Primeras Lámparas Sin el Uso del Aceite de Ballena
Entre el siglo XVII y el siglo XX, el aceite de ballena se hizo muy popular y se utilizó en una variedad de sustancias químicas, materiales y herramientas artificiales, como el aceite de lámpara, la margarina y el aceite de transMisión, anteriormente a este se solía usar la cera de abejas pero fue sustituida rápidamente para la iluminación artificial por el aceite de ballena ya que con este se mantenía una llama constante, durante varios siglos, el aceite de ballena siguió siendo muy utilizado por sus múltiples usos uno de ellos aceites para quemar. (MONTOYA, 2013)
No fue sino hasta los siglos XIX y XX que los avances en la tecnología y mejores recursos alternativos comenzaron a generar menor popularidad del aceite de ballena. (TodoAceites.com)
La creación y producción de queroseno y aceite vegetal generaron a mejoras que eventualmente hicieron del aceite de ballena un material menos deseable, incluso con la llegada de esta nueva sustancia, después de esto muchas empresas dieron la bienvenida a estas nuevas innovaciones ya que el aceite de ballena tenía un mal olor cuando se quemaba y tenía tendencia a blanquear, dañar y deteriorar la ropa y otros materiales. (SANCHIS, ISSUU, 2014)
La aparición de este nuevo sistema de iluminación, era mucho más limpio y más barato que el de lámparas más antiguas, que usaban aceite de ballena para su funcionamiento. Su uso estuvo principalmente destinado a espacios al aire libre, como buques, carruajes, granjas, ferrocarriles, cuerpo de bomberos, en el ejército, etc.
Las primeras lámparas de este tipo, las lámparas de queroseno se remontan a la época en que empezó a usarse comercialmente el petróleo (año 1859) y recibieron nombres diversos dependiendo del país en el cual eran construidas, la lámpara Chalwyn, hecha en Inglaterra en el año de 1859 que fue producida por la compañía británica Chalwyn. El modelo de esta linterna es el ‘Lejano Oriente”. Su forma es variada y han existido, con el correr de los tiempos, diferentes modelos cuyos diseños se relacionaban con la aplicación y el lugar en donde iban a ser empleados, pero por sus características funcionales se conocen dos tipos de lámparas de queroseno, cuyo funcionamiento era de forma bastante significativa. La más común se denomina lámpara de lienzo o de mecha (quinqué), mientras que la otra funciona mediante gas de queroseno producido bajo alta presión, tiempo después además del queroseno, algunas de estas lámparas hacían uso de otros combustibles líquidos, como aceites o parafinas.
Si bien lo dice anteriormente, el objeto era principalmente usado al aire libre, las lámparas chalwyn fueron utilizadas específicamente por el ejército británico. Las lámparas chalwyn se reconocen específicamente y particularmente por estar grabadas en la base metálica con la marca ‘Chalwyn’ y la línea ‘Far East’ y tanto la lámpara como el vidrio con ‘Made in England’, estos grabados tanto como en el vidrio y en el metal son claramente evidencias de nuevas formas de diseño en esa época. (CurialVintage, 2016)
Este tipo de lámparas fueron un objeto muy útil en tiempos en que aún no se disponía de energía eléctrica, especialmente en zonas rurales, pero actualmente no se considera que este tipo de lámparas sean demasiado prácticas para el uso, sin embargo aún suelen ser utilizadas en casos emergencias o en lugares de difícil acceso porque son más seguras y eficientes que otras lámparas o linternas de uso portátil. (MONTOYA, 2013)
La iluminación fue siempre el fin primordial de este tipo de lámparas, se han fabricado modelos de uso exclusivamente decorativo. Solían ser de reducido tamaño y bajo rendimiento, poseyendo a veces vidrios coloreados para realzar su efecto.
La fabricación e invención de estas lámparas no solo ayudo con el hecho de desaparecer por completo el uso del aceite de ballena, sino que también ayudo a prohibir el régimen de caza de ballenas así evitando la extinción de esta especie y organizaciones como la CoMisión Ballenera Internacional comenzaron a intervenir y prohibir la matanza de ballenas, especialmente las ballenas en peligro de extinción y en 1986 prohibieron la práctica de la caza de ballenas en varios países, incluido EE. UU.
Y gracias a esto, hoy en día la práctica de la caza de ballenas ha llegado a su fin permitiendo que varias especies en peligro reconstruyan lentamente sus especies, aunque a una escala mucho menor.