Manejo De Conflictos En Familias Con Adolescentes

Introducción

Es de todos y todas conocido que el estudio de la familia es complejo, porque tiende a estar plasmado por imaginarios bien distantes de su dinámica cotidiana. Por una parte es común la idealización de la vida familiar mientras se minimizan los conflictos, ya que heredamos una concepción judeocristiana que considera el como el nicho de las virtudes, el espacio donde confluye la interacción complementaria de las cualidades de cada sexo, la respuesta a todos los sueños de estabilidad, armonía y el lugar privilegiado de los afectos.

En ese cuando se reflexiona sobre la familia se niegan las relaciones de poder y el conflicto como si estas dinámicas no estuvieran inmersas en ese mundo tan íntimo que nos involucra de forma inevitable. Otro imaginario común cuando se trata de analizar la familia proviene del señalamiento exagerado de la violencia intrafamiliar, ya que ante evidencias de maltrato en la vida íntima, investigadores e investigadoras, horrorizados / as han tendido a centrar los estudios de la familia en estas situaciones confundiendo violencia con conflicto y señalando los grupos familiares como generadores de graves traumas para las nuevas generaciones y causantes de la crisis social que actualmente vivimos.

Desarrollo

 En medio de estas dos concepciones extremas acerca de las relaciones familiares en el texto Conflicto y poder en familias con adolescentes, se trata de resolver la pregunta acerca de: ¿cómo se reproduce el poder y el conflicto en las relaciones padres, madres, hijos e hijas entre las familias de Medellín y Cartagena y según diferentes tipos de estructura familiar? El poder se define como el conjunto de mecanismos reguladores y disciplinarios que existen en las familias y la autoridad como uno de los instrumentos encaminados a reproducirlo a partir de una asignación que la cultura le establece a padres y madres; mientras que el conflicto por su parte, se desprende precisamente de este cuestionamiento del poder. 

Sobresale en el texto el tratamiento riguroso y sistemático de estos conceptos y el análisis profundo de las narraciones acerca de la forma como se aborda el conflicto que para padres y madres significa la adolescencia. ¿Cómo sé reproducir el poder y el conflicto en las relaciones padres, madres, hijos e hijas entre las familias de Medellín y Cartagena y según diferentes tipos de estructura familiar? 

El poder se define como el conjunto de mecanismos reguladores y disciplinarios que existen en las familias y la autoridad como uno de los instrumentos encaminados a reproducirlo a partir de una asignación que la cultura le establece a padres y madres; mientras que el conflicto por su parte, se desprende precisamente de este cuestionamiento del poder. 

Sobresale en el texto el tratamiento riguroso y sistemático de estos conceptos y el análisis profundo de las narraciones acerca de la forma como se aborda el conflicto que para padres y madres significa la adolescencia. ¿Cómo sé reproducir el poder y el conflicto en las relaciones padres, madres, hijos e hijas entre las familias de Medellín y Cartagena y según diferentes tipos de estructura familiar? El poder se define como el conjunto de mecanismos reguladores y disciplinarios que existen en las familias y la autoridad como uno de los instrumentos encaminados a reproducirlo a partir de una asignación que la cultura le establece a padres y madres.

Mientras que el conflicto por su parte, se desprende precisamente de este cuestionamiento del poder. Sobresale en el texto el tratamiento riguroso y sistemático de estos conceptos y el análisis profundo de las narraciones acerca de la forma como se aborda el conflicto que para padres y madres significa la adolescencia. ¿Hijos e hijas entre las familias de Medellín y Cartagena y según diferentes tipos de estructura familiar? 

El poder se define como el conjunto de mecanismos reguladores y disciplinarios que existen en las familias y la autoridad como uno de los instrumentos encaminados a reproducirlo a partir de una asignación que la cultura le establece a padres y madres; mientras que el conflicto por su parte, se desprende precisamente de este cuestionamiento del poder. Sobresale en el texto el tratamiento riguroso y sistemático de estos conceptos y el análisis profundo de las narraciones acerca de la forma como se aborda el conflicto que para padres y madres significa la adolescencia. 

¿Hijos e hijas entre las familias de Medellín y Cartagena y según diferentes tipos de estructura familiar? El poder se define como el conjunto de mecanismos reguladores y disciplinarios que existen en las familias y la autoridad como uno de los instrumentos encaminados a reproducirlo a partir de una asignación que la cultura le establece a padres y madres; mientras que el conflicto por su parte, se desprende precisamente de este cuestionamiento del poder. Sobresale en el texto el tratamiento riguroso y sistemático de estos conceptos y el análisis profundo de las narraciones acerca de la forma como se aborda el conflicto que para padres y madres significa la adolescencia.

El estudio se fundamentó en el desarrollo de 76 entrevistas profundas a través de las cuales se recogieron las versiones sobre el conflicto y el poder a partir de relatos hechos por padres, madres y adolescentes – cuyas edades oscilaron entre 13 y 21 años-. Con el objeto de contemplar la diversidad en el estudio se seleccionaron cuidadosamente casos que presentaran las situaciones entre distintos tipos de familia. Extensa, monoparental femenina o masculina y poli genética o superpuesta. 

Así mismo se entrevistó población proveniente de los distintos estratos sociales e los cuales se distribuyen las familias de las ciudades. Debido a que en Colombia nos movemos con modelos de intervención en la familia construidos en el contexto de las culturas anglosajonas, investigaciones como estas nos involucran en el reconocimiento de nuestras formas culturales, los cambios y las contradicciones que las dinámicas familiares están evocando en medio de la vida urbana. En ese sentido el texto aporta elementos conceptuales básicos para la intervención en

Trabajo Social, profesores/as, otros profesionales e incluso a quienes somos padres o madres. Sobresale, la distinción rigurosa entre conflictos estructurales como aquellos provenientes de una dinámica contradictoria en la familia y conflictos coyunturales como los propios de esta etapa del ciclo vital Por otro, la caracterización que la autora realiza de los conflictos propios de formas familiares distintas a las nucleares. 

Se menciona la sobre protección y las limitaciones que les imponen a las y los adolescentes las madres de hogares monoparentales, los conflictos que se acentúan cuando la prole no reconoce al padre o madre social que llega a los hogares superpuestos y finalmente la dinámica de los conflictos generacionales de los grupos extensos, entre otros. 

Debe resaltarse que en este estudio se observa cómo padres y madres sin proponérselo, continúan reproduciéndose valores discriminatorios de hombres y mujeres por sexo: aún al hombre se le facilita su vinculación con el espacio público, mientras a la mujer se le restringen sus salidas bajo el temor a la pérdida de la virginidad o un posible embarazo. 

Si bien esta situación no es igual entre todos los hogares indica la diferencia de la reproducción de las relaciones de poder sobre los cuerpos sexuados. Vale anotar que añoro un análisis más profundo de esta situación por parte de la autora de la relación entre género y poder. Se demuestra además que los conflictos se concentran entre padres y madres aferrados a las tradiciones quienes recibieron una forma de socialización bien violenta y temen el cambio. Mientras que el manejo de la crisis coyuntural provocada por la adolescencia se facilita entre quienes han construido una actitud democrática en torno a la forma de interactuar en la vida familiar.

Desafortunadamente, estos padres y madres se concentran en los grupos de mayor nivel educativo y estrato. Otro aporte importante del texto lo constituye la referencia a las distintas dinámicas de la resolución de conflictos: Desde la evasión, que constituye una forma de acentuarlo y no afrontarlo, la violencia producto de la herencia en la socialización de nuestra cultura, la interferencia de terceros, cuando se demanda ayuda y por último, la forma como se acude al diálogo y la concertación para resolverlos. 

Cada una de estas formas genera contradicciones y ambigüedades en esa dinámica relacional, que la describen los y el narrador, mejor que la investigadora. La lectura nos sugiere seguir la magnífica reflexión de Brian Muletón citada por la autora del libro: “No sirve pretender que el conflicto no existe. Si lo reprimimos, lo hacemos más destructivo, más insidioso y menos manejable. Si lo ocultamos, mantiene e incluso aumenta, su capacidad para desviar nuestro juicio. Mientras que sigamos ocultando nuestro conflicto, seremos incapaces de resolverlos”

Conclusión

La autoridad es una fuente de conflictos circunstanciales en los adolescentes cuando no acatan las normas, a su vez los conflictos se vuelve más intensos cuando sus padres centran el poder en ellos y esto causa rechazo del adolescente hacia los padres, algún conflicto surgen de la debilidad de ejercer o no ejercen la autoridad. Los conflictos proporciona una serie de factores como:

1. El autoritarismo y el empeño de los adultos de conservar sus formas de dominio y la rebeldía de los adolescentes que no están de acuerdo con la forma que ejerce dicha autoridad, estas autoridades dejan de ser una guía y se convierte en un mecanismo de dominio.
2. La falta de carácter de la figura, no lograr obtener el reconocimiento este se presenta cuando no asumen la autoridad. El conflicto también se origina porque varias personas quiere ejercer la autoridad o cuando un nuevo miembro trata de ejercer dicha autoridad.