Piratería Y Contrabando En La Isla La Española

Introducción

Todo empieza con la decisión de España de monopolizar comercialmente el mercado en América y controlar sus actividades mercantiles, creando la Casa de Contratación de Sevilla, creado por los reyes Católicos en 1503, la cual también permite que personas puedan navegar y comerciar, esta también llevaba los libros de cuanta en la hacienda real, registraba los barcos de carga de mercancías, supervisaba la producción, cobraba impuestos y otorgaba licencias de migración.

Con el fin de monopolizar España dio paso a la piratería y los corsarios los cuales atacaban y atracaban los navíos, robando así lo que contenían. Estos eran apoyados por los monarcas de países como Francia, Inglaterra y Holanda.

Desarrollo

Algunos de estos ataques fue de que en 1522 un barco procedente de Santo Domingo con destino a Sevilla fue atacado por un corsario francés llamado Jean Florín, el cual se apropió de todo su cargamento de azúcar. Otro fue en 1537, donde un corsario francés atacó los poblados de Azua y Ocoa, quemando ingenios y casas y saqueando todo lo que pudo; mientras que en 1540 un barco que recién había zarpado del puerto de Santo Domingo fue asaltado por corsarios ingleses.

Con el hecho de que España quiso apoderarse de los intercambios comerciales con las colonias, las otras potencias decidieron empezar un comercio ilegal o contrabando con los habitantes de las colonias, jugando el papel comerciante que eran franceses, portugueses, ingleses y holandeses. De ahí que el contrabando constituyera una de las bases de su economía. Portugueses, franceses, ingleses y holandeses mantuvieron contacto comercial con La Española a todo lo largo del siglo XVI, no obstante las medidas coercitivas que aplicó la Corona.

Este comercio fue creciendo por las dificultades que tenía España en satisfacer las demandas de la colonia, la llegada tardía de los navíos y la falta de vigilancia de las autoridades coloniales, pues España estaba en guerra.

También porque los que habitaban en la Zona Norte les costaba trasladarse al puerto de Santos Domingo para comerciar, y otros puertos ganaron más importancia como el de la Habana. Otra cosa fue que los habitantes necesitaban comerciar con otras potencias para vender sus mercancías y obtener más esclavos y productos manufacturados.

Y por último este contrabando fue encubierto por las autoridades coloniales, la participación activa de la población y la dependencia de la isla de la economía del contrabando.

Conclusión

Todo empezó en 1605, cuando el monarca Felipe III, a través de la Cédula Real de 1603, ordena despoblar la zona noroeste con la finalidad de erradicar el contrabando. El encargado de llevar a cabo esta orden fue el gobernador de la isla en ese momento, Antonio de Osorio. 1605 todos los habitantes de Montecristi, Puerto Plata, Bayaja y la Yaguana, trasladándolos a la parte este de la isla, donde se fundaron nuevas ciudades llamadas Monte Plata, (por la combinación de Montecristi y Puerto Plata), y Bayaguana, (por la combinación de Bayaja y la Yaguana).