Normas Básicas Comunes para la Mejora de Convivencia en Centros Escolares
PRINCIPIOS DE ACTUACIÓN Y ESTRATEGIAS PARA LA MEJORA DE LA CONVIVENCIA EN CENTROS ESCOLARES.
Introducción
En general, podemos decir que las normas son reglas que establecen que es lo que se está permitido realizar o no en determinadas circunstancias. También están para orientar el comportamiento de una comunidad, en nuestro caso, un centro escolar. Por ello, para contribuir a un buen desarrollo de la actividad lectiva y favorecer el buen clima de convivencia y estudio en el centro educativo, es necesario el establecimiento y el cumplimiento de determinadas normas. Será responsabilidad de toda la comunidad educativa (profesores, alumnos, padres, personal no docente…) que la convivencia sea lo más correcta y adecuada posible y de las autoridades educativas dar las herramientas necesarias para que esta se cumpla.
Normas de convivencia básicas y conductas contrarias a la convivencia
Para el correcto funcionamiento de un centro escolar, se deben de establecer una serie de normas de convivencia básicas que deberán ser de obligado cumplimiento por parte de toda la comunidad educativa. Algunas de estas se enumeran a continuación:
- Mostrar un silencio apropiado en el centro educativo durante las clases. También cuando el profesor está impartiendo la clase.
- Conservar y usar correctamente las instalaciones del centro.
- Mantener un orden en el entorno.
- Queda terminantemente prohibido el consumo de tabaco en todo el centro.
- La conducta y el tratamiento de todos los alumnos a todos los miembros de la comunidad educativa se tiene que atener a las normas básicas del respeto y la educación.
- Respetar al profesorado y a todos los miembros de la comunidad educativa. A la vez también respetar las decisiones que tome el profesor como en los criterios de evaluación, tareas…
- Respetar a los compañeros de aula. No agredir ni verbal ni físicamente, es decir, nada de bullying.
- Los teléfonos móviles deberán permanecer en las casas, estando prohibido su uso en el centro. En el caso de llevarlos al centro, estos estarán apagados en el aula durante el transcurso de la clase.
- Se debe ser puntual en la entrada a clase y asistir a ellas con regularidad.
- Es de obligación por parte de los alumnos la conservación y el buen uso del material escolar.
- Llevar una vestimenta adecuada y presentar una correcta higiene.
Además, se consideran conductas contrarias a las normas de convivencia, las siguientes:
- La falta de respeto a todos los miembros del centro educativo.
- La interrupción o alteración del normal desarrollo de las clases y demás actividades.
- Las faltas injustificadas.
- La indisciplina contra los miembros de la comunidad escolar.
- El uso indebido de las instalaciones del centro.
- El uso de los teléfonos móviles u otros dispositivos electrónicos dentro de las dependencias del centro, salvo que lo permita el profesor para la realización de alguna actividad.
- La no correcta higiene y aseo.
- Acoso y violencia escolar:
Apartado aparte, y como uno de los mayores problemas de convivencia, si no es el de mayor gravedad, dentro de los centros escolares, es necesario pararse en el acoso y violencia escolar. Son situaciones de acoso escolar:
- La exclusión social.
- Acoso psicológico: es decir desprecio, falta de respeto y de consideración, desprecio, odio, ridiculización, burla, menosprecio.
- Coacciones.
- Intimidación, chantaje y amenazas.
- Agresiones: tanto físicas peleas, provocaciones, bullying como verbales: insultos ofensas, menosprecio.
- Discriminación por motivos de género, raza, sexo, orientación sexual.
- Acoso sexual.
Autoridad del profesorado:
También merece un apartado aparte las conductas que menoscaban la autoridad del profesor, ya que también se dan casos de violencia hacia los docentes dentro y fuera de las aulas. Algunas de estas conductas son:
- Perturbación en el desarrollo de las clases como interrupción.
- Desconsideración al profesor y actos de indisciplina.
- Incumplimiento por parte del alumno de traslado a sus padres de información como las notas, comunicaciones…
- Deterioro del material del profesor.
- Acoso y violencia hacia el profesor.
- Ofensas e injurias hacia el profesor.
- Principios de actuación.
En cuanto se manifieste o se tenga constancia del incumplimiento de las normas de convivencia, el centro educativo debe de tener unos principios de actuación ante esta problemática, que serán diferentes en función de la gravedad de la misma. Lo primero, se podría seguir un protocolo como el siguiente:
- Amonestación por parte del profesor en el momento en que tenga lugar la conducta inadecuada.
- En caso de reiteración de la conducta inapropiada a las normas, amonestación del profesor fuera del horario de clase.
- Si persiste la reincidencia, comparecencia inmediata ante el Jefe de Estudios y apercibimiento al alumno por su parte.
- Si se mantiene esta conducta se advertirá a los padres sobre las sanciones que podrán ser aplicadas en caso de que la conducta contraria a la convivencia no se corrija.
Si este protocolo anterior no consiguiera corregir el problema de conducta, se podrían aplicar las siguientes correcciones:
- Amonestación privada o por escrito.
- Comparecencia ante el Jefe de Estudios o el Director.
- Realización de tareas que contribuyan a la mejora y desarrollo de las actividades del centro.
- Cambio de clase o grupo.
- Suspensión del derecho a participar en actividades extraescolares o complementarias.
- Si la conducta es muy grave, se podrá llevar a cabo la expulsión del alumno del centro.
Estas correcciones deberán tener en la medida de lo posible un carácter educativo y recuperador, tienen que garantizar el respeto al resto de los alumnos y tienen que implicar la mejora en las relaciones de todos los miembros de la comunidad educativa. Además, serán de implicación también de las familias, con la adquisición de una serie de compromisos para ayudar a la convivencia: asistencia a clase, colaboración con el centro educativo, apoyar las actuaciones, entrevistas con los tutores.
Otra posible actuación es lo que podíamos denominar la mediación escolar para conflictos no muy graves, que implicaría la resolución de los mismos por la intervención de una tercera persona imparcial mediante el respeto, el diálogo y la colaboración de todos los miembros de la comunidad educativa. Esto favorecería la implicación de los alumnos a la hora de resolver los diferentes conflictos que pudieran surgir. Sus funciones podrían ser:
- Detectar los posibles conflictos.
- Analizar la situación.
- Hacer proposiciones al centro para posibles mejoras.
- Mediar.
- Acompañar a alumnos que tengan problemas.
Y, por último, para los casos más graves (acoso, violencia, bullying…), un principio de actuación es una comisión de seguimiento del acoso escolar, la cual abordará las posibles actuaciones a llevar a cabo y el seguimiento exhaustivo del problema. Esta comisión estaría compuesta por el director y el jefe de estudios, y se encargaría de erradicar estas conductas de acoso y violencia, y la comunicación a los padres de esta problemática.
Estrategias para la mejora de la convivencia.
Una vez descritas las normas de convivencia, las conductas contrarias y los posibles principios de actuación dentro de un centro escolar, a continuación, se enumeran las posibles estrategias para mejorar la convivencia en los centros escolares tanto a nivel de los centros como a nivel político (Ministerio, Comunidades Autónomas) que podrían llevarse a cabo y que podrían ser de aplicación en un futuro:
- Evaluación preventiva: estudiar a los alumnos para ver cuál es su entorno familiar, social, situación económica…para detectar y prevenir el acoso y violencia. Por tanto, ver las causas que llevan al acoso por parte de ciertos alumnos a otros.
- Estudiar el clima de convivencia: ver los conflictos que se dan con mayor frecuencia, hacer un análisis de ellos, buscar posibles soluciones, activar mecanismos…
- Intentar que las actuaciones y estrategias sean siempre en positivo siempre dentro de lo posible. Un ejemplo: en vez de una expulsión de clase de un alumno conflictivo, llevarle ante orientadores o mediadores para que reflexionen y mediten sobre sus comportamientos.
- Mejorar el plan de acción tutorial: realizar dentro de clase actividades con el alumnado. Educación en valores, en derechos humanos, para la mejora de la convivencia, contra el bullying, en prevención de la violencia, fomentar la comunicación dentro del aula, mejorar las relaciones entre los alumnos.
- Impulsar la comisión de acoso escolar: compuesta por diferentes miembros de la comunidad educativa como el director, jefe de estudios y el profesor del alumno acosado, donde se abordarían las posibles actuaciones.
- Potenciar la mediación escolar: para la resolución de conflictos por parte de una tercera persona que ayude a alcanzar un acuerdo satisfactorio entre las partes implicadas, tal y como se ha expuesto anteriormente. Sería siempre para casos no muy graves, no para el acoso, violencia…
- Enseñar a cambiar su conducta desde edades tempranas: programas de reeducación basados en la empatía, rechazo a la violencia, mayor concienciación social y tolerancia, admitir la diversidad.
- Talleres educativos para un uso adecuado de Internet y redes sociales para evitar y prevenir el ciberacoso: ya que es una las formas de acoso más implantadas en la actualidad.
- Ayudar e incitar a hablar a los alumnos que sufren acoso y violencia para que denuncien sus casos a sus profesores y padres. Mayor atención por tanto al alumnado con problemas de esta índole, es decir una atención más individualizada.
- Protocolos de actuación: más rápidos, efectivos y contundentes con el fin que el problema no se agigante más.
- Jornadas de convivencia entre la comunidad educativa (alumnos, personal docente y no docente, familias…): donde se incida en el respeto, la educación desde un punto de vista lúdico para favorecer una mayor concienciación. Se podrían realizar excursiones, jornadas deportivas, impartición de talleres lúdicos…
- Sensibilización entre los alumnos: de más edad a los de menos edad, entre los propios alumnos a sus padres para prevenir la violencia mediante charlas dadas por los propios alumnos del centro como posible solución al problema.
- Aislar a los acosadores: se podría cambiar la ley ya que no existe ninguna que pene al acosador en caso de que la reeducación no funcione y en caso de reincidencia muy recurrente.
- Introducción en el currículo de asignaturas que fomente la convivencia, tipo como educación en valores o educación para la ciudadanía.
- Mejoras en la metodología: mayor formación a los docentes ante estos problemas.
- Mayor inversión pública: en programas educativos y publicidad institucional que conciencie en contra de actitudes de acoso y violencia. Aumento de recursos.
- Colaboración con ONGs, entidades locales…: para concienciarse de las problemáticas sociales que nos rodean y entender los posibles problemas que conllevan a esos comportamientos.
Conclusión
Para el correcto funcionamiento de un centro educativo es necesario la aplicación y redacción de una serie de normas de convivencia. El cumplimiento o no de ellas, dependerá de la responsabilidad de todos, desde las más altas instancias hasta el propio alumnado, pasando por los padres y profesores. Por lo tanto, estas normas se deben de enfocar en una serie de principios básicos como la tolerancia, educación, respeto… para que el clima dentro de un centro educativo y en las aulas sea el mejor posible para que así puedan todos los alumnos estudiar, aprender, desarrollarse como personas, relacionarse en las mejores condiciones.