Prácticas Indígenas Y Biomédicas En La Salud Sexual De Las Mujeres Indígenas De La Amazonía
Brenda Castillo Rivera
Resumen: El presente ensayo busca profundizar sobre los desencuentros entre las prácticas indígenas sobre el parto, la salud sexual y medicinas para la mujer en las culturas amazónicas y las prácticas biomédicas en centros de salud que se encuentran en esta región. Se desarrollará una sistematización de información sobre casos etnográficos e investigaciones científicas, las cuales se contrastará con los desarrollos sobre la noción del cuerpo, la salud y los conocimientos de curación y cuidado. A través de un análisis la sobre experiencias, percepciones y conflictos sobre el establecimiento de una salud sexual intercultural y la introducción de prácticas indígenas en atenciones biomédicas. Este ejercicio nos ayudará a comprender que el problema sobrepasa al argumento sobre un diálogo intercultural sobre los sistemas de conocimientos y prácticas, sino que se efectúa en la percepción sobre la mujer en ambos mundos, conllevando una problemática de género. Así podemos observar que los cambios sociales y culturales de la salud acentúa la situación de vulnerabilidad de la mujer indígena de la Amazonía. Por tal motivo, como reflexión es necesario evaluar a los agentes de los centros médicos y las acciones indígenas sobre la salud de la mujer.
Introducción
La situación problemática de la salud intercultural persiste en la actualidad, a pesar de los diseños e implementaciones de políticas públicas, instrumentos de intervenciones y otras acciones, provocando que las necesidades de los pueblos indígenas no sean abastecidas por el Estado y que sus prácticas ancestrales aun no tienen un reconocimiento real.
Más aún si ampliamos aquellas áreas que comprenden la salud intercultural, veremos que distintos subgrupos sociales de las poblaciones se encuentran vulnerables por un adecuado servicio. Entre ellas nos encontramos al estado de salud de las mujeres indígenas, especialmente en lo que corresponde a los partos y salud sexual.
El presente ensayo busca profundizar sobre los desencuentros entre las prácticas indígenas sobre el parto y la salud sexual de la mujer en las culturas amazónicas y las prácticas biomédicas en centros de salud que se encuentran en esta región. Estos desencuentros son detectados por distintos actores sociales, ocasionando a preguntarse por qué no se están desarrollando adecuadamente y no está impactando positivamente en la situación de la salud de las mujeres indígenas, como son las alta tasas de natalidad, embarazos continuos, problemas ginecológicos, riesgos en partos y la falta de uso de métodos anticonceptivos.
Se desarrollará una sistematización de información sobre casos etnográficos e investigaciones socio-médicas, las cuales se contrastará con los desarrollos sobre la noción del cuerpo, la salud y los conocimientos de curación y cuidado. A través de un análisis la sobre experiencias, percepciones y conflictos sobre el establecimiento de una salud sexual intercultural y la introducción de prácticas indígenas en atenciones biomédicas.
Este ejercicio nos ayudará a comprender que el problema sobrepasa al argumento sobre un diálogo intercultural sobre los sistemas de conocimientos y prácticas, sino que se efectúa en la percepción sobre la mujer en ambos mundos, conllevando una problemática de género.
Así podemos observar que los cambios sociales y culturales de la salud acentúa la situación de vulnerabilidad de la mujer indígena de la Amazonía. Por tal motivo, como reflexión es necesario evaluar a los agentes de los centros médicos y las acciones indígenas sobre la salud de la mujer.
Los límites de la Salud Intercultural y su impacto en la salud sexual de las mujeres
La presencia de los hospitales, centros médicos y medicinas farmacéuticas en la Amazonía tuvo un fuerte impulso por las misiones religiosas en las cuales se pensaba que era necesario cambiar la realidad de los pueblos indígenas a través de una civilización de su conducta (Lobo, 1999). Luego, el Estado peruano, en su política de asimilar el área amazónica con propósitos económicos, instaló centros de salud para la atención de población urbana de las ciudades principales, las cuales estaban interactuando y relacionándose con poblaciones indígenas.
Luego, problemas sobre las alta tasas de fecundidad, mortalidad materna, crecimiento poblacional, morbilidad, provocaron que se ponga mayor atención a estas poblaciones, en las cuales las brechas culturales acentuaron la marginación hacia los indígenas. Aquí enfatizaremos en aquellos problemas que recaían en la salud de la mujer, como son la fertilidad, el parto y la salud sexual.
Sin embargo, Warren Heer (1999a; 19994b; 1999c) nos indica, con el caso shipibo en Yarinacocha, que la presencia de los hospitales no ha significado una mejora en la tasa de natalidad, fecundidad y crecimiento poblacional, siendo una empresa fallida de la modernidad, sino que más bien agudizó los cambios sociales que estaban experimentando esta población de Paococha a raíz de la presencia de los misioneros (evangélicos) y de la entrada hacia la economía del mercado
Los resultados de Warren fueron que esta población había crecido a un ritmo distinto en el lapso de 1964 a 1969, causada por la iniciación de mujeres como madres desde la edad de 15 años aproximadamente y que exista una continuidad de tener hijos en tiempos cortos (1999a); a pesar de que existe un conocimiento y consumo de hierbas medicinales como anticonceptivos tradicionales en las mujeres, que era acompañado por una abstinencia sexual prolongada (1999b). La conclusión en base a este caso etnográfico, es que antes existía la poliginia, la cual era como una forma de actuar como un control de fecundidad por mujer, la cual fue un patrón cultural que fue desterrada por los religiosos.
Así tanto las prácticas sociales y la sexualidad fueron cambiadas por factores externos, acentuada por los tratos de los agentes de salud y la invisibilización de las prácticas curativas tradicionales, conllevaron a un estado de vulnerabilidad a los indígenas.
A pesar de ser revelado esta información, las prácticas médicas en las poblaciones indígenas amazónicas continuaron su trabajo marginalizandolas, creyendo que son despreocupados por la higiene, los cuidados y la salud. Ante este hecho, los pueblos indígenas propusieron una demanda por una atención adecuada y contextualizada culturalmente, que se valore sus propias medicinas tradicionales y prácticas de curación.
En base a una justicia cultural , la propuesta de una salud intercultural cayó como una solución frente a estas demandas, generando un diálogo cultural sobre los saberes médicos o sino por las condiciones de diálogo.
En el caso de Garzó y otros (2019) en Colombia, dentro de un caso con poblaciones ticuna en la Amazonía colombiana, se detectó problemas de atención en embarazos, alumbramientos, cuidados postnatal y anticonceptivos. Las falencias se hallan en las relaciones asimétricas entre los centros de salud y los pueblos, médicos y pacientes, la desligitimación de los conocimientos y prácticas tradicionales en el cuidado del cuerpo y la desvaloración de la visión sobre la salud de la población.
El rol del Sistema Médico Tradicional proveería un actor social importante que sería un enlace entre estas divergencias que se detectan. Así las concepciones sobre la salud del cuerpo en la Amazonía Indígena corresponden a una dimensión física y moral, relacionados con el entorno natural y social donde se encuentran.
Los cuidados comprenden tanto de primeros cuidados, como también de acciones correspondiente con el parto, la fertilidad, medicina o fármacos tradicionales. Todo se divide según fases o etapas de la vida. En cada una de estas etapas, se halló problemas sociales, culturales e ideológicos dentro las poblaciones que dificultó la atención correcta o el involucramiento óptimo de las mujeres en estos espacios de salud intercultural
Sin embargo, a pesar que las políticas de salud intercultural aún se encuentran en sus primeras fases, es necesario detectar que no está teniendo mucho impacto en las poblaciones que se efectúan. Por tal motivo, las necesidades de crear promotores de salud, intermediarios comunitarios enfermeros técnicos de salud intercultural , entre otras propuestas buscan responder de manera efectiva la necesidad de salud intercultural real de las poblaciones indígenas de la Amazonía.
Es así que es necesario conocer cuáles son los límites de la salud intercultural en la cual se detectan las falencias de su aplicación, a pesar de las diversas acciones que se realizan para su mejor estado de función. En el caso de la Amazonía boliviana, Aizemberg (2011) nos expone que la situación problemática de la salud intercultural en el departamento de Beni, Bolivia, al exponer que las promotoras de salud no están funcionando, persistiendo el riesgo sobre la salud sexual de las mujeres indígenas. Esto se debe a que las intenciones de una salud intercultural esconden lógicas discriminatorias, marginadoras, segregacionistas basadas por la aplicación de la teoría de la cultura de la pobreza.
Las falencias de los agentes comunitarios de salud no responden a un choque de tradiciones y costumbres, sino a un obstáculo de género. La aplicación de estas medidas no ha profundizado previamente la situación y posición de la mujer en los contextos sociales que se encuentran, sino que ha obviado los límites de la participación de las mujeres en espacios más allá del ámbito del hogar y del poder de las decisiones sobre su cuerpo y salud sexual.
Además, nos presenta que existe un sistema de apoyo informal, o socialmente reconocido, entre mujeres con respecto a la salud sexual, los cuidados del parto y el estado físico. Siendo esta no reconocida por los agentes de salud estatal, por lo que no aprovechada para una real aplicación de salud intercultural. Por lo que la situación de las mujeres, tanto salubre como socialmente, se encuentra en desventaja, quedándose en una posición atomizada o aislada.
El cuerpo, la salud y los cuidados en la mujer indígena de la Amazonía.
Las consideraciones tanto de la medicina occidental como también de la intercultural aun poseen una lógica unidireccional y asimétrica hacia los conocimientos y las prácticas de las mujeres indígenas sobre su propio estado de la salud. Por lo que es importante buscar y conocer cuáles son las formar tradicionales de actuar en momentos y ocasiones para cuidar y curar el cuerpo.
Para Rojas (2017), dentro del caso matsigenka del Bajo Urubamba, el valor del cuerpo en la mujer es importante, debido a que esta se encuentra en proceso largo de formación, desde su nacimiento hacia su primera menstruación. En este momento, los cuidados sobre los tabúes alimenticios como la adopción de normas de conducta modelarán su presencia como futura madre y esposa.
Durante el proceso del embarazo y próximo momento del parto, es necesario volver a una adecuación del cuerpo para que pueda producir otro, el bebé, de forma saludable. Por lo que el empleo de mitos, como el de Oseroani, permite que las mujeres conozcan que no es bueno consumir tapir.
En el momento del parto, Rojas nos expone que las redes de apoyo entre mujeres son importantes, pero también funcionan como catalizador de emociones, debido a que para los matsigenkas no es bueno demostrar dolor, que significa debilidad emocional y social, sino que debe de controlar sus emociones. La presencia de la partera no es un requisito indispensable en la parto de una mujer, incluso puede llegar luego del alumbramiento, así que cualquier mujer puede realizar el corte del cordón umbilical como el primer baño del bebé.
En el texto de Belaunde, nos invita a reflexionar sobre la necesidad de estudiar los partos como fenómenos socioculturales relacionado con el parentesco, el cuerpo y ritualidad en la vida de las mujeres. Dentro del caso yine en una comunidad de Madre de Dios, la mujer parturienta tiene una agencia sobre su propio parto, la cual consisten en la elaboración de conocimientos acerca de tratar el cuerpo, las emociones y sus redes de parentesco.
La posibilidad de estudiar los partos nos hace acercar que la visión que se tiene sobre la necesidad per se de tener una partera tradicional dentro de la comunidad no es cierta; si bien se puede presentar casos de mujeres que actúen como conocedoras de partos, las mismas mujeres tienen poder y agencia sobre el acontecimiento, llegando al punto de tener su propia autosuficiencia sobre el cuerpo, a través de las decisiones sobre su sexualidad, las prácticas curatorias, los cuidados, ritos, tabúes alimenticios y cosmovisiones.
El impacto de la salud institucional, a través de los hospitales, médicos y obstetras, hacia las mujeres de la Amazonía indígena, nos menciona Belaunde, comprende a una situación de incertidumbre, dolor extendido e impotencia. La fuerza autónoma de la mujer se ve anulada, porque las prácticas médicas tienen el control de los medios de “producción del cuerpo” y de las emociones. Así, el parto ya no es propio de la parturienta, sino del agente médico quien atiende.
De aquí es necesario profundizar sobres las prácticas de parto y los conocimientos en que se basa para que exista una base teórica en la cual se adecúe las prácticas médicas sobre las prácticas indígenas del alumbramiento. Es decir que exista un diálogo horizontal entre los agentes de salud con la piblación local, especialmente para este tema con mujeres madres de familia.
Conclusiones
La aplicación de un enfoque intercultural en los servicios de salud está demostrando una ineficacia debido a los problemas de vincularse con las poblaciones. Si bien significa poner en cuestión las prácticas médicas occidentales y resaltar las prácticas tradicionales, la lógica de este aporte aún se respalda por un comportamiento asimétrico y unidireccional.
Como se ha visto, la mujer es despojada de su autonomía sobre los cuidados del cuerpo y de la salud, esto por ser atendida por alguien externo que toma riendas de la curación, experimentando una subordinación. Mas aún perdiendo ese poder que le confiere ante las decisiones sobre su fertilidad, parto y curaciones de salud sexual.
También en la práctica de la salud intercultural, la cual no evalúa en primer lugar el estado de subordinación de la mujer en el ámbito privado, siendo un problema para ella en el acceso de atención médica, la cual se encuentra en un ámbito público.
Por lo tanto es necesario adecuar los intrumentos de aplicación de salud intercultural en las poblaciones amazónicas a las realidades del estado de la mujer, superando así las barreras de género que aun persiste y valorizar las prácticas y redes tradicionales sobre la curación del cuerpo. Esto conseguiría que los cambios sociales y culturales hacia la mujer se revierta a un estado de pleno ejercicio de su salud, aún en espacios culturales que el machismo es difícil de superar.