Los Medios Masivos de Comunicación y las Elecciones Presidenciales en México
Los medios masivos de comunicación se han apoderado de la conciencia de la sociedad en pleno siglo XXI. Estos medios masivos están destinados a persuadir a esta sociedad, con mensajes ocultos, publicidades manipuladoras, etcétera. Desde la aparición de la radio y la televisión este fenómeno no ha cesado, día a día la publicidad que se observa y escucha en estos medios está estratégicamente colocada para que el mensaje llegue al público deseado de la manera en la que se pretende desde un principio; hoy en día los nuevos medios de comunicación, conocidos como “redes sociales”, han provocado que este fenómeno persuasivo sea cada vez más presente y fuerte.Al igual que en la publicidad y en otros aspectos, los medios masivos de comunicación están involucrados en las campañas políticas y procesos electorales de cualquier país. El papel que han tomado los medios masivos de comunicación en las campañas políticas ha ido evolucionando a través del tiempo. Hablando específicamente de México, a partir de la aparición de estos medios, las campañas políticas, principalmente de los candidatos a la presidencia de la república se han modificado mayormente a favor de los políticos y en contra de la sociedad mexicana.
Por este motivo, el contexto en el que se desenvuelve la población en el momento de las campañas electorales es de suma importancia y afecta la decisión final de los votantes:“Las relaciones entre políticos, medios y público se desarrollan en un contexto sociopolítico que influye de forma decisiva en todo el proceso. Se pueden mencionar tres factores de este contexto que son relevantes para explicar los resultados de las tres últimas elecciones presidenciales 1994, 2000 y 2006:
- la evaluación de los ciudadanos sobre el gobierno en turno
- las condiciones estructurales que facilitan la influencia de los medios y las campañas,
- algunas circunstancias sociopolíticas extraordinarias como las crisis económicas o políticas.” (Espino-Sánchez, 2011)
Esto quiere decir que influye en si los ciudadanos están o no conformes con el gobierno vigente lo que afecta directamente su confianza al partido político en turno; el contexto en el que se halle la sociedad; y las circunstancias en las que se encuentre la sociedad, principalmente los problemas políticos y económicos del país. Tan solo estos tres factores ayudan a los partidos políticos y a sus campañas a encontrar estrategias adecuadas para persuadirlos y prácticamente obligarlos a votar por ellos.
Los medios masivos de comunicación hacen aún más fácil este trabajo de persuadir al público con todo el contenido “basura” que manipula la mente del votante sin que se dé cuenta. Un ejemplo claro de la manipulación por parte de los medios fue la campaña política del Partido Acción Nacional (PAN) en las elecciones presidenciales del 2006. Durante éstas el candidato a la presidencia por parte de este partido, Felipe Calderón Hinojosa, se encontraba debajo en las encuestas de popularidad superado de Andrés Manuel López Obrador, candidato por el partido coalición por el bien de todos, lo que orilló al PAN a contratar a Dick Morris, quien se encargó de restructurar la campaña. La principal propuesta de este asesor fue atacar al oponente para reducir los puntos de ventaja. Para que esto sucediera el PAN se vio con la necesidad de superar el presupuesto establecido por el Instituto Federal Electoral (IFE) para campañas políticas, del cual el 70% de este fue destinado a la producción de spots y compra de tiempo de aire en espacios televisivos (Portillo, 2012). La estrategia utilizada por el comité de campaña política de Felipe Calderón fueron los spots de campaña. Según Julio Juárez Gámiz los spots de campaña son elementos complejos de comunicación política debido a que su contenido, dadas las características de la comunicación audiovisual, puede mezclar diversas narrativas en una sola producción de 20 ó 30 segundos (Gámiz, 2007).
Esta campaña con spots fue conocida como “la campaña del miedo”, en la cual “se utilizaron estrategias discursivas y retóricas para asociar la imagen del candidato López Obrador con el “peligro para México”” (Portillo, 2012). Este argumento sobre López Obrador está vigente hasta hoy en día, después de casi 12 años desde su aparición, gracias a los medios masivos de comunicación que lo siguen propagando a la sociedad mexicana. Es sorprendente lo importante que pueden llegar a ser los medios masivos de comunicación en las campañas políticas. Con este simple ejemplo -de muchos casos que se han dado en el periodo de elecciones presidenciales- se puede englobar lo que en realidad sucede en nuestro país, pues los mismos candidatos, que dicen ser amigos del pueblo, solo buscan destruirlo. No importa si utilizan los medios masivos de comunicación u otras formas para persuadir a los ciudadanos, la mayoría de los candidatos, si no es que todos, buscan persuadir y engañar a la sociedad.Sin embargo, no todos los aspectos de las campañas políticas son negativos.
Los medios masivos de comunicación también favorecen a la sociedad, ya que ayudan a conocer a los candidatos mediante la emisión de éstos en los medios masivos, conocer sus propuestas y estar actualizados en todo momento de la contienda electoral. También, gracias a estos medios, los candidatos tienen la oportunidad de conocer las necesidades y peticiones de la ciudadanía, sobre todo a través de los nuevos medios de comunicación como Facebook y Twitter. Ejemplo claro de esta situación son las páginas oficiales, tanto de Facebook como de Twitter, de los presentes candidatos a la presidencia de la república. Los principales postulantes, como José Antonio Meade, Ricardo Anaya y Andrés Manuel López Obrador, utilizan este medio para expresar en sus propuestas temas que involucran la situación actual del país, leer las peticiones de la ciudadanía y estar activos en la vida de ésta. Podría mencionar más razones defendiendo la relación de los medios masivos de comunicación con las campañas electorales, pero soy consciente que los efectos negativos de esta relación superan a los efectos positivos. La sociedad mexicana tiene que crear conciencia de que los medios masivos de comunicación, principalmente en las campañas políticas, no buscan nuestro bien, sino usarnos para que otros sean los beneficiados.
