Reflexión sobre Cumbres Borrascosas de Emily Brontë
Reflexión
El tema que se propone a continuación está enfocado en las repercusiones emocionales que las personas pueden llegar a tener, al ser sometidas a un trato decadente, donde prima la violencia y el desprecio; desembocando en acciones que permitan devolver el sufrimiento recibido. Es razonable pensar que la persona afectada construya mentalmente una burbuja de rencor, la cual irá creciendo con los continuos agravios, y que en cierto punto, acabará por explotar, envolviendo a todo un conjunto de individuos, sobre los cuales caerá el peso de la venganza. Heathcliff es un personaje que representa tales características, quien tras haber sido adoptado, se gana el odio de Hindley, y a raíz de esto la trama exploraría aspectos que se relacionan con las malas condiciones de vida a la que está sujeto este personaje.
Tomando en consideración lo dicho, surgen varias interrogantes, tales como: ¿Se puede olvidar fácilmente el daño que recibimos? ¿Existe otra vía alejada del camino de la venganza? ¿Es correcto vengarnos después de haber recibido un daño moral y emocional? La persona que está encadenada a estas medidas optará por realizar lo que esté a su alcance, solo porque su voluntad le exige que lo haga. Simplemente espera que la balanza esté a su favor para aprovechar la mínima oportunidad en humillar a sus enemigos; una idea que debe ser sustentada por un plan estratégico, que sin duda alguna se presenta en la obra, cuando Heathcliff da a conocer todas sus intenciones, una vez que este regresa a Cumbres Borrascosas después de años de haber escapado de las ofensas en las que se lo involucraban.
Se llega a entender de esta manera el modo de actuar de este personaje, y las situaciones que propiciaron la creación de su venganza. Esta obra expresa cuan aversiva puede llegar a ser el trato de dos personas, dando a paso a la ejecución de un plan elaborado para contrarrestar un golpe crítico que sigue latente hasta no ver completado su voluntad.
¿Hasta qué punto el entorno en el que fue criado Heathcliff influyó en sus ideales de venganza?
“Es imposible sufrir sin hacer que alguien pague por ello; cada queja ya contiene venganza”-Friedrich Nietzsche (Frases de la vida, s.f.). Transcurre el siglo XIX cuando Emily Brontë nos sorprende con una novela considerada la mejor de uno de los períodos más impresionantes de la novelística inglesa, la denominada época victoriana, la cual retrata en su narrativa el desarrollo de personajes en niveles psicológicos, así como transformaciones de ideales o de personalidad. Cumbres Borrascosas lo combina con ambiente pertinente a los hechos que se muestran, los cuales, en cierto punto, llegan a ser caóticos, debido a que detrás de su trama, se involucra un plan realizado con efectividad, el de la venganza. Con una excelente crítica, esta obra explora el comportamiento del ser humano frente a situaciones que lo obligan a cambiar moralmente, hasta el punto de querer obtener beneficios al costo del asolamiento de los demás, propio de Heathcliff, protagonista de esta historia.
La sociedad condiciona muchos factores que inciden en la creación de pensamientos vengativos, estos elementos ocasionan en cierta medida un daño emocional que irremediablemente permitirá que la persona afectada adquiera las razones suficientes para devolver el maltrato recibido, y si fuera posible, devolverlo con una mayor intensidad.
La misma situación se plantea con Heathcliff, cuya evolución está marcada por la dureza de su infancia, la cual va a determinar la rudeza de su carácter una vez que este vuelva a aparecer en escena para ejecutar su venganza.
Desde un principio, Heathcliff se caracteriza como un personaje huérfano, cuyo recibimiento en la casa de los Earnshaw, una vez que este es adoptado, no podía ser más desagradable. Gitano, sin ninguna compatibilidad con una familia de clase alta, se ganó de inmediato la aversión del mayor de los hijos del Señor Earnshaw: Hindley; quien a largo plazo, sería uno de los principales afectados por la represalia.
A pesar de haberse ganado el desprecio de algunos, Heathcliff poco a poco fue ganándose un puesto en su nuevo hogar, forjando una amistad sólida con Catherine, y obteniendo el apoyo de una sirvienta de la residencia, Ellen Dean. Conforme se desarrolla la historia, Hindley cumple un rol primordial al momento de demostrar su odio hacia el protagonista, influyendo sobre este último, quien adopta una actitud fría y calculadora durante su estadía en Cumbres Borrascosas, lo que se acrecienta después de la muerte del Señor Earnshaw.
El tirano en el que se convertiría Hindley después de la muerte de su padre, mantuvo un conflicto personal con su hermano adoptivo, puesto que este, le usurpaba el cariño y la atención de su progenitor. Heathcliff por su parte comprendía de cierta manera los motivos de la enemistad que existía entre ambos, pero su forma de actuar indicaba que no estaba dispuesto a aceptar una reconciliación. Así mismo, las diferentes situaciones que soportó, y que combinaban agresión física y verbal, lo llevó a idear una forma en la que trataría de mantener un control sobre su rival, mediante métodos variados que podrían incluso llegar a ser extorsivos.
“Tienes que cambiar de caballo conmigo: no me gusta el mío, y si no quieres le diré a tu padre los tres latigazos que me has dado esta semana y le enseñaré el brazo, que está negro hasta el hombro” (Brontë, 2009)
- Heathcliff a Hindley
Para este gitano, recogido de las calles de Liverpool, adaptarse al estilo burgués de la época se le dificultaba demasiado, puesto que su origen representaba un mayor obstáculo para hacerlo, motivo por el cual fue víctima de muchos prejuicios; no obstante, vemos una excelsa evolución, cuando reaparece convertido en una nueva persona, totalmente diferente a lo que era antes, y ahora encaminado a cumplir sus deseos latentes de venganza.
Las causas que originaron la mentalidad que adquirió Heathcliff se presentan en varios escenarios y momentos de la obra, empezando por el desdén que obtuvo por parte de Hindley, y la manera en la que este lo manifestó, sobre todo, después de que se convirtiera en la cabeza del hogar. El plano social y psicológico de Heathcliff no podía ser peor, pues tendría que lidiar con los nuevos cambios propuestos por el jefe de la casa, que en su mayoría eran negativos. Y al momento de la introducción de los Linton en la historia, esa pésima situación empeoraría.
“¡Pobre Heathcliff! Hindley le llama vagabundo y no le deja sentarse a nuestro lado ni comer con nosotros, y dice que él y yo no tenemos que jugar juntos, y le amenaza con echarlo de la casa si quebrantamos su mandato” (Brontë, 2009)
- Catherine
El detonante de la estrategia de desquite ocurriría tiempo después, cuando a la mente de un joven, agotada por la continua opresión, se le suma una decepción amorosa, debido al rechazo por parte de Cathy, quien a pesar de sentir amor por su buen amigo, opta por casarse con Edgar Linton, miembro de otra familia aristocrática, para de este modo, “ayudar” a Heathcliff a conseguir una mejor condición de vida.
Los hijos de los Linton, Edgar e Isabella pertenecientes a la Granja de los Tordos mantuvieron una agradable amistad con Cathy, hasta el punto en que ésta comenzó a tener más interés en ellos, descuidando así, a su antiguo amigo. Edgar, por su parte, denigraba completamente a Heathcliff, quien empezó a tenerle un odio que se acrecentaba por las ofensas que recibía por parte de su nuevo adversario. En este conflicto interno, el joven Linton tuvo mayor ventaja, pues a comparación de Heathcliff, poseía un buen estatus social y atractivo físico; el gitano, en cambio había sido delegado como criado, poco a poco fue renunciando a las escasa educación que adquiría, su vida había cambiado completamente por las nuevas normas que instauró su patrón. Los sueños y libertades de aquel chico fueron efímeros, los cambios a los que fue sometido lo convirtieron en una persona indeseable, y en su mirada, seguramente se podía notar la ira acumulada, que demostraría una vez que empiece su venganza, indudablemente contra Hindley.
“-Estoy pensando de qué manera me las ha de pagar Hindley. No me importa lo que tarde en lograrlo con tal de lograrlo al fin. Espero que no se morirá antes de sufrir mi venganza” (Brontë, 2009)
- Heathcliff
Todos los problemas presentados hasta el momento confluyen en un escenario crítico para la familia Earnshaw, especialmente para Hindley, cuya vida se fue degradando exponencialmente, después de la muerte de su esposa. El ya inexpresivo Heathcliff obtendría una ventaja a raíz de aquello, pero su voluntad estaría por enfrentar otro duro golpe; comprendería de una vez por todas, el obstáculo que representaba el hecho de no poseer riquezas, y haber sido rebajado de nivel. Comprendería que hasta las personas más confiables te pueden apuñalar por la espalda, y a cambio recibir una limosna para sobrevivir, puesto que Catherine sostenía que si se comprometía con su amigo, su buena posición se desgastaría al punto de vivir en la pobreza; motivo por el cual buscaría “esperanzas” al aceptar la propuesta de matrimonio de Edgar.
“Había oído hasta cuando Catherine dijo que se degradaría casándose con él, y entonces no se quedó a oír más” (Brontë, 2009)
- Ellen a Lockwood
Los cimientos de su venganza se habían construido sobre una familia que denotaba crisis. Y de un momento a otro supo que la mejor opción era huir y no volver hasta cuando tuviera la seguridad y los medios para hacerlo. Por lo que se expresa en la obra, el lapso de desaparición de Heathcliff nunca fue explicado, nunca se llegó a conocer las aventuras que este pobre chico experimentó, pero sin duda alguna, debió haber sido un periodo de profunda reflexión y planificación, considerando todas las variables que pudieran imposibilitar su proyecto, y así mismo, debió haber catalizado todo su enojo y odio, para finalmente direccionarlo a los culpables.
Usualmente se tiende a tener un pensamiento apologético a lo expresado por Nietzsche, donde se busca el reparo del sufrimiento obtenido. Es fácil imaginar que el génesis de ese sentimiento vengativo está ligado al trato recibido por la sociedad, y más cuando esta te impone límites y es lo suficientemente injusta para ocasionar un desprecio generalizado. Pero la realidad puede diferenciarse de lo plasmado en la obra, ser más inclusiva, con un respeto predominante; no obstante, cada individuo es un mundo diferente, y sus deseos varían con respecto a sus experiencias, así como el protagonista, quien pudo haber encontrado un sinfín de pretextos para vengarse, solo que esta ocasión, dispuesto a hacer pagar a las personas que lo hicieron sufrir en el pasado, Heathcliff regresa después de años de misterio. Con una mente fría, adinerado y totalmente diferente a lo que solía ser, es víctima del entorno en el que fue criado, lo que repercute en su accionar, al punto de realizar sus ideales de venganza.
Referencias
- Brontë, E. (2009). Cumbres Borrascosas. Quito: Ecuador F.B.T. Cía. Ltda.
- Frases de la vida. (s.f.). 150 Frases de Venganza | Un plato que se sirve frío. Obtenido de https://frasesdelavida.com/frases-de-venganza/