Maltrato A La Mujer, Un Paso Al Feminicidio
La violencia contra las mujeres es una infracción grave a los derechos humanos; es un impacto que conlleva a muchas consecuencias; psicológicas, físicas, sexuales e incluso a la muerte; esta afecta de manera negativa en la tranquilidad y el bienestar de cada una de las víctimas, creando un atentado contra su derecho a la libertad, a la seguridad, a la vida y a la dignidad; impidiendo así que tengan su plena participación en la sociedad. Asimismo, es la expresión extrema de la desigualdad y de la represión o sometimiento en el que viven las mujeres en el mundo. Cabe resaltar que la violencia es un fenómeno social, que ha estado presente desde los primeros indicios de la sociedad, circulando a través de distintas formaciones económicas y sociales, debido a que ha estado presente a lo largo de la historia evolutiva del hombre.
En la actualidad, la violencia contra la mujer se ha reconocido como un problema a escala mundial y como un grave inconveniente para el desarrollo y la paz; presentando numerosas dimensiones que van desde la discriminación y el menosprecio, hasta la agresión física o psicológica y el asesinato, produciéndose en diferentes entornos: familiar, laboral, entre otros. Es por ello, que para abarcar el tema es necesario hablar sobre la familia; relación de pareja; conflictos entre parejas; maltrato físico; psicológico, emocional y por último la muerte.
En este orden de ideas, es posible afirmar que en el mundo entero las mujeres sufren experiencias violentas a manos de su pareja, quienes en algunos casos las conducen a la muerte; es por ello que el fenómeno del feminicidio conforma una preocupante expresión de violencia contra las mujeres, y continúa afectando el cumplimento de sus derechos, su potencial económico, su salud, su participación en la política y su aporte a la sociedad en general. Ahora bien, ¿es el maltrato a la mujer un paso al feminicidio?
Con relación a la familia, esta es el centro fundamental de la sociedad que ayuda en el crecimiento integral del ser humano; este marco familiar comienza desde la infancia y la convivencia propia, inicialmente donde el hombre y la mujer logran obtener habilidades y ciertos valores que los ayudaran a contribuir en sus principios al momento de formar su propia familia. Desde que se origina un nuevo ser, se aprenden conocimientos empíricos de los padres, incluso para afrontar la vida ya sea para bien o para mal.
Cabe resaltar que la unión, la comunicación, el apoyo y el respeto son valores que deben ser fortalecidos desde la familia, debido a que estos son fundamentales dentro del marco familiar. La unión es compartir las preocupaciones, los fracasos, las emociones, los éxitos, y sentimientos; de esta manera es posible resolver los problemas juntos, basándose en la confianza mutua; pues la familia es el centro de las relaciones íntimas y de confianza. Según el (ICBF 2013, pag. 3) la familia es el “grupo fundamental de la sociedad y medio natural para el crecimiento y el bienestar de todos sus miembros.”
Ahora bien, en lo que respecta a la relación de pareja, esta es un lazo sentimental de tipo romántico que une a dos personas; las especificidades de estas relaciones dependen de la cultura y de la época. Actualmente, es común que las parejas se mantengan como novios durante años, antes de contraer matrimonio, buscando la felicidad el uno en el otro; la base de esta felicidad está en la reciprocidad, de manera equilibrada y positiva, del mismo modo compartir el amor al momento de experimentar la confianza, gentileza, comprensión, aceptación, unión, entre otros.
La convivencia en pareja no es fácil, debido a que en ella se crean problemas cotidianos relacionados con el trabajo, el estrés y la rutina, ocasionando muchas veces que las parejas dejen de disfrutar de los momentos libres donde pueden gozar de su amor al máximo; a su vez, esto genera estrés que se va convirtiendo en un conflicto entre ellos, puesto que la monotonía destruye la relación. Por otro lado, es posible tener que convivir con una pareja, que tenga diferentes costumbres, gustos, entre otras cosas; lo cual se debe manejar de forma pertinente, teniendo en cuenta el respeto, la comunicación y la tolerancia.
En este orden de ideas, se debe aprender a respetar las creencias y los diferentes puntos de vistas, para así lograr una sana convivencia entre parejas; cabe resaltar que existen diferentes tipos de parejas, entre estas se pueden encontrar las elusivas, que son aquellas que les tienen miedo a los conflictos y por lo tanto, no expresan sus sentimientos, realmente no manifiestan lo que piensan por miedo a originar una disputa. Asimismo, se encuentran las parejas constructivas, que siempre tratan de llegar a un acuerdo antes de crear un conflicto.
Existen también las parejas conflictivas y tormentosas, las cuales pueden ocasionar muchos problemas a la salud mental o física, pues estas recurren al maltrato tanto físico como psicológico. Las relaciones de parejas no siempre se basan en el amor, compresión y respeto, es decir, en algún momento van a existir conflictos, los cuales se deben resolver de la mejor manera posible; sin embargo, no todos saben cómo sobrellevar una relación, mucho menos una indiferencia. Los conflictos más habituales que pueden observan en las relaciones de parejas son la falta de comunicación, la convivencia, infidelidad, diferencia en los valores fundamentales, eventos traumáticos, problemas fuera de la pareja, dificultades económicas, entre otros.
Por consiguiente, estos conflictos de pareja generan maltrato físico, verbal, psicológico o emocional, incluso pueden llevar a la muerte. El maltrato físico tiende a ocurrir en momentos de gran estrés, muchas personas que recurren a este tipo de agresión es porque ellos también fueron agredidos en su infancia; son personas que tienen muy poca capacidad de controlar sus impulsos y agreden en ocasiones a la mujer causándole muy graves lesiones. Esto no solo afecta a las mujeres involucradas, sino también a sus hijos, incurriendo en daños psicológicos a largo plazo en los niños, lo que hace que en muchos casos los infantes al crecer repitan este mismo patrón. El maltrato ocasiona un impacto psicológico en la mayoría de las víctimas; en primer lugar, genera ansiedad, depresión, baja autoestima, culpa, aislamiento social, entre otros.
La falta de empatía, la violencia verbal, la humillación, la discriminación, el menosprecio, las críticas destructivas y las burlas, afectan emocionalmente a las mujeres, y lo más triste es que este tipo de problemas se vuelven cada vez más común en la actualidad, afectando así a las mujeres y a la sociedad en general. Cabe resaltar que en todas las relaciones humanas surgen conflictos, por lo que las relaciones de pareja no son la excepción, la idea es poder solucionarlos sin dañarse unos a otros.
En este orden de ideas, el maltrato en la pareja es generalmente producido por él contra ella y tiene unas causas específicas: los intentos del hombre por dominar a la mujer, la baja consideración que determinados hombres tienen de las mujeres; causas que conducen a pretender instaurar una relación de dominio mediante desprecios, amenazas y golpes. Las manifestaciones más visibles del maltrato son las golpizas y los asesinatos; sin embargo, también se presentan los maltratos psicológicos que con el tiempo destruyen la autoestima de la mujer; siendo estos los que en la mayoría de los casos se dan.
Es importante resaltar que, el maltrato en la mujer puede presentarse en cualquier momento de la relación de pareja; por ejemplo, en el instante en que termina la relación o cuando llegan a enfadarse por una situación en particular. Por otro lado, la violencia contra las mujeres es vista generalmente como una acción intencionada y sus consecuencias son muy extensas, debido a que pueden influir en todos los aspectos de su vida, como su salud y la de sus hijos. Asimismo, uno de los problemas más graves de esta violencia es la muerte; siendo la manifestación mas extrema del abuso y el maltrato de los hombres hacia ellas. Algunas de las causas principales para que estos asesinatos ocurran son la ira, el odio, los celos y la búsqueda de placer.
Así mismo, el maltrato contra la mujer es un factor de riesgo para su bienestar, debido a que sus resultados implican muchos efectos en ellas. La agresión, especialmente la doméstica y el abuso sexual, conllevan a muchos efectos negativos para la salud física de las mujeres; entre estas se encuentran las lesiones traumáticas; desde cortes y hematomas a lesiones graves que causan una incapacidad permanente, como la pérdida de audición; los embarazos no deseado, los problemas ginecológicos, el dolor pélvico crónico asociado a veces con una enfermedad inflamatoria pélvica, la hipertensión, los fuertes dolores de cabezas entre otras.
De acuerdo a la ONU MUJERES (2014) y su modelo de protocolo latinoamericano de investigación de muertes violentas de mujeres, se identifican 15 modalidades de muertes violentas de mujeres por violencia de género, dentro de esta se encuentra la modalidad de intimo; que es la muerte de una mujer a manos de un hombre con quien tenía o había tenido una relación o vínculo íntimo, ya sea el marido, exmarido, novio o amante, compañero o concubino; también se tiene en cuenta el supuesto del amigo que asesina a una mujer por haber rechazado alguna una relación íntima de forma sentimental o sexual.
Así mismo, se tiene la modalidad de no íntimo que es la muerte de una mujer por un hombre desconocido; la familiar que es la muerte de una mujer en una situación de una relación de parentesco entre la víctima y el victimario; sexual sistémico, que tiene que ver con la muerte de mujeres que han sido anteriormente víctimas de delitos sexuales. Esta modalidad se divide a su vez en sexual sistémico organizado, que es cuando los victimarios actúan como una red organizada de asesinos sexuales, con métodos consciente y planificado en lapso de tiempo determinado, y sexual sistémico no organizado, cuando los asesinos matan a las mujeres en una situación de secuestro, violación y/o tortura. De igual forma, se encuentran modalidades por trata, por prostitución u ocupaciones estigmatizadas, por tráfico, entre otras.
Por otro lado, la impunidad en relación a los crímenes de violencia contra las mujeres y las niñas manda erróneamente un mensaje de que el maltrato en la mujer es tolerado y aceptado. Además, la carencia en la coordinación entre los distintos servicios que se ofrecen a las mujeres que han sido víctimas de violencia, no poseen perspectivas de protección y riesgos para las víctimas, y como si fuera poco las bajas penalizaciones y rendición de cuentas para quienes por omisión o acción no responden correctamente; perpetúan aún más estos hechos de violencia.
Ahora bien, ¿Qué es el feminicidio?; el concepto de esta terminología es complejo, debido a que encierra un conjunto de elementos que incluyen desde el maltrato sistemático y la impunidad, hasta el asesinato de las mujeres por el simple hecho de ser mujer; según (Russell, 2008, P.27) “el feminicidio es la expresión más extrema de la violencia contra la mujer; se trata del asesinato de mujeres por hombres motivados por el odio, el desprecio, el placer o la suposición de propiedad sobre las mujeres” y encierra cualquier asesinato de mujeres que se ha haya cometido basándose en la discriminación de género.
De acuerdo a un análisis que realizó la ONU Mujeres en el año 2018, los Estados de América Latina, excepto Haití y Cuba han aprobado leyes que sanciona el feminicidio. No obstante, únicamente 13 países cuentan con una ley integral contra la violencia; los demás solo responden a estos casos con la penalización, sin contar con disposiciones para prevenir, proteger y brindar reparación a las víctimas. El feminicidio en Colombia ha sido alarmante; las armas de fuego son la mas utilizadas en estos crímenes y las principales víctimas son mujeres entre los 20 y 34 años de edad.
En conclusión, el maltrato hacia la mujer y el feminicidio, son fenómenos sociales que vienen desde hace muchos años y que no solo se presentan en Colombia, México, Brasil o cualquier parte de Latinoamérica, sino también en el resto del mundo, los cuales en muchos casos son silenciados y aceptados; la violencia contra las mujeres refleja la gran desigualdad y sometimiento en el que viven. Hoy en día se ha perdido el gran valor y respeto hacia la vida, la igualdad, hacia la persona y especialmente hacia la mujer, que ha sido menospreciada y vista como inferior año tras años, incluso siglos tras siglos.
Es por ello, que la sociedad no puede ni debe ignorar esta situación, no es posible que se maltrate así a una mujer incluso causarle la muerte, acabando así sus sueños, su ilusión, su futuro, e incluso los de su familia. Todo esto conlleva a pensar que existe tanta injusticia, tanta crueldad e impunidad hacia la mujer; es por ello, que se necesitan cambios que transformen el pensamiento de esta sociedad, que se hace la de vista gorda ante tan lamentable situación. Por esta razón, es importante que las mujeres se empoderen, que no tengan miedo a enfrentar la situación, que denuncien, que busque ayuda y no permitan ni un solo abuso, ni maltrato ya sea verbal, psicológico o físico, por muy irrisorio que sea.
Por último, queda por reflexionar en ¿Qué está pasando? es momento de despertar como sociedad, como pueblo, como mujeres, NO MAS, es hora de alzar la voz por aquellas que fueron o son víctimas de violencia, por aquellas que no lo lograron y que simplemente un desalmado apagó su luz, todas las mujeres en el mundo merecen respeto, amor y un trato digno; merecen ser tratadas como lo que son: mujeres con un gran valor, como creación divina de Dios, que valen más que cualquier joya o todo el dinero del mundo, y que no merecen ser tratadas como simples objetos o que acaben con sus sueños y los de su familia de esa manera.