Manifestaciones Literarias Del Escritor Mark Twain
Introducción
Que es la aventura si no más que diversos escenarios atractivos de alta imaginación y diversidad, con Mark Twain con cuentos como “Las Aventuras de Huckleberry Finn” y “La rana saltarina” podemos apreciar la gran capacidad literaria que contenía y ejecutaba este gigante, fue un maestro del lenguaje coloquial, y ayudó a crear y a popularizar una literatura estadounidense con personalidad propia, basada en temas y lenguaje norteamericanos. Imponente escritor de Misuri, tan fluyente como el río, encontramos, humores fértiles, narraciones coloquiales y una increíble forma de usar adjetivos controversiales para su época.
Desarrollo
Escritor prohibido, denegado, admirado por muchos. Sin más preámbulos en esta manifestación literaria expresaré como Huck se desarrolla a través de sus innumerables y entretenidas aventuras, él cual defino y catalogo como un personaje “miserable” y como por ejemplo el “Juez Thatcher” es un personaje para mi opinión dentro de un mundo oficial y la forma en que tales mundos pueden entrelazarse y matizarse de manera gratificante e interesante o como un emprendedor miserable vagabundo e infame de nombre “Jim Smiley” que puede entretenernos con sus extravagantes apuestas y su rana “Daniel.’
Que salta cielos como nadie un cuento narrado de manera eficaz lo cual permite que el humor se mantenga, el cual es el objetivo principal del autor, además de servir como crítica a los apostadores compulsivos (Reales Leonardo). Con trasfondos realistas sobre la sociedad, sonreímos ante la narración cómica constante que mantiene el escritor de Misuri sobre las múltiples apuestas de Jim. Me familiaricé de manera enriquecedora con Huck y sus travesuras, una vida complicada donde tiene que escoger si ser fiel a sus verdaderos instintos o estar arrodillado en una capilla, seguir a su progenitor o si seguir a una viuda.
Lo que me atrajo de este personaje es su forma de ver las situaciones que afronta con un matiz serio y frío que pude apreciar en muchas ocasiones, como cuando Huck decide pedirle disculpas a Jim sin importar la raza de aquel, o cuando Huck tiene que tomar la decisión de entregarlo o no, el simple hecho de haber crecido en un mundo y época donde un negro no merece derechos y aun así ante todas esas prerrogativas desafía sus ideales morales, sus creencias, desafía su mundo en general y escupe al cielo y afronta el infierno con la cabeza en alto, eso fue algo que me impacto de manera personal.
Aun así Huck tiene seres al su alrededor que lo aprecian e intentan proteger del desperdicio y alcohólico padre que posee, tales como “La Viuda” y “El Juez Thatcher” quiénes quieren el mejor bienestar para él, el Juez es una persona correcta por donde lo mires y sentí al leer los capítulos que se relaciona con Huck como un padre él intenta cuidarlo, protegerlo vela por él tiene tolerancia y compasión con él incluso intenta obtener una custodia para que su padre no pueda molestarlo, siento que el Juez solo ve lo mejor para Huck en bastantes sentidos. Desde el fantasma “Leónidas W. Smiley” del que jamás sabremos.
Y tengo una vaga sospecha de que es un mito (Twain) “Simón Wheeler” al estar erróneo sobre la persona de la que habla, nos deja en la incógnita sobre Leónidas del cual no tendríamos más información luego pero si muchas carcajadas. Y analizando al infame y miserable “Jim Smiley” y sus innumerables apuestas contextualizadas con una picardía y humor que no puede ser pasada de vista por ningún lector, sonriente leyendo todo el cuento puedo expresar que la forma tan coloquial de expresar sus andares da un aire de frescura en la narración, tan constante que hace que se convierta en un clásico literario.
Conclusión
Mark Twain, no solo es una aventura al leer si no es más que eso es un choque literario una rebelión que debe ser apreciada por muchos puntos de vista, al mismo tiempo, desde trasfondos serios como la adicción en contextos humorísticos, hasta situaciones de su vida propia el escritor de Misuri nos deja extasiados con Huck y sus posiciones morales siendo debatidas por él mismo o con un esclavo negro visibilizando una realidad de la época bastante dura, hasta con un adicto a las apuestas y una rana no modesta, no hay duda que hay muchas partes donde me sentí identificada sin más que decir todos en algún momento seremos quizás un “Leónidas W. Smiley.’
