Los Videojuegos, La Delgada Línea Entre Aficción Y Adicción

Los videojuegos han estado presentes en nuestra sociedad durante mucho tiempo, exactamente los primeros juegos de computadora aparecieron en la década de 1940, pero no fue hasta 1970 cuando se creó la primera videoconsola de sobremesa por la compañía electrónica Magnavox. La Magnavox Odyssey creada por Ralph Baer.

Durante todo este tiempo este tipo de entretenimiento ha ido evolucionando a pasos agigantados hasta llegar a la actualidad, donde gracias a las múltiples consolas y millones de juegos lanzados, enganchan a personas de todos los lugares del planeta hasta tal punto de convertirse en adictos a los videojuegos. Sobre este tema constará este post, así como de sus peligros y formas de prevenirlo y tratarlo.

Mucha gente puede confundir ser adicto con ser aficionado a algún tipo de actividad, de hecho estos términos se parecen, ya que un aficionado pasa mucho tiempo realizando lo que le gusta por el simple hecho de que le apasiona hacerlo. Pero hay una gran diferencia con ser adicto, ya que esto implica una serie de problemas en tu vida cotidiana, algo que a una persona aficionada no le ocurre porque sabe donde se encuentra el límite.

En cuanto a la adicción a los videojuegos, también conocida como Game Disorder por la Organización Mundial de la Salud, queda definida como un trastorno mental basado en el uso compulsivo de videojuegos, incrementando el deseo de jugar y del grado de prioridad que se le da al juego en relación con otros intereses y actividades diarias. Debido a esto ha sido la primera enfermedad de adicción tecnológica de la historia en la OMS, reconocida en 2018 y que entrará en vigor en 2022.

La adicción a los videojuegos no tiene un fácil reconocimiento, ya que es un proceso donde han de manifestarse de manera constante algunos de los síntomas de esta conducta durante 12 meses para que su diagnóstico sea válido. ¿Y qué tipo de síntomas son? Pues algunos de estos comportamientos más acentuados y reconocibles en una persona adicta a los videojuegos son:

  • Trastorno de sueño
  • Distanciamiento de familia y amigos
  • Desinterés por actividades favoritas
  • No respetar horarios establecidos
  • Problemas de estudios o ineficiencia en el trabajo
  • Agresividad o irritabilidad cuando se lleva un tiempo sin jugar o se retrasa la hora de juego

A menudo muchas personas se preguntan si este tipo de adicción puede tratarse, y la respuesta es SÍ, y más a partir de ahora, con la inclusión de la adicción a los videojuegos como un tipo de enfermedad en la OMS. Pero existe una diferencia entre el tratamiento para adultos y el tratamiento para niños o adolescentes. Aunque es menos frecuente en adultos, también existe esta adicción en grandes cantidades de personas y su tratamiento se basa en la visita a clínicas o programas específicos mediante terapias que intentan dar a entender a las personas que sufren de ello, que pueden lograr la satisfacción en la vida real sin regalar todo su tiempo a los videojuegos. En cuanto a niños y adolescentes es más complicado porque debe ser impuesto por los padres, ellos no sienten que tengan un problema e incluso no entienden que tengan que dejar de hacer algo que le gusta. Algunas de las recomendaciones que se suele hacer a los padres cuando existe la posibilidad de que su hijo sea adicto a los videojuegos son:

  • Introducción de juegos educativos
  • Animar al niño a jugar en grupo para evitar el aislamiento
  • Acordar horarios y condiciones de juego
  • Mantener escucha activa con el niño por si le dedica tanto tiempo debido a problemas personales
  • Retirar la consola como último caso si es necesario durante un tiempo

Para concienciar a la gente de hasta donde puede llegar esta adicción, solo hay que basarse en las palabras de la doctora Sophia Achab, directora del programa sobre comportamientos adictivos en el Hospital Universitario de Ginebra, que trata esta adicción y donde habla de uno de sus pacientes que le impresionó con tan solo 22 años: «Había abandonado la escuela dos años antes y se negaba a salir de su habitación, donde jugaba 18 horas diarias. Debido al sedentarismo, se le habían formado coágulos sanguíneos en las piernas».

En conclusión, la adicción a los videojuegos es algo que afecta negativamente en la sociedad actual, pero que gracias a la inclusión en la OMS será más fácil prevenir y tratar, ya que es uno de los motivos más importantes por los que estar alerta desde temprana edad.

¿Y tú, sabrías diferenciar la delgada línea entre afición y adicción?

20 Jun 2021
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