Reflexión Sobre El Peso De Roma En La Cultura Europea 

Introducción

El viajar a Roma es una experiencia muy diferente a la de visitar cualquier otra ciudad en Europa. El sentimiento que provoca es uno de llegada a un lugar completamente nuevo y, sin embargo, asombrosamente familiar. Como lo es para la mayoría de personas que llegamos a la ciudad, como destino primordial tenemos el célebre Coliseo colocado el corazón de Roma, y al verlo, más allá del sentido de asombro y maravilla, nos encontramos con un sitio cuya apariencia resulta bastante conocida. En lo que respecta a la gran Basílica de San Pedro, la simbólica Fontana di Trevi, el Foro Romano… ¿Cómo es que estamos tan familiarizados con todo esto desde su aspecto hasta su historia mucho antes de siquiera poder asomarnos a dichos lugares? ¿De dónde viene este sentido de llaneza, de afinidad o conexión? Pues el novelista alemán Goethe no lo pudo haber explicado de mejor manera al describir en sus Elegías Romanas su propia experiencia en la ciudad, diciendo: Templos, palacios, ruinas y columnas hoy miro, cuál hombre que al viajar sacar provecho sabe… El mundo no sería el mundo, Roma no sería Roma.

Desarrollo

Roma ha sabido ocupar un lugar especial en el pensamiento occidental, en parte debido a este perpetuo sentimiento de “vuelta a casa”. Su grandeza estuvo marcada por su disposición a recibir ideas de otros orígenes para sus propios fines. Aspectos como su arquitectura, tecnología, arte, planificación urbana y militar son el resultado de las influencias de otras personas y culturas. El total de lo que hicieron con la reelaboración y enriquecimiento de estas bases fue único para ellos y lo que los convirtió en una civilización extraordinaria dentro de la historia. La capacidad aparentemente ilimitada de Roma para la múltiple, así como conflictiva, significación la convierte en un paradigma extraordinariamente fértil para estudiar y tratar de dar sentido, y a la vez desestabilizar, tanto la historia y la política, como la identidad, la memoria y el deseo.

El cristianismo jugó un papel clave en la cultura y tradiciones que todavía existen en la civilización occidental. En el Imperio Romano, el arte y la arquitectura eran de naturaleza religiosa. Durante la Pax Romana, la cultura romana se extendió a lo largo de Europa occidental. El acuerdo ayudó a romanizar y civilizar las provincias occidentales de diferentes maneras. La mayoría de los oficiales del ejército ubicados allí permanecieron en los campamentos, se casaron con mujeres locales y criaron niños bajo cultura romana. Esto impulsó el crecimiento de pueblos nativos a ciudades; los habitantes de la ciudad copiaron los modos romanos de vestimenta, lenguaje, arquitectura y gobierno. Este extenso período de paz permitió a los romanos construir excelentes sistemas de caminos pavimentados que se extendían por todo el imperio. Construyeron carreteras, algunas de las cuales todavía están en uso actualmente. 

Fueron hechas con piedra, hormigón y arena, tal y como se hace hoy, y conectaban Roma con otras partes del imperio. Es a partir del establecimiento de pueblos y ciudades de los romanos que la idea de personas viviendo en apartamentos y establecimiento de bienes surgió. E El cristianismo, por su lado, aún prospera como la religión más grande del mundo; y con su “origen” siendo trazado desde el Imperio Romano, el cristianismo representa un vínculo trascendente entre el mundo antiguo y la civilización moderna.

Cabe destacar el hecho de que el crecimiento del Imperio Romano extendió el lenguaje latino por toda Europa. Con el tiempo, el latín vulgar, que difería del latín clásico en gramática y vocabulario, evolucionó en diferentes áreas, cambiando a una serie de lenguas romances. Como bien sabemos, a esto le debemos las bases del portugués, español, francés, italiano, rumano, entre otros. Debido a que el latín era el idioma de la Iglesia Católica Romana y de los académicos, a su vez influyó otros idiomas, incluso los no romances.

Pero la contribución más duradera y desatacada de los romanos a la civilización occidental es la ley. Los romanos aceptaron que las leyes deberían ser justas e iguales para todas las personas, ricas o pobres, y los jueces reconocen y aprenden ciertos principios de justicia. Estas eran basadas en el sentido común e ideas prácticas. Es de aquí de donde origina la icónica idea de que toda persona es inocente hasta que se demuestre lo contrario. La mayoría de los sistemas legales en las civilizaciones modernas aún siguen el sistema legal de la antigua Roma, como lo es el cuerpo legislativo de representantes elegidos: el senado.

Como hemos podido ver, el legado de Roma claramente ha dejado un impacto duradero en múltiples aspectos de la sociedad moderna. Además de ser el lugar de nacimiento del cristianismo y de la democracia, los principales acontecimientos de la historia contemporánea, sabemos que numerosos aspectos de la vida cotidiana se remontan a orígenes romanos; desde los componentes del lenguaje, el arte, la filosofía y retórica, hasta la arquitectura de arcos, el increíble sistema de acueductos, entre muchas otras cosas. Las implicaciones de las influencias romanas en la sociedad actual son evidentemente significativas y de gran alcance.

Sin embargo, es preciso señalar que, naturalmente, no todo lo que habríamos de heredar de los romanos sería completamente positivo. En su obra, Eva Cantarella nos cuenta cómo, partiendo inicialmente de los griegos, los romanos toman el concepto de “bárbaros” en referencia a aquellos invasores de países europeos no mediterráneos, vistos como gente incivilizada. Es fácil dibujar una línea paralela desde esta idea hasta la modernidad, en la que, como Said sabe destacar en su Orientalismo, se discrimina a aquellos de Oriente simplemente por no ser Occidente. Según El peso de Roma en la cultura europea: El germen de la contraposición destinada a crecer y difundirse en el imaginario colectivo, primero en los romanos y más tarde en los pueblos europeos, era en un primer momento el producto de un encuentro entre Oriente y Occidente. En este sentido, citamos, para concluir con este punto, una cita de una exhibición mencionada en un breve artículo del New York Times, en la que, traducida, expone: La diversidad es indudablemente una riqueza, pero no es haciendo hincapié en nuestras diferencias que mejoraremos la suerte de nuestros hijos.

Aunque, como hemos mencionado en breve anteriormente, sería totalmente falso afirmar que la civilización occidental fue influenciada sola y meramente por el Imperio Romano, tomando muchos, si no la mayoría, de sus impulsos de los griegos, su influencia en la civilización occidental fue, en definitiva, enorme. Además de su propia contribución a la civilización, trajeron las ideas griegas nuevamente a la tierra firme, modificándolas y transmitiéndolas por el mundo occidental. De hecho, sin la conquista romana, las ideas griegas no habrían llegado al oeste; de no ser por el sentido romano de responsabilidad social para moderar el individualismo de la Grecia helenística, la cultura clásica pudiese haber muerto sin influencia alguna en el mundo occidental. Por lo tanto, es sin duda que afirmamos que el Imperio Romano tuvo una gran influencia en la cultura europea. Al conservar y aportar a la cultura griega, Roma fortaleció la cultura y las tradiciones occidentales; el mundo sería muy diferente. Europa, como la conocemos hoy en día, está siendo construida por sobre una cultura compartida.

Conclusión

En conclusión, no deberíamos insistir con mucho fervor en los errores y males del pasado, ya que por ellos no hay mucho que podamos hacer. Se trata de ser capaces de verlo todo, lo bueno, lo feo y lo malo en todo su esplendor y partir de ahí; estudiar nuestras raíces, comprenderlas y tratar de no repetir aquellos desaciertos que fueron cometidos en el pasado. De manera que no sabemos con completa certeza hacia dónde vamos, pero sí de dónde venimos y que en donde sea que terminemos, nos ocupemos de ver hacia atrás cuantas veces sea necesario para no ser redundantes en nuestros errores más atroces. Si las ideas nacieran y murieran con los creadores, no habría civilización.

22 October 2021
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