Literatura en Universidad Estatal Amazonica
Introducción
La historia arranca con el juicio público a Hester Prynne en la plaza de la Boston incipiente y puritana de mediados del siglo XVII. Se le acusa de adulterio al tener una hija ilegítima mientras su marido no había llegado aún a América. Hester es condenada a lucir la letra escarlata A de adúltera en el pecho para lucir su vergüenza para siempre. Aunque jueces, magistrados y reverendos interpelan en numerosas ocasiones a Hester para averiguar quien es el padre de su hija, Pearl, la mujer se niega a desvelarlo. Incluso ante las adversidades que le impone a través de los años un pueblo severo, rígido e inflexible, Hester demuestra continuamente una valentía, una dignidad, una lealtad y una resignación extraordinarias que incluso le hará valer la admiración de la misma comunidad que la abomina.
En primer lugar mencionar que la novela es completamente diferente a la película. Por un lado la adaptación cinematográfica se centra en el amor prohibido previo al juicio severo del pueblo de Boston (lo que vende; mucho sexo apasionado y frases empalagosas). En cambio, la novela original de Hawthorne arranca con el juicio y se centra en la vida de Hester Prynne después de la condena, sin que el personaje del padre (al que a lo largo de la reseña pienso mantener en el anonimato para no ningún spoiler, aunque solo hace falta leer la sinopsis o ver el tráiler para descubrirlo) tenga tanto protagonismo. Por decirlo de alguna manera, la película se centra en él a priori del juicio y la novela en él a posteriori. Así, no estamos ante una historia de amor imposible, sino ante una narración que retrata la hipocresía de la sociedad centrándose en el sufrimiento de la protagonista. En segundo lugar, lo que más me gustó del libro fue la manera con que Hawthorne retrata la sociedad de esa época ya Hester Prynne. Se trata de un libro corto y vemos como la narración se divide básicamente en dos partes: la primera es la condena de la protagonista cuyo coraje, bondad, discreción y nobleza la parte en uno de esos personajes inolvidables que pocas veces un lector tiene la suerte de conocer. La segunda parte se centra más en el sufrimiento del padre, que no confiesa por falta de aplomo y valor, y la venganza que planea el viejo marido de Hester, Roger Chillingworth, contra él when finalmente llega.
Desarrollo
En el período de tiempo cuando la letra escarlata tiene lugar, no existía una feminista en el sentido moderno, sin embargo, el personaje de Hester combina ideas tradicionales de comportamiento femenino con una perspectiva rebelde y de libre pensamiento que puede verse como un precursor de la filosofía feminista posterior. Cuando el lector la ve por primera vez, Hester es descrita como una hermosa madre nueva que se parece a la Virgen María. La Virgen María es el último símbolo de la piedad femenina, pero también es, como Hester, una mujer que concibió un hijo fuera del matrimonio. Hester ha desafiado de manera similar la convención, pero en su caso la implicación es que ella ha tenido relaciones sexuales por placer, no solo por procreación. Ella desafía aún más a su comunidad al negarse a nombrar al padre del bebé. Dado que las autoridades de su sociedad son todos hombres, esta negativa es el único tipo de poder que Hester puede afirmar. Las autoridades pueden castigarla, pero no pueden obligarla a revelar su secreto. Al reclamar la única forma de poder disponible para ella, el poder de guardar un secreto, Hester muestra una agencia feminista sobre su propia vida.
La reacción de Hester a su castigo puede parecer el modelo de obediencia femenina, pero de hecho contiene un elemento de rebeldía y radicalismo en su autosuficiencia y determinación para mantener a su hijo. Es una madre devota y su hábil costura la alinea con una ocupación femenina tradicional que se considera apropiada y respetable. Pero su condición de madre soltera trabajadora, completamente responsable del bienestar de su hija, pero también libre de criar a Pearl como quiera, hace que Hester sea un modelo de autosuficiencia femenina. Del mismo modo, su aislamiento e independencia le permiten cuestionar ideas que la mayoría de las personas dan por sentadas: La carta escarlata era su pasaporte a regiones que otras mujeres no se atrevían a pisar. Ella llega a ver que muchas de las expectativas e ideas que rigen el comportamiento de las personas en la realidad no tienen otro propósito que el de crear control social. En particular, Hester se da cuenta de que las mujeres son tratadas injustamente y, a menudo, viven vidas infelices como resultado: La naturaleza misma del sexo opuesto … Que parece una posición justa y adecuada.
Hester expresas tendencias feministas cuando le pide a Dimmesdale que abandone Nueva Inglaterra y comience una nueva vida con ella y Pearl, pero su eventual regreso a su comunidad demuestra una declaración de independencia y liberación personal más adecuada. Mientras habla con Dimmesdale, Hester arranca la letra escarlata y se quita la gorra para soltarse el pelo, simbolizando su rechazo a los intentos de la sociedad por controlarla. Si bien la letra escarlata es un castigo diseñado específicamente para ella, cualquier mujer respetable de la época habría usado una gorra, por lo que Hester está rechazando todas las formas en que las mujeres están sujetas al control patriarcal: Su sexo, su juventud y el conjunto la riqueza de su belleza volvió. Sin embargo, a pesar de este comportamiento rebelde, la novela termina cuando Hester regresa voluntariamente a Nueva Inglaterra y continúa usando la letra escarlata. Esto difícilmente parece un acto feminista de rebelión.
Pero al usar la carta por elección, no por obligación, Hester continúa con su autodeterminación feminista. A medida que continúa apoyando a otras mujeres que luchan en la comunidad, extiende su liberación personal a otras que sufren bajo el patriarcado. Al vivir la vida que elige, Hester encarna ideas poderosas sobre la agencia femenina y la igualdad. Extender su liberación personal a otras que sufren bajo el patriarcado. Al vivir la vida que elige, Hester encarna ideas poderosas sobre la agencia femenina y la igualdad. Extender su liberación personal a otras que sufren bajo el patriarcado. Al vivir la vida que elige, Hester encarna ideas poderosas sobre la agencia femenina y la igualdad.
Conclusión
En conclusión, un clásico de la literatura norteamericana, un relato triste y duro, centrado en sus melancólicos personajes, que retrata la innata hipocresía de la sociedad ayer emanaba de la rigidez religiosa, hoy aunque el origen es más sutil el resultado no es mucho mejor. Una lectura imprescindible y más que adecuado por el pasado Día Internacional de la Mujer.
