Lo Que Es el Trauma Emocional

Introducción

Los traumas emocionales. Toda experiencia cercana a la muerte, sea real o imaginaria, como un secuestro, un robo, un abuso, una violación, todas estas experiencias producen en nuestra psiquis una marca. Tenemos que tener en cuenta que nuestra mente tiene la capacidad de resistir, por ejemplo a la angustia, pero hay experiencias difíciles y duras que las resistimos. Ahora, ¿qué pasa cuando nos desborda la angustia? Es entonces cuando se produce lo que llamamos el estrés postraumático, también conocido como trauma emocional.

Desarrollo

Todas estas experiencias producen una marca, y esa marca nos obliga a llevar adelante ciertas conductas que no buscamos. La primera que vamos a nombrar son los recuerdos o los flashbacks. Esto ocurre cuando la persona que ha pasado por una experiencia traumática de a momentos experimenta los recuerdos del hecho de forma repetitiva. Esos recuerdos pueden ser: olores, una palabra o un lugar que hacen que la persona se sienta invadida por ellos y revive toda la situación nuevamente. Es decir, revive la experiencia traumática otra vez.

O sea, vuelve a sentir en esas imágenes que aparecen la misma sensación de cuando le robaron, de cuando lo secuestraron, de cuando lo abusaron. Pero estas imágenes repetitivas llevan también a la hipervigilancia. Es decir que la persona que pasó por una experiencia de robo está hiperatenta y empieza a construir un futuro oscuro, porque siente que eso que le sucedió se va a repetir.

Este es el punto importante, porque esa sensación roba la esperanza, entonces la persona que sufrió un trauma desarrolla estrés, depresión o ataques de pánico. Esto sucede porque en su mente todo lo que pasó en un área dolorosa se puede manifestar en otra área totalmente distinta. Ese síntoma está diciendo que hay una experiencia en el pasado que no está sanada, que no está curada totalmente. Por eso la persona que tiene estrés postraumático tiene que hacer psicoeducación.

¿Qué es la psicoeducación? Primero, la persona debe aprender a detectar qué tipos de síntomas tiene para saber si lo que sufre es estrés postraumático.

Una vez que lo haga, entonces tiene que entender que los flashbacks o las imágenes repetitivas son algo normal y que la depresión, la hipervigilancia y la culpa son síntomas normales. Ellos aparecen como reacciones de nuestro cuerpo y como consecuencia la persona no descansa bien, tiene pesadillas, insomnio o duerme mucho. Es una manera de evadirse, aislarse de todo para no sentir.

En esta etapa debemos distinguir entre dos tipos de trauma: tipo I y tipo II.

• El tipo I se da solamente una vez en la vida: es una experiencia puntual que hace que uno recuerde con exactitud de detalles lo que sucedió. Por ejemplo: ver un accidente o un cadáver.
• El tipo II, en cambio, es el trauma repetitivo, que aparece con el paso del tiempo y que puede surgir como consecuencia de un abuso sexual, por ejemplo. En ese caso, la persona lo cuenta como si le estuviera pasando a otro, lo revive pero se disocia. Es decir, se separan las ideas de las emociones.

Conclusión

Todos estos síntomas hay que entenderlos, hay que permitirse estar mal. Hay que entender que es normal sentir bronca, miedos, resignación, furia, injusticia, impotencia; no olvidemos permitirnos estar mal. Tenemos que recordar que todo lo que guardamos se transforma en un peso emocional, en una carga.

Hay una famosa frase que dice: Cuando expresamos lo que tenemos, deja de ser peligroso. Hay que recordarla, sobre todo en estos casos. Por eso tenemos que buscar a quién contarle lo que nos pasa porque de esa manera nos curamos: hablando, poniendo en palabras lo que nos pasó y rompiendo el secreto. Porque lo que hace el secreto es perpetuar el trauma, y todo lo que evitamos trae una falsa seguridad.