Protocolos Para Un Destino De Encanto

Introducción

Para el óptimo desarrollo de un destino turístico y la permanencia de los recursos en el tiempo, no solo se requiere de la existencia de una planta y producto turístico adecuado, capaz de atraer la atención de los visitantes, si no además influyen factores organizativos, de planificación y desarrollo, y de gestión del capital económico, social y cultural del territorio. Es así como la participación, no solo de los actores del territorio, sino también de la comunidad local en los planes de desarrollo turístico.

Desarrollo

Es un eje importante, puesto que “es la comunidad quien percibe los efectos ya sea o positivos o negativos de incorporarse a la industria turística” (Pantano). Es relevante que la comunidad local conozca y se involucre en las decisiones sobre políticas y planificación turística que se llevaran a cabo, para así poder mitigar los efectos adversos de la presencia de turistas, y ser un destino en convivencia con el turismo, que permanezca en el tiempo, en la conservación tanto de sus atractivos naturales como culturales.

Con respecto a la planificación de un territorio y la puesta en valor de un lugar encontramos al Estado como primer ente, quien debe gestionar y planificar las estrategias de un destino, esta situación se lleva a cabo en distintos niveles, desde el macro: nivel país, meso: regional o zonal y micro: los destinos propiamente tal, asignando políticas, planes, programas y proyectos diferenciados para suplir las necesidades de cada nivel, el actor estatal encargado del desarrollo turístico se le conoce como “Organismo oficial del turismo”, quien coordina las distintas áreas del estado vinculadas a la actividad turística. 

Realizar esta diferenciación organizativa, permite que la competencia turística se genere entre niveles, obligando a los destinos a ser más competitivos y a los agentes estatales establecer una mayor variabilidad de estrategias. Por otra parte, los “Operadores receptivos” cumplen un rol significante en la experiencia de los turistas en un destino, este ente, es quien mayoritariamente, permite el intercambio o uso de distintos servicios de turismo presentes en la zona, debido a que es el primer agente en atraer y contactar a los turistas que desean conocer los atractivos.

Posteriormente, necesitarán de las empresas presenten en el área. Son todas estas empresas privadas, que, en la forma y calidad de la entrega del servicio, definen la imagen y percepción que se llevará el turista, y por la cual lo preferirá ante la competencia. Ahora bien, con la presencia de visitantes, surge la necesidad de contar con una entidad que vele por el correcto orden, cuidado y preservación de los recursos, Pantano define a estos organismos como “El custodio”, que generalmente es un agente estatal.

Externo al Organismo oficial del turismo, o bien recae esta función en las ONG, quienes regulan la interacción entre el uso y conservación o protección de los atractivos, al tener conocimientos específicos en el área (Pantano), y no establecer como prioridad el solo aprovechamiento turístico, como sucede por el general de los privados. Por ende, esta unidad es la gestora del cuidado del patrimonio y su preservación en el tiempo.

Conclusión

Es así, que la interacción de todas estas partes, y las múltiples experiencias que el turista ha tenido o espera obtener del lugar, son las que van delimitando la imagen de un destino. Por ende, es oportuno que todos los actores relacionados al territorio, identifiquen y perciban cuáles son sus atributos diferenciadores y cuál es el mensaje que se quiere entregar para atraer a cierto segmento de turistas, estableciendo actitudes dirigidas al enfoque de lo que se pretende plasmar como “Imagen de destino”.