Los Valores Atípicos De Nuestra Sociedad
Muchas son las señales que reflejan que algo preocupante está ocurriendo en nuestra sociedad. Nuestra sociedad soporta una grave crisis del lenguaje. Toda sociedad próspera procura mantener un pacto social con el idioma. Saber bien lo que se dice, a quién se dice y cómo se dice evita la violencia, porque en ocasiones el lenguaje se convierte en la violencia misma.
El mal uso del lenguaje es síntoma de indisciplina social, de disgusto por lo estético y de indiferencia por las normas colectivas que animan la sociedad. Estos son los hilos argumentales por los cuales, con raras excepciones, se guía el conjunto de la sociedad. La integridad es un síntoma de elevada cultura, porque ella hace que el ciudadano, los gobernantes y los empresarios ajusten su conducta, no por el temor al castigo, sino respecto de unos valores asumidos libremente como guías. Gran parte de los diagnósticos referidos al comportamiento en la actualidad llegan a la conclusión de que las nuevas generaciones no tienen los mismos valores de las generaciones anteriores.
Con ello no se quiere decir que la sociedad tenga que quedarse anclada en el pasado, sin buscar actualizarse y modernizarse de acuerdo con los tiempos que corren. Pero sí debe admitirse que enfrentamos una profunda crisis de valores y que, en consecuencia, se hace indispensable pensar en revalorizar aquellos que fueron dejados de lado, porque significan, de alguna manera u otra, límites al descontrol y freno al desenfado y a las «avivadas», a las que tantos son proclives en nuestros días. Es evidente que la educación es incapaz de hacer con los menores y jóvenes lo que la sociedad adulta no está dispuesta a hacer consigo misma. Los valores, a diferencia del lenguaje, la matemática o los idiomas, no pueden ser transmitidos en el sentido clásico de la enseñanza escolar.
Por el contrario, se los cultiva a partir de la imitación, identificación e interacción con las personas que viven de acuerdo con esos valores.
Todos nos preguntamos ¿Como podemos recuperar los valores perdidos en nuestra educación? Pues, la verdad no es nada fácil reconstruir todo lo que hemos destrozado. No es en la escuela solamente, son los padres y familiares que han hecho de nuestros niños personas sin valores, sin conciencia.
Si queremos recuperar esos valores que hemos perdido en nuestras escuelas y colegios, debemos empezar a forjar niños con amor desde la educación inicial, hacer charlas con los padres, tener una comunicación estrecha con nuestros alumnos.
Son estas cosas las que queremos evitar, que nuestros niños y adolescentes, crezcan en anti valores si queremos un mundo mejor desde ahora debemos empezar por educar en amor, es esa la idea que seamos primero los adultos los que tengamos valores, sino lo tenemos nosotros, ni lo tendrán nuestros hijos, ni nuestros alumnos o niños cercanos.