Pena Capital Y Responsabilidad Penal
Introducción
La pena de muerte, conocida también como pena capital o ejecución, ha existido durante el desarrollo de la humanidad como aquella pena mediante la cual se provocaba la muerte a una persona, condenada por el Estado, por la comisión de un delito, siendo el más común el delito de homicidio, cuando una persona menciona la palabra muerte, conlleva a un asesinato, o simplemente a la naturaleza.
En términos jurídicos, la punición vendría a ser un castigo, una sanción, pero si se recordará los términos éticos o simplemente religiosos, no es un castigo ni sanción, simple y llanamente es atentar contra la ley de la vida y si se llegase a estar en contra de los derechos de una persona, mundialmente esto llegaría a ser una contradicción en la sentencia.
Desarrollo
Solo se podrá recurrir a este castigo cuando sea necesario para mantener el sistema social, pero dichas penas no deben afectar a la dignidad de las personas. La única fuente creadora de delitos y penas es la Ley, lo mismo ocurre con las causas de agravación y con las medidas de seguridad. En este caso ni las costumbres ni la analogía pueden considerarse fuentes fundadoras de código penal. También, puede ser impuesta por los tribunales, y de conformidad con el procedimiento establecido por el mandato. El Estado asume el enhiesto a castigar como justicia por parte de la soberanía pero no de cualquier manera.
La responsabilidad penal es de carácter personal, subjetiva, y que cada uno asume el acto delictivo que ha cometido. Precisamente en el ámbito científico es donde surgen los análisis de criminología que conlleva a realizar el estudio de las causas que una persona tiene para delinquir. El aspecto positivo de la prevención especial es la resocialización, y el aspecto negativo es la inocuización.
Un sistema de sanciones no necesariamente debe regirse por el principio de reciprocidad antes citado. Lo que se busca es que haya menos delitos, menos delincuentes. Hasta el momento no ha demostrado ser lo suficientemente eficaz para disuadir a los potenciales criminales. Lamentablemente es casi sabido que no todo el mundo consiga tener la misma opinión sobre esta sentencia.
Lo que hay que entender es que inmolar no es la solución para frenar los crímenes, en cambio, trabajar como sociedad para mejorar la situación de las personas en los aspectos que puedan ser mejorados, para disminuir así la necesidad de salir a cometer delitos. Se dice que El que no necesita, no busca. En la actualidad y en muy pocos países el escarmiento es aplicado en casos de delitos graves, existen varias alternativas que la persona condenada en algunos casos puede elegir, siendo entre las más utilizadas inyecciones letales, electrocución, gas letal y entre otros.
Al hablar de la pena de justicia existe gran controversia en los post y contra de esta práctica siendo visto como algo necesario por un gran número de personas por la inseguridad y el actuar de delincuentes a sangre fría, siendo en muchas ocasiones personas que ya pagaron una condena y pese a estar en prisión su rehabilitación no es efectiva.
Conclusión
Un claro ejemplo es: William Wallace, conocido como el héroe Escocés fue condenado a muerte por traición al Rey. Lo desnudaron y lo arrastraron por Londres, atado de los talones a un caballo desde el Palacio de Westminster hasta Smithfield. Comenzaba entonces el sádico proceso de ejecución reservado en el siglo XIV para los casos de alta traición: Wallace fue ahorcado a una altura que no fuese suficiente para romperle el cuello y descolgado antes de que se ahogase.
Acto seguido, le cortaron los genitales, fue eviscerado, y sus intestinos fueron quemados ante él, antes de ser decapitado. Su cuerpo cortado en cuatro partes: su cabeza se conservó sumergida en alquitrán y fue colocada en una pica encima del Puente de Londres. Sus extremidades fueron repartidas por distintas partes de Inglaterra: su brazo derecho lo enviaron a Newcastle, su brazo izquierdo a Berwick, su pie derecho a Perth y su pie izquierdo a Aberdeen, todo un festival del terror.
