Poder Y Desigualdad: Reestructurando La Familia Tradicional
Según Martín-Baró “el poder es el efecto que produce en las mismas relaciones sociales”. Las normas y roles de género también dan como resultado el desarrollo de factores que pueden afectar a parte de la sociedad. Entre ellos se puede mencionar como las mujeres experimenten violencia, acoso y luchan por recibir la misma remuneración y oportunidades que el sexo opuesto.
Además, la forma en que los padres tratan a sus esposas puede tener un impacto a largo plazo en la personalidad y las opciones de vida de sus hijos e hijas, donde en muchas ocasiones el comportamientos que estos vean empleados en sus hogares, es el mismo comportamiento que implementaran en su ambiente social, escolar y en un futuro profesional.
Si lo relacionamos a los hombres estos pueden tratar a las mujer como inferiores, negándoles claramente su dignidad y valor moral; y con respecto a las mujeres, estas dudaran en si realmente desenvolverse en un ambiente educativo y laboral es lo conveniente para ellas, debido a la vulnerabilidad que pueden llegar a sentir y ser expuestas.
Con el pasar del tiempo la exigencia de la igualdad ha sido mayor, con el fin de que se amplíen los roles disponibles para las mujeres, exigiendo la igualdad de posibilidades y derechos que poseen los hombres. No obstante, como hemos mencionado anteriormente, debido a conceptos tradicionales que aún se mantienen presentes en el contexto ideológico de algunas parte de la sociedad, unos pocos niegan que las mujeres puedan tener el mismo derecho moral que los hombres.
Sin embargo, lo que la lucha feministas ha demostrado a lo largo de la historia, es que desarrollar las condiciones sociales por la lucha al cambio y la igualdad involucra ser conscientes de que el cambio requiere transformaciones a paso lento, pero que sin embargo estas logran ser significativas.
Por otra parte, al hablar de oportunidades, citando a Kerbo “De forma más general, el sistema de estratificación social tiene una importante influencia en acontecimiento tales como la guerra y la paz, la expansión o el estancamiento económico, el desempleo, la inflación y las políticas gubernamentales de varios tipos”
Así si tomamos en cuenta la condición socioeconómica de las familias y la clase a la que estos pertenezcan encontraremos que los miembros de una clase social baja presentaran, en su mayoría, una mayor desigualdad de oportunidades laborales debido a la falta de preparación y poca experiencia que cierta parte de la población tiene de acuerdo con su nivel de escolaridad. Con base en Therborn “El nivel educativo es en cierto sentido el instrumento más nítido y comparable para medir la desigualdad social de muerte prematura en entre los adultos”.
Los objetivos de las mujeres, y también de los hombres, en el lugar de trabajo corresponden principalmente a ideales individualistas que involucran el reconocimiento social, el pago de un salario justo, oportunidades de progreso y realización personal. Sin embargo, empleando las palabras de López, esta nos demuestra como “El aumento de la desigualdad de ingresos en el país en la última década, en buena parte, tiene relación con la distribución de las oportunidades en educación y en empleo.”
Donde estos se ven limitados por las posibilidades de desarrollo que llegan a tener en relación con las posibilidades económicas y el apoyo que les pudieron brindar sus familias en su formación tanto intelectual, como profesional. Además, como lo hace notar López “El perfil de las personas de menores ingresos presenta bajos niveles educativos, con pocas oportunidades de empleo y, además, un problema de acceso a servicios básicos.”
El esfuerzo por lograr la igualdad entre los derechos y privilegios que deben disfrutar la población, tomando en cuenta a hombre y mujeres, encuentra una fuerte resistencia por parte de la estructura social. Además, la movilidad de las regiones rurales aún es limitada. Si bien los padres envían fácilmente al hombre a ciudad sin ningún problema; por otra parte, la mayoría de los padres se muestran protectores al enviar a su hijas a buscar empleo en ciudades como el GAM.
Se debe tratar de empatizar con las clases sociales más vulnerables, generando mayor cantidad de oportunidades, de esta manera a nivel país se notará un avance enorme con respecto al tema de las desigualdades. Es imposible el intentar erradicar la estratificación social rápidamente cuando nosotros mismo como sociedad durante un largo periodo de tiempo hemos sido los que hemos creado esta brecha tan grande.
Con esto se busca no solo minimizar desigualdades en relación con causas particulares como el género, sino también busca el ejercer derechos humanos básicos como la educación, la salud y la protección; para también minimizar problemas igualmente graves que nos involucran como sociedad. Citando a López “ Para reducir la desigualdad, el empleo y la educación son fundamentales. Y, más aún, la comunicación entre instituciones, principalmente las que impulsan programas complementarios y, muchas veces, duplican tareas.”
Se debe trabajar para lograr un mayor sentido de igualitarismo a medida que se realizan avances sociales; sin embargo, esta mejora nunca significará realmente una igualdad completa. Recordemos que la prolongada recesión se ha encargado de ralentizar los cambios en los roles y hábitos de los hogares aumentando la brecha de desigualdades.
Sin embargo, el progreso no se puede detener, y nuestro país en la lucha social debe buscar desarrollar un contexto de igualdad de condiciones y de crecimiento. Esto también involucra la restructuración de los núcleos familiares y la creación de roles en donde no se estereotipe el género para su implementación.
