Problemas Neuropsicologicos Asociados Al Alcoholismo
Introducción
El alcohol es un depresor del sistema nervioso central, etanol, cuyos efectos varían en función del grado de alcoholemia en sangre del consumidor, que puede pasar de la excitación que provoca una tasa de 0,5 gr/l hasta estados de coma o muerte por depresión cardiorespitatria.
En España, muy arraigado por los patrones de consumo mediterráneos, (Galán, 2014), la prevalencia alcanza el 77,5% para un consumo general y casi un 14% para el consumo diario.
En un primer momento, como con cualquier otra sustancia, habría que definir de manera general, qué es intoxicación, qué es abuso y qué es dependencia.
La intoxicación es un síndrome transitorio provocado por la toma o exposición a una sustancia y que provoca cambios psicológicos y en el comportamiento desadaptativos. El abuso es un patrón de consumo desadaptativo que provoca un deterioro en la persona y la dependencia donde aparece la tolerancia, el efecto deseado de la sustancia requiere aumentar las dosis y la abstinencia, donde la aparición del síndrome de abstinencia provoca el mayor consumo para aliviar los síntomas o el consumo de otras sustancias que la sustituyan.
Fases de la intoxicación y alteraciones conductuales:
- Excitación: hasta 0,5gr/l: Aparece locuacidad, desinhibición y euforia.
Hasta 0,75gr/l: Hay dificultades de movimiento, problemas de coordinación y pérdida de agudeza visual.
Hasta 1gr/l: Pérdida de reflejos y dificultad en los movimientos y coordinación. Hasta 1,5gr/l: Pérdida de la capacidad de autocrítica y cambios importantes en el estado de ánimo.
Hasta 2gr/l: Labilidad emocional, ataxia, distartria y desinhibición conductual.
- Embriaguez: hasta 3gr/l: aparecen náuseas y vómitos así como la ataxia y distartría se vuelven más intensas.
- Coma: 3gr/l en adelante: ataxia, estupor, coma y aumenta la posibilidad de muerte.
Alteraciones neuropsicológicas
Delirium tremens
Se produce a los pocos días tras la suspensión de un consumo continuado de alcohol, o de la reducción drástica de la cantidad ingerida habitualmente. En ocasiones el inicio se puede retrasar 1 ó 2 semanas. Durante las noches se agrava. (NICE, 2010)
Síntomas
- Cambios del nivel de conciencia
- Estados confusionales y desorientación espacio-temporal
- Trastornos perceptivos: alucinaciones visuales o auditivas
- Trastornos motores: reducción en los movimientos, agitación
Degeneración cerebelosa
Degeneración de todos los elementos de la corteza cerebelosa, aparece una atrofia de la porción anterior del vermis superior y áreas adyacentes de los hemisferios cerebelosos, puede aparecer sola o como síntoma del síndrome de Wernicke-Korsakoff (Martínez, Rábano, 2002)
Manifestaciones clínicas:
– Destaca la “marcha del ebrio”. Aparece ataxia en el tronco y extremidades inferiores, balanceo y pérdida de equilibrio, disartria y pérdida de coordinación motora en brazos.
Wernicke-Korsakoff
Se produce por el fallo en la síntesis de vitamina B1A en el hígado, y su consiguiente déficit. Aparece atrofia cortical, y por otro lado un daño a nivel subcortical con afectación del hipocampo, la amígdala, al diencéfalo, cerebro medio, médula espinal y en ocasiones el cerebelo
Manifestaciones clínicas:
- Fase aguda: confusión mental, apatía, ataxia y parálisis oculares.
- Fase crónica: alteraciones emocionales y cognitivas. Se caracteriza fundamentalmente por amnesia anterógrada aunque también aparece amnesia retrógrada.
Hipótesis explicativas del deterioro neuropsicología en el alcoholismo crónico y el síndrome de Wernicke-Korsakoff
- Hipótesis del hemisferio derecho
En el alcoholismo crónico el daño es más pronunciado en el hemisferio derecho en comparación con el izquierdo, lo que provoca que las alteraciones sean sensoperceptivas y viso espacial. (Iruairrazaga et al, 2001)
- Hipótesis del envejecimiento prematuro
Todas las áreas cerebrales se deterioran de manera parecida por los efectos tóxicos del alcohol
- Hipótesis del continuo
Plantea que el deterioro en las funciones cerebrales forma parte de un continuo, no aparecen de manera inmediata, siendo el polo inferior el que corresponde a los bebedores ocasionales y el polo opuesto los afectados por el síndrome Wernicke-Korsakoff.
Evaluación
Los pacientes con alcoholismo crónico presentan una serie de déficits tanto cognitivos como conductuales, que han de ser valorados. Los déficits se presentan en una gran variedad de áreas como memoria, donde se ve afectada la capacidad de generar nuevos aprendizajes o la memoria a corto plazo; la atención, pueden verse déficits en la velocidad de procesamiento o en las funciones ejecutivas, que pueden mostrar síndrome disejecutivo o problemas en la capacidad de resolución de problemas. Para ello utilizaremos diferentes instrumentos que podrían ser:
Memoria
Para memoria visual Subtest Clave de números del WAIS, o el test de la figura de Rey, para la memoria de trabajo la Batería Halstead Reatain o The Delayed alternation Task. Para aprendizaje podría usarse TAVEC o el subtest de aprendizaje palabras de Barcelona.
Atención
Podríamos empezar con la velocidad de procesamiento, si estuviese afectada con el Subtest de Clave de números (WAIS) o el Test de símbolo-dígito, para la atención sostenida el CPT o para la atención selectiva el Subtest de figuras incompletas (WAIS) o para la anosognosia que pudiese estar presente en el síndrome de Wernicke-Korsakoff el TEA.
Funciones ejecutivas
Para la flexibilidad mental podría emplearse Trail Malking Test o el Test de Cartas de Wisconsin, para la inhibición de respuestas el Test de Stroop o el Go-no-go Task, para la capacidad de planificar la Torre de Londres.
Conclusión
Como vemos el alcoholismo crónico deteriora en gran medida la vida de los pacientes, todas las áreas de sus vidas están muy deterioradas, los déficits provocados y sus consecuencias pueden influir en la manera en que se relacionan con su entorno, pudiendo no solo ver afectados aspectos sociales o familiares, también laborales o académicos.
Se observa, también, que el abordaje de este tipo de pacientes debe ser integral, no solo centrarse en las consecuencias fisiológicas que el consumo crónico de alcohol conlleva, sino valorar, evaluar y tratar los ámbitos conductuales, cognitivos, emocionales y sociales.