Noticias Falsas como Herramienta de Presuación en la Sociedad Actual

En esta última década, el uso del internet se ha generalizado y normalizado en nuestras vidas diarias y con ello, se han desarrollado diversos medios de comunicación y redes sociales. Gracias a esta globalización, se ha generado una revolución en las formas de comunicación, de estar informados y en la adquisición de conocimientos. Precisamente, a través de este concepto se difunde el conocimiento junto con su antítesis -las falacias- de una forma mucho más inmediata y capaz de llegar a un mayor número de usuarios. De esta manera surgen las “fake news”, noticias que, de forma sistemática, son utilizadas como herramientas de persuasión, de distracción y la obtención de unos beneficios económicos sobre sus lectores. Sus creadores consiguen esta finalidad aprovechándose de su información sin contrastar y de su ficción, así como de la escasez de conocimientos de los usuarios sobre los temas expuestos en la misma. Generalmente, los sucesos que se trasmiten son utilizados con fines e intenciones políticas, religiosas y económicas, además de una abusiva influencia sobre las masas.

A diario, millones de personas accedemos a internet a fin de obtener nueva información de lo que sucede a nuestro alrededor. Una vez consultada, sin revisar la fuente lo compartimos en la red con el resto de usuarios, contribuyendo de esta manera a la difusión de “fake news”, «noticias falsas a las que se dota de un halo de veracidad con el propósito de que adquieran una apariencia de noticia real, a fin de lograr engañar a los potenciales destinatarios», generándose sobre estos lectores una «desinformación intencionada», que contamina su capacidad de elección con entelequias, las cuales solo existen en las mentes de esos creadores, con la única intención de obtener una serie «de fines políticos y comerciales», valiéndose de la desinformación y la escasa alfabetización de ciertos usuarios.

El principal problema que propagan estas falacias, -siendo las falacias problemáticas en sí mismas- suele «radicar en el factor tecnológico», ya que se debe apelar a la responsabilidad de los lectores que se encuentran con estas noticias de no propagarlas. Así mismo, la falta de hábito hacia las nuevas tecnologías conduce a los usuarios a hacer “click” o cualquier otro tipo de treta, con la finalidad de generar una confusión, que lo llevan a desembarcar en ventanas donde las «noticias falsas se mezclan con noticias reales».

Combatir las noticias falsas es una tarea considerada como «difícil, pues se puede llegar a socavar el derecho a la libertad de expresión y a la libertad de prensa, y por tanto caer en la censura», como ya han intentado implantar algunos países como «Irán, China, Italia o Alemania proponiendo medidas legislativas» sin llevarse a cabo. Por tanto, se deben poner los medios necesarios para evitar la proliferación de los muchos casos que han ocurrido, como son por ejemplo los de «William Hearst y Joseph Pulitzer en los que ambos utilizaron sus respectivos periódicos el New York Herald y el New York World para difundir versiones sensacionalistas de los hechos y aumentar las ventas».

Otro caso en nuestro país sería el acaecido en el periódico digital Okdiario, en el cual su director Eduardo Inda, dando rienda suelta a sus redactores, no duda en la invención de noticias sobre el procés catalán, como se puede apreciar en la foto de la cabecera del texto. Este proceso fue realizado mediante «intentos de descalificación política basados en infundados ataques personales», con el único objetivo de garantizarse una fama y, con ello, un aumento de sus lectores.

Según los resultados encontrados, y dado que vivimos en la época de la globalización tecnológica e informativa, debemos dotar a la sociedad de las competencias y conocimientos necesarios para que, por sí misma, genere un pensamiento crítico mediante el cual pueda desechar este tipo de información fraudulenta y educarse en la no difusión de dicha información. Gracias a esta educación crítica podremos contribuir a la erradicación de estos fraudes y falsedades de forma progresiva.

Bibliografía

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