Los Alimentos Transgénicos Y La Ingeniería Genética

En los últimos años se han evidenciado grandes desarrollos y avances en la industria alimentaria, y con ello significativos cambios en los alimentos que las importantes industrias ofrecen al mercado mundial, esto se debe a que dichas industrias que tratan con alimentos se han dedicado a un campo laboral específico; la ingeniería genética y su constante esfuerzo por introducir al mercado alimentos u organismos modificados genéticamente.

Dichos organismos han sido categorizados como uno de los campos o temas más controversiales en el área de la ciencia (Kurzgesagt, 2017) al igual que los procesos que conlleva una clonación genética y todas sus consecuencias. Esto es debido a que la manera de percibir de cada individuo con respecto a los alimentos genéticamente modificados sigue siendo un taboo en la actualidad, así mismo existe una gran variedad de posturas con respecto a la ingeniería genética, puesto que la mayoría de personas suponen que estos alimentos son perjudiciales para la salud debido a que su origen no dispone de una fuente netamente natural, sino más bien artificial. Y otro grupo de individuos defiende que estos alimentos no presentan riesgo alguno para la salud humana una vez ingeridos en la alimentación diaria.

Es por ello que en este ensayo se busca analizar cada aspecto de los alimentos genéticamente modificados en relación al ser humano y lo que consume en su dieta, el punto de vista de las grandes y principales industrias que crean estos alimentos y sus objetivos a largo plazo, para así lograr comprender el gran mundo de la ingeniería genética, todo lo que esta abarca respondiendo de esta manera la interrogante a continuación: ¿De qué manera influye en el organismo del ser humano la ingesta prolongada de alimentos transgénicos?

“El que sobrevive es el que mejor se ha adaptado al medio, no el que parece ser más fuerte que el resto” (Darwin, 1859). La modificación genética busca la supremacía de ciertas especies que se desarrollan en el entorno natural, acaparando de esta manera los procesos que conllevan a lo que corresponde la selección natural. La selección natural se basa prácticamente en la lucha de las especies por sobrevivir, debatiendo así factores tales como agua, nutrientes, espacio, luz solar, entre otros factores los cuales se encuentran inmersos la resistencia a su medio, como el ser depredado por especies superiores, o el simple hecho de resistir a plagas que amenacen con eliminar a una especie por completo, como en el caso de las plantas.

Este aspecto a desarrollar en cada una de las especies dispone de una gran demanda de tiempo y años de evolución es por ello que la ingeniería genética propone el mejoramiento de cada una de estas especies modificando sus genes para conservar así la especie, haciéndola más resistente con respecto al medio en el que se desarrolla.

La mejora de la genética en alimentos ha sido para muchos agricultores el pilar central de la productividad a lo largo de los años (Innes, 2016) esto es debido a que los alimentos que se modifican genéticamente tienden a ser más resistentes a plagas, ser más vistosos, más coloridos y proponen al consumidor un mejor sabor que el alimento original, lo que se conoce a su vez como alimentos transgénicos.

Los alimentos transgénicos corresponden a una clasificación de los alimentos genéticamente modificados. Los transgénicos son básicamente aquellos que su genética fue modificada por medio de la ingeniería genética, como su nombre lo indica, la cual cambia dicho consumible de manera que estos contengan al menos un gen cambiado correspondiente a otra especie totalmente distinta alterando su composición genética, de esta manera se introducen nuevas características a las plantas, por ejemplo. Entre estas se encuentran el maíz, algodón, canola, y semillas de soya. Es por esta razón que, al menos un alimento en la dieta del ser humano contiene modificaciones genéticas y el individuo que lo consume posiblemente no lo sabía.

Los seres humanos han modificado plantas y animales durante miles de años, esto quiere decir que desde la antigüedad existieron indicios ya, de modificaciones genéticas en la naturaleza por parte de la mano del hombre. Según (Landry, 2015) los humanos en la prehistoria se dedicaron a cruzar las especies más fuertes, y con características más beneficiosas entre sí para obtener de ellas una súper especie capaz de subsistir a los cambios que se presenten en el medio natural.

Es así como estas plantas y animales entrecruzados fueron desarrollando aún más estas características que hacían de estas especies distintas al resto de generación a generación. Por ello los consumibles que se conocen hoy en día son producto de una larga evolución genética que desde sus inicios fue cambiando hasta llegar a ser lo que se está familiarizado hoy en día.

Lo que propone la ingeniería genética, a diferencia de los métodos prehistóricos de selección, es lograr que estos alimentos sean manejables a tal punto de traer beneficios al ser humano.

17 February 2022
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