Programas de Salud Sexual y Reproductiva en México
Hasta antes del siglo XX, la respuesta para atender los retos y problemas de salud en México recaía en la familia, en instituciones caritativas establecidas por la iglesia católica o prestadores privados de los diversos saberes médicos.
Aun para 1917 la salubridad era responsabilidad de los estados y municipios, no del gobierno federal y el cuidado de la salud se proporcionaba a través de la caridad y de fundaciones privadas de atención médico hospitalaria. Es con la Constitución Política de los Estados Unidos mexicanos de 1917 que se abrió una perspectiva diferente de lo que sería la salubridad y, posteriormente, la seguridad social. (Jornada, 2012)
Durante años, las estrategias del gobierno federal se han concentrado en atender a mujeres embarazadas, a los niños, a las niñas, pero los adolescentes y sus problemáticas de salud como los embarazos, han tenido una acción casi ‘invisible’. Existen acciones de programas y proyectos sociales pero la problemática continua lo que significa que algo sigue fallando.
Programas de Atención Materno Infantil Dirigidas al Adolescente durante el período de Felipe Calderón (2006-2012)
Como ya se ha mencionado, el fenómeno del embarazo adolescente en México tiene alta incidencia lo que implica consecuencias como la deserción escolar, la posible interrupción del embarazo, la desnutrición, secuelas psicológicas, rechazo social, abandono, conflictos familiares, escasos proyectos de vida, entre otros.
Para atender esas situaciones, y lidiar con los problemas de salud/enfermedad/atención, prolongar la vida sana y contribuir al bienestar social es que los sistemas de salud han trabajado por dar respuesta social organizada (OMS, 2000) y han colaborado en trabajo conjunto y constantemente con propuestas, incluso a los gobiernos.
Durante la administración de 2006-2012, de Felipe Calderón Hinojosa, las áreas de salud sexual y reproductiva no registraron avances importantes. Ni siquiera un tema tan sensible como la mortalidad materna pudo ser abatido. En octubre de 2012, se incorporó la vacuna contra el Papiloma Humano en el esquema nacional de vacunación y se puso en marcha el Programa de Acción Específico en Salud Sexual y Reproductiva en Adolescentes, coordinado por el Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva, aun y con ello, se registró un déficit en la implementación de programas de prevención del embarazo no deseado en menores de 19 años.
En ese sexenio se integró el Programa Nacional de Salud 2007-2012 Por un México Sano, construyendo alianzas para una mejor salud, y que tuvo ejes rectores para dar respuesta a las demandas más vivas y legítimas de la población como:
- Dar énfasis a la promoción de la salud y la prevención de enfermedades.
- Garantizar el aseguramiento universal, con el propósito de que cada mexicano tenga acceso a servicios integrales de salud.
- Garantizar que los bienes y servicios estén libres de riegos sanitarios.
- Suministrar oportunamente los medicamentos e insumos requeridos.
- Brindar una atención de calidad, con calidez y segura a toda la población.
- Fortalecer la infraestructura y el equipamiento médico para ofrecer a los pacientes una atención efectiva en sus lugares de origen. Todo de manera global y poco en la población adolescente.
Cabe recordar que, en 2008 México, firmó la Declaratoria Ministerial ‘Prevenir con educación’, acuerdo internacional en el que se comprometió a garantizar educación de calidad incluida la educación sexual a toda la población de niños, niñas, adolescentes y jóvenes, en ambientes libres de violencia, estigma y discriminación a través de las modificaciones a los planes de estudio y la capacitación del personal docente.
Esos planes y programas fueron virtuosos; pero en la realidad, la mortalidad materna, los embarazos no deseados y la demanda insatisfecha de anticonceptivos son todavía temas pendientes.
Para responder al desafío, diseñó la Estrategia Nacional para la Prevención del Embarazo en Adolescentes, que mediante acciones interinstitucionales coordinadas con políticas y planes nacionales, estatales y municipales enfrentó sus determinantes económicos, sociales y culturales, como sus causas subyacentes. (Gobierno Federal, 2013)
La Estrategia fue trabajo conjunto de 13 dependencias del Gobierno Federal y de la consulta a organizaciones de la sociedad civil y académicos/as con trayectoria y conocimiento del fenómeno.
En ella se contemplaron objetivos específicos que se plantearon, como, entre otras cosas promover el desarrollo humano y las oportunidades de las y los adolescentes; crear un entorno que favorezca decisiones libres y acertadas sobre su proyecto de vida y el ejercicio de su sexualidad; incrementar la oferta y la calidad de la información y los servicios de salud sexual y reproductiva, así como una educación integral en sexualidad en todos los niveles educativos, de gestión pública o privada.
Un mecanismo de importancia para el éxito de la estrategia fue focalizar acciones intensivas en los municipios que presentan las mayores tasas de embarazo adolescente.
Las metas que se persiguieron fueron lograr que en el 2030 se redujera a la mitad la actual tasa de fecundidad entre las adolescentes mexicanas de 15 a 19 años de edad, y erradicar el embarazo en niñas menores de 15 años. Eso aún no está ni siquiera en vías de percibirse.
Programas De Atención Materno Infantil y Dirigidas al Adolescente durante el período de Enrique Peña Nieto (2012-2018)
Hasta hoy el embarazo en adolescentes sigue siendo un problema poblacional que amplía las brechas sociales y de género aun y cuando debe ser un tema de proyecto de vida, de educación, de salud, pero sobre todo de respeto a los derechos humanos, a la libertad y a su desarrollo como personas. Por ello, prevenir y erradicar el embarazo adolescente, ha sido los objetivos estratégicos de todo período de gobierno que demandan acciones integrales, mecanismos de atención profesional de alta calidad, con total cobertura y perspectiva de género.
Pero disminuir la incidencia de este problema que limita el desarrollo de las y los adolescentes en México hace necesario contar con una estrategia que oriente todos los esfuerzos gubernamentales en un marco de respeto a los derechos humanos y a la normatividad nacional e internacional.
Para responder a ese desafío se diseñó en el período gubernamental de Enrique Peña Nieto, la Estrategia Nacional para la Prevención del Embarazo en Adolescentes con objetivos específicos de promover el desarrollo humano y las oportunidades de las y los adolescentes como crear un entorno que favorezca decisiones libres y acertadas sobre su proyecto de vida y el ejercicio de su sexualidad así como incrementar la oferta, la calidad de la información y los servicios de salud sexual y reproductiva, así como una educación integral en sexualidad en todos los niveles educativos, de gestión pública o privada.
Un componente de primera importancia para el éxito de la Estrategia fue focalizar acciones intensivas en los municipios que presentan las mayores tasas de embarazo adolescente.
Entre las líneas de acción intersectorial destacaron el asegurar que las y los adolescentes finalicen la educación obligatoria, se generaran oportunidades laborales para la población joven y mantener campañas de comunicación.
Estrategia Nacional para la Prevención del Embarazo en Adolescentes también pretendía fortalecer la prevención y la atención de la violencia y el abuso sexual contra niñas, niños y adolescentes; asegurarles la prestación de servicios de salud, garantizar procesos de formación y capacitación a las y los educadores, al profesorado, al personal de salud, a padres y madres de familia, y a líderes de la comunidad, y desde luego fortalecer el liderazgo juvenil. CONAPO (2012-2018)
La Estrategia Nacional para la Prevención del Embarazo en Adolescentes (ENAPEA), que fue creada a fin de reducir el número de embarazos en adolescentes en México, mediante la promoción del desarrollo humano y las oportunidades de las y los adolescentes, así como incrementar la oferta y la calidad de la información y los servicios de salud sexual y reproductiva, entre otras acciones, tuvo resultados importantes.
Hasta junio de 2018, en la Secretaría de Salud operaron 2,140 Servicios Amigables para Adolescentes con servicios de salud sexual y reproductiva para ese grupo poblacional, lo que representó un aumento de más de 100% en comparación con los 1,055 que prestaban servicios en 2012.
Dicta el informe que se redujo la tasa específica de fecundidad en adolescentes de 15 a 19 años de edad que entre 2012 y 2016 pasó de 78.9 a 69.6 por mil adolescentes. Conforme a las cifras publicadas por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en 2016 se registraron 9,555 nacimientos de madres de 14 años y menores, lo cual representó la cifra más baja desde 1986, y 1,369 registros de nacimientos menos que en 2012. Asimismo, la cifra de registros de nacimientos en madres de 15 a 19 años en 2016 fue de 389,585, la cifra más baja desde 1985, y representó 67,067 registros de nacimientos menos que en 2012. GOBIERNO DE MÉXICO (2018).
Aun y con cifras triunfalistas de cada gobierno, los resultados hasta 2018 no han sido los más efectivos porque México sigue ocupando el primer de embarazo adolescente, con una tasa de fecundidad de 77 nacimientos por cada mil jóvenes de 15 a 19 años, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, OCDE (Cámara de Diputados, 2018)
En conclusión:
- Hasta hoy existen dificultades de implementación de las políticas y programas en diferentes sectores.
- Hace falta ejecución de presupuestos dedicados a diferentes sectores.
- Aún existen barreras ideológicas que han ido dejando en segundo plano los compromisos en materia de derechos humanos, sexuales y reproductivos.
- La prevención como la participación y responsabilidad de los padres de familia, es urgente.