueso.

Las 3 lesiones más comunes en los dedos de los escaladores

Aunque expuestos a diversos traumatismos y problemas en las manos, son en realidad tres las lesiones más comunes en los dedos de los escaladores:

  1. Desgarro del tendón flexor: los tendones flexores son muy largos, ya que nacen arriba de la mano y llegan hasta los dedos. Las poleas mantienen a los tendones cerca de las falanges. Si se desgarran, los tendones flexores duelen en algún punto de su recorrido y se limita el movimiento de los dedos. En general, se hace imposible cerrar el puño.
  2. Rotura de la polea A2: las poleas de los dedos están numeradas para su estudio anatómico. Una de ellas es la denominada A2. Este punto es extremadamente sensible para la escalada y representa, posiblemente, la lesión en los dedos de los escaladores más frecuente. Cuando se desgarra la polea A2 hay un chasquido audible en el momento, seguido de dolor en los dedos, frecuentemente donde se inician las falanges. Se acumula líquido y el edema inflama la zona. Rara vez necesita una cirugía para corregirse. Suele bastar la inmovilización.
  3. Lesión en el ligamento colateral: todas las articulaciones de los dedos poseen a sus costados un ligamento colateral. Como durante las maniobras de escalada puede haber movimientos de péndulo con el cuerpo, hacia un lado y el otro, el sobreesfuerzo de este ligamento es grande. No siempre requerirá cirugía, aunque es una posibilidad.

 

Tratamientos y Conclusión

La primera medida que se indica cuando hay lesiones en los dedos de los escaladores es el reposo. Se debe detener la escalada hasta poder evaluar fehacientemente el alcance de lo sucedido.

Son medidas básicas, pero eficientes, aplicar frío en la zona del dolor y realizar movimientos suaves. Los movimientos deben ser controlados, guiados por la otra mano, y a una velocidad lenta.

En la consulta médica se solicitarán métodos complementarios de imagen para evaluar el caso. No todos los escaladores consultan siempre, pero se recomienda hacerlo, sobre todo si los dedos están muy inflamados, la piel ha cambiado de color o la impotencia funcional es excesiva.

Entre las imágenes más solicitadas por los médicos tenemos la radiografía y la resonancia magnética nuclear. También es posible que se soliciten ecografías de los dedos, específicamente de sus partes blandas, para conocer la cantidad de líquido acumulado.

Con los resultados y el diagnóstico establecido se plantea una terapéutica. Casi siempre es reposo e inmovilización, más el uso de algún antiinflamatorio. Los casos quirúrgicos son definidos por un traumatólogo, en general cuando hay desgarros completos o cuando pasó más de un mes sin recuperación completa.

El regreso a las actividades tras una lesión en los dedos de un escalador debe ser progresivo. No se puede volver a la escalada inmediatamente con toda la potencia. Se debe planificar un entrenamiento de rehabilitación a mediano plazo.

17 February 2022
close
Tu email

Haciendo clic en “Enviar”, estás de acuerdo con nuestros Términos de Servicio y  Estatutos de Privacidad. Te enviaremos ocasionalmente emails relacionados con tu cuenta.

close thanks-icon
¡Gracias!

Su muestra de ensayo ha sido enviada.

Ordenar ahora

Utilizamos cookies para brindarte la mejor experiencia posible. Al continuar, asumiremos que estás de acuerdo con nuestra política de cookies.