Origen De La Revolución Científica En El Siglo XVI
Para el siglo XVI, una de las características de la época, era la curiosidad del hombre por descubrir al mundo; inquietud que originó la revolución científica e intelectual. Esta revolución nació a finales del renacimiento en Europa entre los siglos XVI y XVII. Este período marca un rompimiento con los conceptos adquiridos durante la edad media, para dar paso al desarrollo de la ciencia moderna. Esta adquirió una gran importancia ante la exploración del mundo físico y natural por los hombres de la época. La curiosidad del hombre representó una nueva noción mediante la cual se desarrollaría un cambio en el nacimiento de la ciencia moderna. La revolución científica sirvió para explicar el origen de la ciencia asociada al surgimiento de nuevos conocimientos en física, astronomía, biología, geografía, química, entre otros, que innovaron las pasadas y medievales visiones sobre la naturaleza y determinaron las bases de la ciencia clásica.
Una de las razones la llevaron a diversos sabios a explorar el mundo físico y natural fue la limitación que la ciencia medieval simbolizaba para la evolución de la misma. El deseo por la adquisición de nuevos aprendizajes, creó en los hombres de la época, la necesidad de interpretar el mundo con una nueva mentalidad, ideas y pensamientos en general. Aristóteles expresaba que “por naturaleza, todos los hombres tienen el deseo de saber” (Chacón, 2017). Ante esta situación, notables científicos, filósofos, matemáticos y físicos, entre otros, consideraron necesario aportar nuevos conocimientos a las diversas investigaciones ya realizadas en diferentes áreas. Sin embargo, la ciencia medieval, bajo ningún concepto, admitía refutar o cuestionar la autoridad de los investigadores del momento. Esto, por supuesto, generó un obstáculo y estancamiento en el desarrollo de la ciencia.
Galileo Galilei, Kepler, Copérnico, Tycho Brahe, Francis Bacon y Descartes, expresaban que la ciencia no podía solo limitarse a los estudios existentes de algunos sabios sin investigar más allá. Para que la ciencia avanzara, se hacía necesario estudiarla a fondo e innovarla, de lo contrario, la evolución del mundo y del ser humano se detendría. Los hombres de la época vieron importante sustituir conocimientos viejos en materia de física, astronomía, biología y química para darle cabida a nuevos, los cuales transformarían para siempre los enfoques medievales sobre la naturaleza y la vida.
Los descubrimientos carecían de reglas teóricas, por lo que en la ciencia moderna, la práctica se impuso sobre lo teórico, y la observación, medida, verificación fueron esenciales para demostrar las ideas y ciencias. Siendo que la revolución científica fue fundada sobre la base del aprendizaje de la ciencia de la antigua Grecia e islámica medieval, los nacientes saberes simbolizarían los fundamentos para el surgimiento de la ciencia como la percibimos actualmente.
Esto originó la visión de la revolución científica de hoy, la cual manifiesta: “una nueva visión de la naturaleza, reemplazando la visión griega que había dominado la ciencia durante casi 2000 años. La ciencia se convirtió en una disciplina autónoma, distinta de la filosofía y la tecnología y llegó a ser considerada como tener objetivos utilitarios” (Revolución científica, 2020). La ciencia, en lo adelante, se sometería a la razón y experimentación. Por ello, muchos hombres adeptos a la innovación, ahondaron a la elaboración de aparatos de medición y observación, ingresando así al ámbito de la tecnología que progresaría aún más en los próximos siglos.
La idea del progreso, la cual iba de la mano del desarrollo de la ciencia, no solamente incentivó a los científicos a ahondar en sus estudios, sino que los mismos apostaron por el método experimental. Este método representaría la fuente principal de conocimiento en el mundo al basarlo en el descubrimiento de sus leyes, el cual representaría finalmente un avance importante para la ciencia.
Otra razón que llevo a los científicos a explorar el mundo fue el querer buscar otras fuentes de información más allá de lo establecido en la biblia. Las guerras religiosas, entre católicos y protestantes que devastaron Europa, causaron un estancamiento en la ciencia. Ante esa situación, los científicos decidieron romper con la religión; lo que permitió a los mismos estudiar y explorar otras fuentes de autoridad. Los científicos cuestionaban los aspectos religiosos presentes en el libro sagrado debido a que en la naturaleza no eran observados o representados; fundamento que no coincidía con la necesidad de los científicos de observar y comprobar sucesos y conocimientos. Según Uriarte (2020), “la religión fue reemplazada por la ciencia, la razón y el conocimiento. Esto permitió el avance de las ciencias modernas y también propició cambios en el orden social”.
En conclusión, la necesidad de explorar el mundo, trajo consigo un cambio en el hombre, cuya capacidad de entendimiento se había ampliado. Se había revelado una inclinación por estudiar la naturaleza, por el empirismo, por la necesidad de observar, medir y demostrar; por los instrumentos, por la astronomía, las matemáticas y por todo lo concerniente a la tecnología. La necesidad de innovar explica la importancia de la ciencia y la tecnología como soporte del desarrollo y sostenibilidad de la humanidad.