Literatura Contra Hegemónica en el Proceso de Descolonización

El presente ensayo literario ejemplo, pretende visibilizar los aportes de las tendencias contra hegemónicas en el proceso de descolonización, es decir, reflexionar las formas en las que el abordaje a estas lecturas desde el área de Comunicación y Lenguajes permitiría fortalecer el proceso de descolonización desde la educación. En este sentido, el texto que se presenta a continuación, parte de explicar las principales ideas en torno a los textos de la lectura, el establecimiento de un análisis relacional entre ellos y finalmente la presentación de las potencialidades de los textos en el proceso de abordaje a la descolonización, haciendo referencia a situaciones prácticas concretas de la realidad educativa.

Es importante considerar que la cultura Quechua y Aymara, consideradas como las civilizaciones avanzadas del continente Americano perduraron en sus formas originales de comprender el Mundo, siendo recíprocos con él además de velar por el Medio Ambiente, el Cosmos con el cuál se tenía una relación estrecha por el conocimiento de las constelaciones, la luna, las estrellas, el sol para el establecer conductas en torno a la agricultura, fuente de energía para el desarrollo de una civilización en plenitud hasta la llegada de los españoles al Imperio Inca o territorio Aymara Quechua que por azares del destino se convirtieron en “Indios”, apelativo despectivo que perduró hasta 1953 y es cambiado por el de campesinos, etnias, aborígenes, pueblos indígenas – originarios.

En todo este tiempo el Indigenismo en Latinoamérica fue utilizado como una estrategia política importante por parte de los europeos que llegaron a colonizar con el poder de la Iglesia y tan inhumano resultó el maltrato a los indios que a través del tiempo tuvieron que emerger voces que fueron gestadas en ellos mismos para salir en su defensa.

Con una mirada racista, los españoles entendían que los indios carecían de facultades intelectuales debido a su ignorancia, su calidad de bestias de carga, su trabajo en las minas, etc., razón por la cual resultaba imposible poder gobernarse a sí mismos, por tanto debían ser controlados tanto por la Corona como por la Iglesia.

Para la Iglesia, los indios fueron considerados como herejes por lo que instauró la catequización, obligándoles a creer en Dios, rechazar su lengua, sus creencias, tradiciones y costumbres que formaban parte de su vida misma, si desobedecían sufrían severos castigos los pueblos que se negaban a creer en el Dios europeo, lo que condujo al etnocidio.

A fines del siglo XIX y principios del siglo XX surgen las corrientes indigenistas literarias que hablan sobre el indígena y su problemática, un claro ejemplo es Alcides Arguedas con su obra Raza de Bronce, publicada en 1919 quien describe al indio dominado por los terratenientes con escenas desgarradoras, generándose así la denuncia por la marginación y explotación. Muestra al indio como un ser ignorante que necesita de la protección de los demás, que tiene que estudiar y superarse para mejorar su calidad de vida.

El Indigenismo es un término derivado de la palabra indígena, con este denominativo se agruparon intelectuales, artistas y políticos. Desde su posición denunciaron el trato inhumano, la situación de miseria y la explotación de la población indígena como elemento básico de nacionalidad. Con el tiempo el Indigenismo llega a constituirse como una corriente cultural, política y antropológica con el fin de estudiar y valorar las culturas indígenas rechazando los mecanismos de discriminación y etnocentrismo que despojaron y humillaron a los pueblos indígenas.

En la segunda mitad del siglo XX, durante esta época se dieron varios acontecimientos que iniciarán dando protagonismo al “indio” quien es considerado ahora campesino. Se inicia un empoderamiento del campesino, entendiendo que no es aquel ser indefenso que necesita ser guiado y protegido, así como defendido.

En la segunda mitad del siglo XX emergen voces indígenas que comienzan a reflexionar sobre su propia realidad vivida desde el colonialismo, por lo que el indianismo comienza a madurar para tomar las riendas de su propio pensamiento político y social, desde la comprensión de sus estructuras y cosmovisiones, lo que le permite asumir la tarea de reflexionar sobre su propia comunidad sin la intervención de agentes externos que piensan de diferente manera sobre la construcción del Mundo y sus formas de convivencia.

El Indianismo es definido por el Instituto Indigenista Interamericano como “una formulación política y una corriente ideológica para países de América en términos de su viabilidad como naciones modernas, de realización de su proyecto nacional y de definición de su identidad” (Instituto Indigenista Interamericano 1991).

Lo que se entiende es que de acuerdo a las lecturas asumidas la ideología indianista de Fausto Reinaga influyó en el movimiento indianista tanto en su discurso como en la construcción de un partido político debido a la reflexión centrada sobre el fenómeno étnico – racial que para él significó un problema socio – político central en Bolivia y que implicó: La postulación del indio como sujeto político, la revolución subjetiva desde una reinterpretación del carácter histórico del indio y la crítica al Estado colonial para comenzar a construir un nuevo Estado basado en las perspectivas del indianismo.

Otra de las corrientes que surgió en la década de los 70 es el Katarismo, entendido como un movimiento indigenista, indianista, nacionalista y marxista que surge en el contexto de la conformación de los movimientos indianistas, la lucha sindical campesina y la reorganización de los partidos políticos de izquierda.

El discurso y proyecto político del Katarismo, que no descarta elementos indianistas, son interpretados desde la perspectiva marxistas e indigenistas con influencias de algunos sacerdotes como Xabier Albó y Gregorio Iriarte. Como kataristas interpretan el problema “étnico-clasista” de los pueblos colonizados para reivindicar la lucha nacionalista y obrero campesino, es decir: tierra para el campesino, ciudadanización efectiva, participación política, etc.

El katarismo proclama su inserción en las luchas sociales a través del sindicalismo campesino en la vida política boliviana y critica a los indianistas por negar a clase campesina, al socialismo y por tomar una posición etnicista y racista.

Ahora bien, es necesario reflexionar en torno a que el indianismo, el indigenismo y el katarismo, desde mi perspectiva, si bien tienen una raíz histórica diferente, en esencia interpelan a los movimientos colonialistas, con marcadas diferencias que incluso llegan a contradecirse, algo que sí es necesario resaltar es que sea desde una perspectiva o de la otra, existe una tendencia por plantear una “recomposición” una revalorización, una recuperación identitaria alejada de visiones homogenizantes.

Es necesario considerar de que los textos que hemos leído, no siempre han formado parte de un proceso sistemático de enseñanza, es más, muchos de estos textos, sobre todo el de Fausto Reinaga, tienen un impulso recién en esta última década, era impensable leerlo anteriormente por toda la situación política que se vivía en los gobiernos más conservadores.

Lo que sí quiero enfatizar, es que no necesariamente en el proceso educativo debe plantearse una postura, es decir declararse o no indigenista o indianista, la postura –si es que en caso fuera necesaria- debe partir de un análisis personal, tal como lo plantea el enfoque histórico cultural, cada persona obedece a una situación social del desarrollo, es decir, a un contexto social, cultural, económico y político, y sólo a partir del análisis que se pueda hacer de los textos es que uno puede o no optar por alguna postura.

Ahora bien, lo que sí me interesa en este proceso es poder plantear un abanico de posibilidades de análisis histórico – literario. Es este aspecto el que fundamentalmente se plantea que se pueda trabajar para arribar a un proceso de interpelación de la realidad, de cuestionarse cómo es que se han dado los procesos históricos y cómo es que ellos han calado en la idiosincrasia boliviana, y en la configuración de estereotipos sociales, procesos de discriminación, relegación, marginación y la lucha por el establecimiento de criterios que permitan cuestionar procesos de opresión.

En todo este proceso, es necesario estar claros de que existe una opinión que poco a poco ha ido ganando terreno y es el hecho de que se considera que el modelo educativo sociocomunitario y productivo, es un modelo que busca regresar al Tawantinsuyo, pero hay que estar claro de que no se trata de eso, si bien se plantea resaltar los saberes, conocimientos, la recuperación de la lengua, y el fortalecimiento de la identidad cultural, se lo hace en relación y diálogo con los conocimientos científicos, la ciencia sólo puede aportar con soluciones a la sociedad cuando tiene una filosofía detrás de ella, una historia, un sentido, aspectos que sólo pueden lograrse a partir de conocer nuestra historia.

Es en este sentido de que los textos van a permitir ampliar una mirada analítica y desarrollar una postura crítica ante la realidad, conociendo la historia y las tendencias contra hegemónicas que se han ido configurando en nuestra realidad.

El proceso de descolonización, tal como lo plantea la ley 070, en educación secundaria, si bien pudieran plantearse diferentes estrategias metodológicas para trabajarse, el análisis documental crítico, es una alternativa que permitirá conocer en primer lugar los datos históricos, las posturas generadas en el proceso de interpelación, para luego extrapolar algunos criterios a una análisis de la realidad, sólo este proceso permitirá generar una conciencia histórica que nos permitirá cuestionarnos prácticas que definitivamente están casi naturalizadas, como son procesos de discriminación, generación de estereotipos, relaciones de poder y otros.

En conclusión, en calidad de maestros y maestras debemos considerar, responsablemente, la propuesta de descolonización de la educación en el modelo educativo sociocomunitario productivo porque está orientado a la valoración de la cultura e identidad de los pueblos indígenas en calidad de seres humanos con los mismos derechos y oportunidades. La historia nos ha mostrado que la esencia de nuestros pueblos ancestrales no se ha perdido, pero que se debe potenciar a desde la misma educación. Apuntando el cambio de ideas y actitudes, apuntando sobre todo a un proceso de cambio de mentalidad.

Bibliografía

  1. Mamour, D. (s/a). Recorrido de la literatura indigenista del siglo XX en Latinoamérica: Análisis de una muestra de novelas. En Módulo 9, de la maestría en Comunicación y Lenguajes de la Universidad Pedagógica de Sucre.
  2. Arguedas, A. (2006). Raza de bronce. En Módulo 9, de la maestría en Comunicación y Lenguajes de la Universidad Pedagógica de Sucre.
  3. Lara, J. (s/a). La realidad boliviana en la narrativa. En Módulo 9, de la maestría en Comunicación y Lenguajes de la Universidad Pedagógica de Sucre.
  4. Reinaga, F. (2010). La revolución india. En Módulo 9, de la maestría en Comunicación y Lenguajes de la Universidad Pedagógica de Sucre.
08 November 2022
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