Períodos De Extinciones Masivas De Los Dinosaurios
A lo largo de la historia se han producido cinco grandes extinciones en diversos periodos. La extinción de finales del Cretácico es la más conocida, supuso la extinción de los dinosaurios y la desaparición del 17% de todas las familias, el 50% de todos los géneros y al menos el 75% de todas las especies. No obstante, esto permitió la expansión de mamíferos en el cenozoico, ocupando los nichos ecológicos vacíos.
El Cretácico, perteneciente a la Era Mesozoica, es el tercer y último período, que se extiende desde finales del Jurásico hasta el comienzo del periodo Paleógeno. Es el período Fanerozoico más extenso. Se divide en dos mitades: Cretácico Superior, a su vez dividido en Maastrichtiense, Campaniense, Santoniense, Coniaciense, Turoniense y Cenomaniense, y Cretácico inferior, subdividido en Albiense, Aptiense, Barremiense, Hauteriviense, Valanginiense y Berriasiense.
A pesar de que no se sabe con seguridad cuando comenzó, la datación del final del período es bastante precisa. Se encontraron diversos restos como huesos fosilizados, iridio, que podría coincidir con la caída de un asteroide, y betas de carbón cristalizado en sedimentos de hace 65 millones de años.
A principios del Cretácico existían dos supercontinentes: Laurasia y Gondwana, separados por el mar de Tetis (figura 1). Comenzaron a producirse las primeras colisiones litosféricas en la zona oriental de Europa, dando lugar a la Orogenia Alpina. A finales del Cretácico, Madagascar se alejó de África y Groenlandia se separó de Norteamérica por lo que los continentes comenzaron a adquirir formas semejantes a las actuales. Se formaron amplias plataformas y arrecifes debido a esta deriva continental.
Los sedimentos encontrados relacionados con este periodo sugieren que las temperaturas eran más elevadas que en la actualidad. Se piensa que no había presencia de hielo en los polos. Los océanos tropicales debían haber sido entre 9ºC y 12ºC más cálidos y la temperatura en las profundidades oceánicas debieron ser entre 15 y 20ºC mayores. Después del Cretácico medio las temperaturas fueron descendiendo progresivamente. En algunos lugares de Norteamérica disminuyeron 10ºC la media de las temperaturas anuales.
El continuo ascenso del nivel de los mares, provocado por el desplazamiento de agua gracias a la expansión de las dorsales oceánicas, fue otro factor clave de este periodo. Algunas zonas del planeta que habían sido desérticas se convirtieron tras este suceso en zonas inundadas. Las evidencias de deposiciones de pizarra nos muestran que, además, los océanos estaban estancados. Las corrientes de aire del planeta y las corrientes oceánicas se vieron reducidas debido al suave gradiente térmico entre los polos y el ecuador.
Reservas petrolíferas actuales como las del golfo Pérsico, el norte de África, el golfo de México y Venezuela, corresponden a yacimientos originados en el Cretácico. El mar de Tetis contenía gran cantidad de microplancton que se convirtió en petróleo y se originaron enormes yacimientos de carbón en latitudes superiores a los 50º. También se produjo una fuerte fragmentación y destrucción de conchas y rocas.
La fauna más característica de este periodo fueron los dinosaurios, localizados principalmente en trópicos y subtrópicos. En los continentes meridionales vivían los Saurópodos, que eran escasos en el norte. Los Ornitisquios, como el Iguanodon, se extendieron por todo el mundo menos por la Antártida. Los Triceratops se localizaban en los continentes nórdicos y otros herbívoros como el Hadrosaurio abundaban en Alaska. El Tyrannosaurio rex dominó en el norte mientras que el Spinosaurio, otro dinosaurio carnívoro, se encontraba en el sur. Pterosaurios de trece metros de envergadura sobrevolaban el cielo de México aunque la diversificación de los antepasados de los modernos somormujos, cormoranes, pelícanos y escolopácidos supuso una competencia cada vez más estresante.
En el mar destacan cocodrilos gigantes de agua salada como el Phobosuchus y en las costas europeas encontramos reptiles marinos como el Mosasaurio. Aparecieron las rayas y los modernos tiburones. Abundaban los ammonites, las esponjas, los erizos y estrellas de mar. Los arrecifes de coral seguían creciendo. Las diatomeas, una especie de algas que poseían concha, realizaron su primera aparición en el océano. Otros animales, como las ranas, salamandras, tortugas, y serpientes se extendieron por las costas. Se habían diversificado los animales no placentarios (euterios) y los no marsupiales (metaterios), tanto carnívoros como herbívoros. Los marsupiales y la infraclase placentaria comenzaron a aparecer a finales del Cretácico. Mamíferos de la familia de las musarañas serían comunes en los bosques.
Durante este periodo también se produce una evolución de las plantas con flores a causa de la aparición de insectos como las abejas, lepidópteros precursores de las actuales mariposas, y algunos himenópteros. En cuanto a la botánica, aunque las coníferas siguen siendo las especies predominantes en el cretácico, aparecen plantas frondosas como el ficus.CAUSAS
En la era Maastrichtiense del período Cretácico ocurrió un gran evento de extinción masiva. A este acontecimiento se le denomina episodio K-T, del alemán Kreide/Tertiär, que significa Cretácico/Terciario, o K-Pg, de Cretácico-Paleógeno, desde que la Comisión Internacional de Estratigrafía descartase el Terciario como era geológica.
Las hipótesis de dicha extinción masiva son muy diversas, aunque la más aceptada entre la comunidad científica internacional es la ofrecida por Luis y Walter Álvarez, padre ganador del Premio Nobel de física, e hijo geólogo respectivamente.
En 1980 dirigieron a un grupo de investigadores que descubrieron una alta concentración de iridio, elemento que se encuentra en niveles muy elevados en asteroides y otros objetos planetarios. Esta concentración tan elevada les hizo plantear que el impacto de un gran asteroide contra la Tierra hace 65 millones de años habría sido el responsable de la extinción masiva.
Esta teoría sugiere que la caída del asteroide conllevó la sequedad de la vegetación y provocó unas condicionales climáticas sumamente hostiles para los animales, que necesitaban abundantes fuentes de alimentación. Al haber falta de recursos, las especies herbívoras se debilitaron y murieron, y las mismas consecuencias sufrieron los carnívoros, que dejaron de tener alimento.
La extinción se podría haber llevado a cabo debido a los siguientes procesos. La zona cero fue la Península de Yucatán (México) en la que un asteroide de mil millones de toneladas de peso crearía un cráter de unos 48 km de profundidad (figura 2). Todos los seres vivos en un radio de 400 km morirían al instante. Posteriormente, la onda expansiva crearía una nube ardiente vaporizada que se disiparía al cabo de 10 minutos. Se produciría un terremoto de magnitud 13 con sucesivas réplicas durante el día que provocarían corrimientos de tierra. También habría un gran tsunami y finalmente una “lluvia de fuego”, es decir, las rocas lanzadas a la atmósfera durante el impacto volverían a caer a la superficie terrestre. Esto provocaría grandes incendios y un aumento de la temperatura.
La mayoría de las extinciones en el fondo marino fueron provocadas por la acidificación del agua de los océanos, según los resultados del trabajo de una paleontóloga de Zaragoza, publicados en Proceedings of the National Academy of Sciences. Tras el paso del asteroide, la atmósfera terrestre se calentó y, como consecuencia, el nitrógeno de la misma se oxidó y formó ácido nítrico. El impacto tuvo lugar sobre materiales ricos en yeso, liberándose ácido sulfúrico. Al disolverse en el agua las conchas carbonatas de muchos organismos por el efecto del ácido el pH disminuiría de forma considerable. Esto afectó especialmente a las aguas superficiales.
Otras teorías desarrolladas fueron la teoría de múltiples impactos cuya hipótesis es que uno o más asteroides se fragmentaron provocando además del cráter de Chicxulub, el cráter de Silverpit (costa de Reino Unido) y el cráter Shiva (costas del océano Índico).
Otros expertos elaboraron la teoría de los Traps de Decán. Se creía que una gran actividad volcánica habría tenido lugar hace 68 millones de años y que la expulsión de polvo y gases habrían provocado un efecto invernadero. Este habría conducido a la muerte de gran parte de la biodiversidad. Sin embargo, estudios recientes muestran que estos volcanes entraron en erupción hace aproximadamente 800.000 años. En 2004, Archibald y Fastovsky propusieron una hipótesis bastante aceptada, la multicausal, en donde se combinan en impacto de un objeto contra el planeta junto con una gran actividad volcánica y un gran descenso del nivel del mar.
Conclusiones
El impacto del asteroide provocaría la muerte de toda la biodiversidad que se encontrase en zonas cercanas a su colisión y provocaría una gran onda expansiva. La atmósfera se intoxicaría y el ecosistema global se deterioraría ya que mucha vegetación y fauna preexistente moriría a causa del polvo levantado y el calor generado. Se produciría una fuerte actividad volcánica y un aumento de la temperatura que provocaría la muerte de aún más seres vivos. La ceniza levantada interrumpiría la llegada de luz solar a la Tierra, dificultando el correcto crecimiento de la flora. La muerte de las plantas, algas y bacterias fotosintéticas haría que la vegetación necesaria para los consumidores primarios fuera escasa, provocando su muerte y la de los consumidores secundarios, que tampoco tendrían alimento. Algunos carroñeros podrían sobrevivir durante más tiempo pero los cadáveres en descomposición generarían nuevas enfermedades, deteriorando la poca población que hubiese sobrevivido.
Se han encontrado restos fósiles en el cretácico y en el terciario de algunos tipos de mamíferos que sobrevivieron, como el placentario Cimolestes (figura 3). A mediados de 2002 se descubrió una pata de Hadrosaurio con una datación de hace 64 millones de años, más de un millón de años después de que terminase la extinción masiva, por lo que muchos biólogos afirman que algunos dinosaurios no avianos sobrevivieron. Asimismo, sobrevivieron algunos invertebrados terrestres, invertebrados marinos como estrellas de mar y equinodermos, reptiles como tortugas y cocodrilos, peces y plantas terrestres. El microplancton calcáreo también sufrió pérdidas importantes pero se recuperó durante el Cenozoico.
Sin embargo, algunos científicos descubrieron que, a pesar de la extinción, varios grupos de dinosaurios mostraron pautas de reducción progresiva de la diversidad durante los últimos 10 millones de años del Cretácico. Otros grupos como los ictiosaurios, supuestamente extinguidos en el límite K-T, realmente se extinguieron mucho antes.
Tras la masiva extinción, en la Era Cenozoica, se produjeron cambios en la orientación de los continentes que ya tendrían formas muy similares a las actuales. Cuando Australia se separó completamente de la Antártida, el clima se enfrió debido a la aparición de la Corriente Circumpolar Antártica provocando el enfriamiento del océano Antártico y un periodo de enfriamiento a largo plazo en la temperatura terrestre. Al extinguirse los dinosaurios, se produjo una radiación adaptativa de los mamíferos y surgieron los primeros primates superiores. También surgieron las ballenas tras un descenso del nivel del mar.