Los Videojuegos Y La Violencia En Los Menores De Edad

Desde los años 80´s los videojuegos han llegado a cada continente, lugar y casa de toda la población, logrando de esta forma ser una parte muy importante en la vida de las personas que se han visto envueltas en este gran medio de entretenimiento. Los videojuegos más populares, en su mayoría, son violentos llegando a ser catalogados como “PG-18+” (solo para mayores de edad), esta categoría es muy irrespetada en las familias y en las personas adultas, debido a que les permiten a los menores de edad, sobre todo niños, tener acceso a este tipo de entretenimiento violento sin ningún tipo de control o supervisión adulta y responsable, que le permitan entender con mayor claridad al menor que es lo que está viendo. Por ende es un error etiquetar a los videojuegos como un promotor de violencia en los menores de edad, si no que este problema puede provenir de un trasfondo mayor en el ambiente social y/o escolar en el que está envuelto el menor.

No es un secreto que el mundo se está transformando en algo digital y dependiente de la tecnología, con esto las personas y sobre todo los jóvenes se han vuelto “adictos” a los medios tecnológicos como un computador, celular o consola de videojuegos, llegando a pasar la mayor parte del tiempo en estos medios tecnológicos sin ningún tipo de control o regulación. Dicho lo anterior nos hemos podido dar cuenta de que los niños y jóvenes no se divierten como antes, pues ahora prefieren permanecer delante de una pantalla que jugar al aire libre con sus amigos, como se solía hacer hace más de una década. “Según la OMS…El 61,9 por ciento de los preescolares (3 a 4 años) pasan tiempo excesivo frente a las pantallas; es decir, más de cuatro horas al día. Y en adolescentes se incrementa: pasa al 76, 6 por ciento.” (El Tiempo, 2018), pues como podemos evidenciar, los niños desde temprana edad ya están jugando videojuegos de manera excesiva, y que al paso de los años el tiempo en que permanecen en la pantalla se va excediendo.

Cabe aclarar que el tiempo que se pase jugando videojuegos no promueve la violencia, sino la falta de control por parte de los padres hacia el tipo de videojuegos y el grado de madurez que se necesita para jugarlos, ya que en esta temprana edad los niños no tienen la capacidad de diferenciar lo que es bueno y malo en la vida, y al no tener a los padres que lo ayuden, el menor asumirá que lo que se está presenciando es lo correcto y tratará de imitar esos sucesos en su comportamiento. Para corroborar lo anterior según un estudio realizado por el Oxford Internet Institute, publicado en Royal Society Open Science, niega que haya evidencias de que exista una relación entre el comportamiento agresivo en los jóvenes y el tiempo que pasan jugando a videojuegos violentos, además el estudio realizado reveló que los jóvenes que poseen una mayor madurez intelectual y buen monitoreo por parte de sus padres no poseen un comportamiento agresivo hacia ninguna persona, que los jóvenes que tienen mayor independencia e inmadurez.

No solo la falta de control y supervisión por parte de los padres afecta a los niños, sino que también la presión que las familias pueden estar ejerciendo sobre ellos, este tipo de presión puede provocar que el menor presente estrés y ansiedad que puede cambiar su personalidad en su totalidad. Como presión me refiero a que muchas familias, la mayor parte sólo los padres, buscan que los menores sean los mejores en todo y siempre sean perfectos no solo académicamente, sino que en todo en lo que se desempeñan en su vida, cargándolos de responsabilidades innecesarias a esas edades, sin dejarlo disfrutar de su infancia en su totalidad, lo anterior planteado se puede corroborar con la afirmación de Isabel Menéndez Benavente, psicóloga especializada en niños y adolescentes, expuesta en la revista “la vanguardia”, donde dice que los padres de hoy en día quieren que sus hijos estén bien formados, sean competitivos y con gran rendimiento sin tener en cuenta las capacidades del menor y sin importarles si ellos poseen los mismos intereses o el cómo se siente el menor con esas exigencias, además esto en gran medida puede provocar un trastorno en el aspecto emocional, generando un comportamiento agresivo y evasivo a las personas en general. Lo anterior comprueba además que la violencia y el comportamiento antisocial en los menores puede ser generada en el ámbito familiar, por el miedo a no lograr satisfacer todo lo exigido.

Además es importante comentar que es importante que el menor tenga un ambiente óptimo de desarrollo sin violencia intrafamiliar o de algún tipo de abusos, ya que el menor puede llegar a desahogarse de manera violenta con sus compañeros, docentes o cualquier persona que haga acciones en las que el menor no está de acuerdo, llegando a considerar a todos como una especie de “amenaza” innecesaria.

Otro factor muy importante en la que debemos enfocarnos es en el entorno escolar, debido a que muchos menores están envueltos en episodios de “bullying” por parte de sus compañeros, ocasionando que el menor refleje estas conductas en el hogar o trate de solucionar su situación por medio de conductas violentas a todos los que le rodeen, por el miedo a que los lastimen y los vuelvan a hacer sufrir. Además las escuelas de hoy en día afianzan el estrés y la ansiedad de sobresalir sobre los demás y sacar excelentes notas, sin entender que no todas las personas poseen las mismas capacidades, siempre tratando de llevar a todos en una fila con la cabeza en una sola dirección, evitando que los menores puedan llegar a explotar sus habilidades y atributos con gusto y emoción, esto lo puedo corroborar con la siguiente afirmación:

El sistema educativo se podría reducir a una competencia en donde la utilidad de varias especies de animales serán medidas en su habilidad para escalar un árbol, no se toma en cuenta si uno de los participantes es por ejemplo un pez. Que un pez no pueda escalar un árbol no significa que posea menos valor que otro animal que sí pueda. WordPress.

Cabe recordar y subrayar que los videojuegos con temáticas violentas y de escenas explícitas, con categoría para mayores de edad (+18), no están diseñados obviamente para menores de edad. Por esta razón se debe de tener respeto a esta norma y no involucrar a los menores con este tipo de entretenimiento, sin ningún tipo de excusa, debido a que en esta etapa el cerebro es una esponja que absorbe todo tipo de información para su óptimo desarrollo, y si el menor tiene acceso a este entretenimiento, y con obvias razones el menor va a desarrollar estas conductas no deseadas. Por esto los padres deben de tomar conciencia y supervisar a los niños de lo que ven y enseñarles lo que es real y lo que es ficticio, además de lo que es bueno y malo.

Se puede evidenciar que la perspectiva que las personas poseen sobre los videojuegos como un promotor de violencia es en cierta parte errónea, debido a que esta problemática puede llegar a provenir de un problema con un trasfondo mayor desde el entorno familiar, donde los padres tienen la responsabilidad de la educación ética y moral de los menores, con base a la presión y el control que estos les dan a sus hijos, informándoles acerca de la realidad y la ficción, para facilitar el buen desarrollo del menor.

Referencias bibliográficas

• yuleikaguzman, 2016. Sistema educativo actual y como afecta de manera negativa a la sociedad.https://yuleikaguzman.wordpress.com/2014/05/02/sistema-educativo-actual-y-como-afecta-de-manera-negativa-a-la-sociedad/ .
• Menéndez, 2011. ¿Qué pasa si los padres exigen demasiado?. https://www.lavanguardia.com/estilos-de-vida/20111202/54239517855/que-pasa-si-los-padres-exigen-demasiado.html.
• Oxfort internet institute, 2017. Estudio acerca de la violencia en los menores de edad. Royal Society Open Science.
• El Tiempo, 2018. Los videojuegos no causan violencia en EE.UU https://www.eltiempo.com/tecnosfera/novedades-tecnologia/influencia-de-videojuegos-en-la-violencia-de-estados-unidos-200654