Productividad: Valor Social y Moral del Trabajo Profundo en Comparación con Lo Superficial
“Enfócate” libro escrito por Calvin Newport (1982), autor y profesor estadounidense de la universidad Georgetown publicó en 2016 este libro donde nos describe el trabajo profundo y lo cual toma para enfocar nuestra mente en trabajos y vida cotidiana para llegar al éxito de forma eficaz. El enfoque es algo que no se nos da tan fácilmente a muchos de nosotros, es una actividad que muy poca gente consigue y cuando logramos conseguir esto se vuelve en algo muy valioso, ya que en esta economía tenemos que adaptarnos por el simple hecho de que cambia bastante y muy rápido, y tenemos que llegar a dominar nuestras habilidades y capacidad para enfocarnos ya que es algo crucial para progresar más rápido que la competencia.
Además de cuatro reglas prácticas, este libro demuestra el valor de desarrollar y aumentar los niveles de concentración en un mundo que incentiva la hiperconexión y la multitarea.
Newport se refiere a que el trabajo profundo es una destreza que tiene un gran valor en la vida moderna en la cual vivimos hoy, dado como es la economía de la información. Se realiza una reflexión respecto de qué categorías profesionales tendrán un éxito y confluyendo que serían los dueños del capital, los trabajadores altamente calificados y las “superestrellas”. Igual Newport defiende la hipótesis del valor del trabajo profundo como algo necesario para un trabajo profundo de aprender a dominar rápidamente las cosas complicadas.
Modos para realizar trabajo profundo
El trabajo profundo es necesario para extraer hasta la última gota de valor de nuestra capacidad intelectual. Décadas de investigaciones en campos de psicología y la neurociencia, sabemos que el estado de esfuerzo mental que acompaña trabajar a fondo es necesario también para mejorar nuestras aptitudes. Dicho dato existen modos para realizar trabajo profundo con éxito cada uno con sus respectivas características.
- Modo monástico: Esta filosofía se inclina por maximizar la profundidad eliminando o reduciendo drásticamente las fuentes de distracción. Este es el modelo en que, para hacer trabajo profundo, es necesario aislarse y desconectarse por un cierto periodo de tiempo.
- Modo Rítmico: Se inclina por el desarrollo de un hábito de trabajo a lo profundo, estableciendo sesiones de trabajo profundo regulares, ritualizadas de algún modo o otro, para que no sea necesario invertir mucha energía en decir cómo y cuándo hacer trabajo profundo.
- Modo bimodal: No siempre es necesario ni posible aislarse completamente del mundo.Este modo establece un periodo de reclusión. En la filosofía bimodal se divide el tiempo de modo que se dedican porciones claramente definidas a labores profundas y el resto queda para lo demás.
- Modo periodístico: Se trata de trabajar en cualquier momento, con profundidad. Similar a los periodistas que tienen una fecha de entrega límite y tienen que concentrarse aunque a su alrededor haya ruido y agitación.
Este concepto da un vuelco a la manera como la mayoría de la gente piensa acerca de su experiencia subjetiva de la vida. A primera vista, no parece obvio que estos modos se basen en el trabajo a fondo. Pero si se intentara adquirirlos podrían ser de gran ayuda para adquirir aprendizaje, concentración y productividad.
- Organizar el tiempo: Tener al tiempo en una forma de pensar altísima, tratarlo a cual con respeto. Tener una estructura a la jornada, mezclando organización y flexibilidad, teniendo en claro los propósitos que son tu meta alcanzar ya que si uno no se organiza como debe de ser es muy sencillo que el tiempo se consume principalmente navegando por internet contestando correos electrónicos etc, esto con la sensación de no haber avanzado nada sobre el dia.
Las cuatro reglas
- Trabaja en profundidad: Aparte de los cuatro estilos ya citados, igual a la organización del tiempo para establecer rituales para realizar trabajo profundo también implica respetar tiempos de descanso, tranquilidad y recuperación para poder desconectar completamente y recuperar energía en el transcurso. Por ejemplo cuando trabajes, trabaja duro. Cuando lo dejes, déjalo por completo y enfócate en el descanso de tu mente.
- Aprender a aburrirse: La habilidad para concentrarse intensamente es una habilidad que se puede entrenar. Por ello se requiere entrenarlo y, a la vez, aprender a distraerse, a aburrirse. Todos tenemos un momento de pausa en nuestras vidas cotidianas, tenemos que aprender a resistir una de las distracciones más malas que hacemos cuando el aburrimiento nos invade esto es sacar el teléfono celular para pasar el tiempo. En vez de esto podríamos tomar el tiempo para respirar y pensar. Una de las filosofías debiera ser “más que encontrar un espacio en la distracción para concentrarse encontrar un espacio en la concentración para distraerse sanamente”
- Alejarse de las redes sociales: Considerar un gran esfuerzo y cambio drástico en hábitos que actualmente tenemos a lo que hemos logrado llamar “normal” que estar conectado es positivo y desconectado negativo puede ser una gran equivocación ya que la utilización indiscriminada de las redes consume energía, tiempo y atención, recursos que entonces no están disponibles para el trabajo profundo. Tenemos que aprender que es nuestro propósito al cual estamos usando las redes en las cuales estamos activos constantemente. Tenemos que identificar qué es lo más importante en nuestras vidas y luego determinar si el impacto es positivo o negativo.
- Eliminar lo superficial: Si recuerdas, el trabajo superficial se refiere a responder correos electrónicos, hacer llamadas telefónicas, asistir a reuniones y otras tareas inevitables pero en última instancia de poco valor. Si te tomas en serio el trabajo profundo, debes dejar estos debes y programar el tiempo para el trabajo profundo y dedicar el menor tiempo posible al trabajo superficial. No permita que el trabajo superficial se interponga en el trabajo profundo. No “Lleve el trabajo a casa”. Su objetivo no es tanto apegarse a un cronograma específico, sino mantener una opinión reflexiva sobre lo que está haciendo con su cronograma en el futuro, incluso si estas decisiones se modifican una y otra vez a medida que avanza el día.
Conclusion
Romper y formar hábitos se vuelve mucho más fácil cuando hacemos cambios estructurales rápidos y externos que eliminan o introducen las señales que los desencadenan. Estos cambios ayudan a que los nuevos hábitos sean el curso de menor resistencia y, lo que es más importante, eliminan el rol de la fuerza de voluntad al volver a caer en los hábitos viejos. Trabajar profundamente en un mundo que constantemente nos empuja hacia un trabajo superficial es difícil. Para lograr esta hazaña, necesitamos crear rituales y rutinas diseñados para minimizar la cantidad de fuerza de voluntad necesaria para hacer la transición y mantener un bloque de concentración ininterrumpida. Es necesario luchar constantemente contra las distracciones, esforzarse al máximo y concentrarse, pasar menos tiempo en las redes sociales, pasar menos tiempo en Internet, planificar sus días incluso en tiempo libre por adelantado, etc.
Tomando en cuenta que la vida profunda no es para todos. Para la mayoría de las personas, es demasiado trabajo y una gran molestia. Obviamente ya estamos acostumbrados a lo más fácil que es ceder a las comodidades del ajetreo artificial. Es mucho más fácil perder el tiempo en las redes sociales. Mucho más fácil ceder a las tentaciones cada vez que surgen.
Sin embargo, si te tomas en serio la habilidad de maximizar tu productividad, desplegar tu mente a su máxima capacidad y hacer grandes cosas, entonces no hay otra forma mejor que perseguir la vida profunda.