Reflexión: Las Brujas De Salem De Arthur Miller
Introducción.
Bajo el contexto de la historia colonial norteamericana, tenemos los acontecimientos ocurridos en el pequeño poblado de Salem, los cuales son descritos en la obra de teatro “Las Brujas De Salem” escrita por Arthur Miller en 1952, está compuesta por 4 actos en donde narra una de las mayores y más representativas masacres entorno a la llamada cacería de brujas dada en 1692.
Arthur Miller presenta una obra cargada de realismo histórico en donde plasma las atrocidades de aquellas doctrinas radicales que componen y constituyen el pensamiento de todo un pueblo. Podemos decir que el autor al momento de escribir la obra en cuestión se vio netamente influenciado por la realidad característica que se vivía en pleno siglo veinte, sin embargo este ya transmitía indicativos de crítica social en sus obras anteriores, por lo que fue a partir de 1950, donde padeció la verdadera persecución con base a ideologías como víctima de la “Caza De Brujas” (atropellos en contra de personas que se consideraban y muchas veces rumoraban seguir doctrinas comunistas, durante el auge de la guerra fría) en estados unidos, que considero se vio influenciado para transmitir esta situación ocurrida en Salem, ya que el pueblo,
Dentro de la obra las “Brujas De Salem” el autor permite apreciar claramente el contexto narrativo desde el principio hasta el fin de ésta, siendo este el colonialismo norteamericano inmerso en pensamientos y controles estatales regidos por la religión. Dicha situación a lo largo sus líneas, denotan la importancia que el pueblo le otorga a los dictamines espirituales, conllevando a que los pobladores relacionen cualquier aspecto de su vida entre lo correcto o incorrecto ante las leyes de Dios. De esta manera cualquier pensamiento diferente o contrario a lo que los feligreses, inspirados por pensamientos puritanos, consideraban correcto serian condenados padeciendo el repudio social y legal.
Personalmente la temática de la obra me parece muy interesante, al igual que aprecio la redacción ofrecida por el autor al momento de describir un ejemplo claro de imposición ideológica, en donde no había cabida para la contrariedad, catapultando pirámides de poderes estatales mantenidas sobre cimientos de ignorancia y sumisión.
Desarrollo.
Arthur Miller presenta en 1953 “Las Brujas de Salem”, obra en la cual se muestra con nitidez el ambiente hostil que experimentaba la población de Massachussets bajo dictamines religiosos, regidos y reprimidos por el miedo colectivo que fomentaba la iglesia protestante entorno a las acciones de los devotos, siempre señalando que toda obra fuera de las leyes impuestas se catalogaría como demoniaco. Aquella falta de tolerancia derogaba a una sumisión total de parte del pueblo, tomando en cuenta que el estado castigaba a todo aquel que se denotaba contrario a lo establecido, en la mayoría de los casos con la muerte.
En un entorno colonial orientada por los 1600, el régimen político era influenciado casi en su totalidad por leyes espirituales de carácter religioso, sus normas y formas de conducta se regían por aquellos dogmas. Así mismo, en un ambiente con pocos recursos la manera de comunicarse se desarrollaba a través de los sermones, las charlas abiertas que los sacerdotes o predicadores ofrecían al pueblo eran su mas fiel medio de aprendizaje.
Es importante recalcar que la forma de comunicación entre la población era de forma oral o escrita a través de cartas y anuncios que se colocaban en puertas o muros. Sin embargo, se hace énfasis en la importancia de los rumores como instrumento de comunicación social, debido a que, en un entorno con pocas facultades de acceso a la información, un rumor podía determinar la reputación de una familia entera o derogar crímenes, los rumores se convirtieron en la herramienta de exaltación social mas punzante, penetrando en la memoria de todo un pueblo, de esta manera volviéndose un arma frágil.
En la sociedad colonial, los rumores nacían como consecuencia de una observación individual inexacta, de persona en persona, de boca en boca, los rumores servían como medio de denuncia y reclamo, la voz publica se hacia presente en los procesos judiciales como normativa, ya que se catalogaba al pueblo de testigo en las acciones del denunciado.
La existencia de un rumor ameritaba de un grupo social que difundiera el mensaje, quien lo comenzaba no era mas que el resultado de los prejuicios y el odio de una sociedad manipuladora, cuyo único fin era el control total del individuo, en cada aspecto de su vida. Los rumores figuraban la técnica de comunicación más representativa de la época colonial, sin emabrgo estaban inversos en ambigüedad y paradigmas que la gente interpretaba a su conveniencia. Dentro de un pueblo pequeño como Salem, los acontecimientos extraños u ajenos a la ciencia local eran investigados por la iglesia, quien a su vez respondía alegando que aquello provenía de lo sobrenatural referenciando a poderes demoniacos, de esta forma, “las brujas” fueron utilizadas para dar respuesta a sucesos extraños como enfermedades y muertes que la sociedad no podía explicar.
Sin embargo, el termino brujería no tenía bases sustanciales de prueba, en medio de una sociedad con un sistema social desequilibrado, camuflado por presuntos valores morales y cristianos, se encuentran sucesiones de complejos y confrontaciones éticas que dicho sistema provoca, mismos que la iglesia y el parlamento se encargó de justificar con la “brujería” y entidades “demoniacas”. “Por esta razón, brujas y hechiceros se transforman en los villanos de las moralidades sociales, a quienes se les adjudican las características y los crímenes más inhumanos.
Los individuos residentes de esta colonia asemejaban lo extraño con algo demoniaco o sobrenatural, por lo tanto, el miedo colectivo a padecer alguna enfermedad o incluso la muerte los llevaba a denunciar cualquier tipo de anomalía o rareza, y en medio de un sistema judicial inmerso en la superstición y en la poca objetividad, condenar a alguien resultaba muy sencillo, tan solo hacía falta una acusación y por ende “testigos” que aseguren que dicha acusación es cierta, sin necesidad de pruebas.
De esta manera intervienen los rumores, al tener como medio de credibilidad la opinión social, un rumor podía certificar o negar un suceso, los rumores figuran como testigo directo sobre la moral de un individuo, sin embargo, dicha opinión colectiva estaba abierta a falsedades y artificios, empleadas también para denigrar y condenar a alguien. “La mera mención del mismo evoca los fantasmas de acusaciones falsas, presunción de culpabilidad y destrucción de la familia y la comunidad.
Paradójicamente, los que aseguraban que fueron víctimas de brujería, eran los mismos que padecían algún tipo de escasez económica o enfermedad, de esta manera su blanco más fácil de acusación eran personas con las que habían tenido discusiones o no mantenían buenas relaciones, con el propósito de perjudicar. Las personas acusadas eran individuos con baja fama dentro de la sociedad, cuya defensa legal sea mínima y su credibilidad con poca importancia. Además, es importante recordarcar que la publica estaba sesgada por el temor colectivo que las investigaciones contra brujería y las predicas dominicales trabajo provocado en torno a esta superstición, por lo tanto, no dudarían en buscar el exterminio total de este fenómeno apoyando cualquier regulación o proceso en contra de los que sean acusados.
Dentro de Salem, se presenta esta situación de acusaciones aleatorias, sin ninguna base o prueba exacta en el momento en que Abigail, quien estaba siendo interrogada por el predicador, se encontraba entre la espada y la pared ya que sus acciones en el bosque con las otras chicas habían sido descubiertas y por ende el pueblo no dudaría en acusarlas de brujería, bajo este escenario de tensión, ella exclama:
¡Quiero confesar!… ¡Quiero la luz de Dios, quiero el dulce amor de Jesús!
Yo bailé para el Diablo; yo lo vi; yo escribí en su libro; yo
vuelvo a Jesús; yo beso su mano. ¡Yo vi a Sarah Good con el
¡Diablo! ¡Yo vi a la señora Osborn con el Diablo! ¡Yo vi a
Bridget Bishop con el Diablo!
De esta forma, comienza una serie de acusaciones contra personas que atentaban en contra de sus intereses, de igual forma buscaba salvarse de los prejuicios que atentarían contra ella por sus acciones en el bosque. La prolongación de estas acusaciones, derivaron al posterior enjuiciamiento de los individuos acusados a lo largo de la obra, surgieron comentarios de diferentes disputas que a su vez se convertían en testimonios de personas que habían “visto” a los acusados en acciones demoniacas.
Un aspecto de relieve dentro de la estructura en los comentarios colectivos era el estado psicológico en los que se mantenía el pueblo, la situación con las chicas inmersas en las acciones cometidas en el bosque presuntamente demoniacos, propiciaron un ambiente de tensión en donde el apego religioso y dogmático cristiano se percibía a flor de piel. El pueblo se encuentran bajo expectativa al no encontrar respuestas claras, pero las acusaciones y la rápida acción de las aprensiones en contra de los supuestos ‘ayudantes del demonio’, figuraron un camino en busca de la paz para su pueblo, de tal manera que creer en presunciones que se volvían polémicos, les resultaba muy sencillo.
Dentro de este ambiente colonial, la escasez social figuraba el contexto de desarrollo para estos rumores de condena. Las líneas de la obra, sultán a la vista la situación de desigualdad que vivía al pueblo de Salem, otorgando mayor relevancia a los líderes religiosos por medio de su mantención, y el pago de un sueldo excesivo. Las características clave del colonialismo del siglo XVII presentan al trabajador u obrero como ultima prioridad ante las leyes estatales, misma situación que prolonga este ambiente de violencia entre los lugareños, sentimientos de rencor, avaricia, el deseo por el dinero y mejorar su propia vida, mismo sentir que derivaría a los ataques por medio de acusación entre unos y otros, en busca de la represión del prójimo.
Conclusiones.
En conclusión, la creencia en brujas presentada en la obra “las brujas de Salem”, no es más que el resultado de las relaciones directas y personales entre los lugareños del pueblo motivados por un adoctrinamiento religioso y político de carácter represivo e impositivo. A su vez, las leyes prolongaban la no apertura por lo derechos ya que los juicios que se suscitan estaban sesgados por dichos dogmas y creencias puritanas, de esta manera la mención de cualquier acción en contra de lo practicado por los feligreses y enseñado por la iglesia sería sometido a juicio y condenado.
Dicho descubrimiento de acciones presuntamente “Demoniacas” se da por medio del mas popular medio de comunicación y divulgación de información, los rumores, los cuales se construyen a partir de la crítica de un sujeto hacia algo en específico y, por consiguiente, prologando por los demás sujetos. Esta herramienta de comunicación masiva, figuro como pieza clave en el enjuiciamiento, ya que las cortes permitían la opinión del pueblo como medio para comprobar información, sin embargo, las opiniones y criticas que fomentaban estos rumores, están íntimamente ligados a pretensiones personales inspirados por rencor u odio, de la misma forma estos sentimientos se creaban bajo un entorno social de represión y falta de derechos constitucionales fomentando así la búsqueda de la riqueza de manera individual.
Bibliografía
- Godfrid, E. L. (1999). Las Brujas De Salem, un hecho historico y dos textos literarios .
- Meneses, O. J. (2000). Rumores, cartas y caminos en la sociedad colonial.
- Miller, A. (1953 ). Las Brujas de Salem .