Relaciones Dentro Del Matrimonio E Impacto En La Sociedad Ecuatoriana
En febrero, del 1 a 14, desde Estados Unidos, España e Italia llegaron alrededor de 20.000 personas a Ecuador, países en donde el virus Covid-19 se comenzaba a expandir exponencialmente, la primera mujer que llego al país desde España el 14 de febrero, presento síntomas del virus al siguiente día, 15 de febrero, fue hospitalizada en el Hospital de Guayaquil ya que presento complicaciones de salud, (Primicias Ecuador, 2020).
Dentro del tema dependiente que se está desarrollando, las relaciones matrimoniales también se han visto afectadas por el aislamiento social debido a la emergencia sanitaria por Covid-19, esto implicando el caso del matrimonio como otro aspecto que se puede ser observar dentro del tema de las parejas, registrándose desde el país de la pandemia, China , se han registrado más de 300 divorcios programados en la Dazhou, Provincia de Sichuan, en el sur-oeste de China, Lu Shijun, gerente del registro de divorcios de Dazhou señalo en los medios locales que “la tasa de divorcios (en el distrito) se ha disparado en comparación con antes (del brote de coronavirus)]”. Esto evidenciado el 24 de febrero (Sepúlveda, 2020). Pero en otras regiones como en la Ruta de la Seda. Se estableció el 1 de marzo un sistema de citas como forma de evitar la concentración de personas en medio de la epidemia. Cuatro días después, el registro había llegado al tope de su capacidad (Tévez, 2020). En otros casos se presenta el escenario de crisis que quiere decir que, en los adultos se puede presentar el estrés y la ansiedad por la situación que se está viviendo, refiriéndose a que en la convivencia diaria a partir de la emergencia por Covid-19, entonces se pueden presentar situaciones que no pueden ser gestionables por efectos de negatividad dando como ejemplo el estudio de una universidad de Toronto, Canadá, indagó en los efectos psicológicos de cuarentena durante el brote de SARS de 2003 en ese país, e indica que en un encierro promedio de 10 días, se evidenciaron alta prevalencia de síntomas de angustia psicológica. El 29% de los participantes informaron síntomas de estrés postraumático y el 31% de los encuestados síntomas de depresión. (Sepúlveda, 2020).
Continuando ahora con nuestro país, este año, hasta el 14 de marzo, se celebraron 690 matrimonios en la Corporación Registro Civil, del Municipio de Guayaquil. Con la cuarentena a causa de la emergencia por Covid-19 al menos cien parejas que ya habían separado una fecha en esta institución, entre el 16 de marzo y el 29 de mayo, se quedaron con la fiesta lista, y aunque para dentro de siete días (el 4 de mayo) el Gobierno ha anunciado la reanudación de algunas actividades, tendrán que someterse a nuevas regulaciones, incluido el número de personas que asistirán a la ceremonia. Esto de parte los matrimonios que ya han sido pospuestos por la razón ya mencionada El director de la Corporación Registro Civil de Guayaquil, Olivier Dumani, explica las disposiciones que se están ajustando con el fin de volver a celebrar matrimonios, tomando las medidas y recaudos para evitar aglomeraciones y proteger a contrayentes y personal de la institución, de acuerdo con los protocolos del Comité de Operaciones de Emergencia (COE) (El Comercio , 2020).
En Quito Las nuevas disposiciones emitidas por el presidente Lenín Moreno para frenar la expansión del COVID-19 hacen que las actividades programadas en el sector público sufran variaciones en cuestión de horas o minutos. Por ejemplo, los matrimonios que estaban agendados entre el 16 y el 21 de marzo serán reprogramados, anunció el Registro Civil, y los contrayentes serán contactados por la entidad para definir las nuevas fechas para formalizar las uniones. (Rueda, 2020).
Volviendo con los problemas en el matrimonio se dan otros indicios comprobables a continuación de que a pesar de vivir en la contingencia por Covid-19 existe el aumento de conflictos en esta situación provocan otro tipo de características a parte del divorcio de parejas, o posponer el matrimonio por la contingencia ya que eso requiere la población y también dispuesto por el Gobierno y el Registro Civil (El Comercio , 2020). Los otros problemas visibles son más personales en el sentido de la intimidad, atribuyéndose los errores a la pareja, en el estudio de la academia UDP atribuir los errores solo al otro. En el año 2000 investigadores indagaron en cómo afectan los distintos “estilos de atribución” de las parejas y descubrieron que cuando se culpa repetidamente a la pareja por errores y esos se asumen como fallas internas (‘siempre haces esto o nunca te fijas’) conducían a una mayor insatisfacción matrimonial y mayor probabilidad de divorcio. Antes de culpar al comportamiento por un rasgo de carácter inherente, dice el estudio, darle a la pareja el beneficio de la duda. (Sepúlveda, 2020).
En los valores interpersonales se encuentra que como el ser humano como un ser social debe y necesita vivir y relacionarse con otros seres humanos, pero el aislamiento en la cuarentena por Covid-19 provoca un estado de estrés en donde se este se provocan o desarrollan más conflictos, también por factores del espacio en el que se habita, ya que se puede sentir estrés al sentir que se está encerrado en su propio hogar aunque se está consciente de que esta restricción de salida es para que se prevengan contagios y aumento de contagiados y muertos, Hay que tolerar la propia intolerancia y hacer cosas para no contaminar al resto, señala Heresi, “porque no solo hay riesgo de contagio del virus, sino el contagio de ansiedad”. Escuchar música, tener tiempo solo, hacer ejercicio, todo ayuda para mantener la calma en tiempo que no hay calma, dice. ‘Esta es una amenaza real, no estamos locos, estamos viendo a cada minuto como muere más gente y eso es una realidad, pero tenemos que calmarnos y no entrar en pánico”. (Sepúlveda, 2020), esto como un análisis del tema de los contagios dentro del pensamiento en las parejas, Es sin duda, un momento crucial para las relaciones. La antropóloga biológica Helen Fisher, destacada investigadora sobre relaciones de parejas, lo subrayó recientemente en una entrevista a la cadena de televisión de EE.UU. CBS en el programa This Morning: “Este va a ser un período de gran crecimiento para las relaciones. Las parejas crecerán juntas o se separarán”. (Sepúlveda, 2020).
La psicóloga citada como Gutiérrez, recomienda en estos casos si es que se llega a presentar algún inconveniente aconseja la meditación para llegar a la tranquilidad, Y si bien la teoría del apego habla de que en los vínculos en los momentos de ansiedad buscamos acercarnos a figuras de apego importantes para calmarnos, también existe la necesidad de contar con momentos personales, explica Heresi: “Necesitamos una relación persona e individual con nosotros”. (Sepúlveda, 2020). En la cronología ya establecida, en la actualidad, se presenta otro problema a parte de los ya vistos, la violencia e abuso y violencia doméstica que se puedan dar durante el confinamiento. “Las personas agresivas no se relajan en entornos cerrados. Todo lo contrario”, advierte Mireia Cabero. “En relaciones que ya están rotas antes del encierro, o en las que hay conductas abusivas, hay que extremar la alerta. Las personas violentas ahora lo tienen más fácil si cabe: las visitas a casa están restringidas, nadie verá por la calle a la mujer maltratada. O a los hijos. Mucho cuidado con eso. Ante estas situaciones hay que activar el coraje y buscar apoyo exterior enseguida. Y el entorno, los vecinos, deben colaborar más de nunca dando aviso a las autoridades ante sospechas de maltrato en el hogar” (García, 2020), Presentándose ahora como violencia intrafamiliar producto de la emergencia por Covid-19 o el aislamiento, pero considerando la opinión de los especialistas en campos humanos la psicoanalista Agustina Fernández, miembro de la Asociación Psicoanalista de Argentina menciona que consideremos si deseamos o no pasar una cantidad indefinida de tiempo con nuestra pareja puede ser una decisión difícil, especialmente si no hemos pasado mucho tiempo juntos antes. “Hay quienes no tienen alternativa, viven en familia, tienen hijos, hermanos y padres que se transforman en compañeros las veinticuatro horas. Incluso quienes ya viven en pareja deben enfrentar esta situación sin mucha posibilidad de elección. Sin embargo, hay personas que sí están en pareja pero no tienen la modalidad de convivencia. Ellos pueden elegir”. También mencionando a la psicoanalista Fiorella Litvinoff de la misma Asociación que la psicoanalista Agustina Fernández dice que “La cuarentena obliga a quienes conviven a conocerse de otro modo. El exterior como forma de evasión del otro o como una distancia ya no es una posibilidad. Y para aquellas parejas que no conviven quizá no sea la mejor opción hacerlo ahora, ya que estarían tomando la decisión no por un proceso de maduración de la pareja sino forzados por circunstancias externas”. (Infobae, 2020). Concluyendo que las circunstancias externas también como el ambiente y el desarrollo personal de la pareja dependen de la situación en la que se encuentre, pero por la contingencia por Covid-19, con lo ya presentado antes observamos la situación actual hoy en día.
El 29 de febrero del 2020 se confirmó el primer caso de coronavirus. Mientras que el 13 de marzo del 2020 se activó el COE Nacional para la coordinación de la emergencia. Mediante Acuerdo Ministerial, emitido el 11 de marzo de 2020 por la Ministra de Salud de ese momento, se declara el Estado de Emergencia Sanitaria en el Sistema Nacional de Salud. (El Comercio, 2020), los casos de Covid-19 confirmados en Ecuador ascendían a 4.450 y las muertes, a 242. La primera persona detectada positiva fue una mujer de 70 años, el 29 de febrero pasado (Labarthe, 2020). Logrando observar las complicaciones como la delincuencia, el incumplimiento del toque de queda que el 21 de marzo, día sábado del 2020, se declaró el toque de queda rigiendo excepto en Guayas, Santa Elena y Galápagos desde las 16:00 pm (El Comercio, 2020), hasta la actual fecha, el 15 de marzo se decretó que la salida de aeronaves que lleven de regreso a extranjeros que se encentraban en el país a su país de origen (Zevallos, 2020) Lo que provoco el aislamiento en el país es notable viéndose en algunas situaciones sociales, económicas a parte de la salud, En el caso ecuatoriano, como en otros de la región, el confinamiento sumergió en la crisis a muchos hogares que no pueden a la vez respetar las medidas de seguridad y comer cada día. Esto provocó escenas de violencia social, como las registradas en el mercado San Roque, ubicado en una zona popular de Quito, donde los productos y el material de pequeños comerciantes informales fueron destruidos con maquinarias pesadas por parte de la Alcaldía de Quito. En internet se difundieron varias grabaciones de abusos militares y policiales durante operativos para hacer respetar las restricciones del estado de emergencia. En la noche del 4 abril, un joven de 19 años se ahogó en un río de la provincia de Los Ríos mientras intentaba huir de un control de la policía por haberse pasado la hora del toque de queda. En otras partes del Oriente amazónico, pueblos lejanos reportan ya dificultades de abastecimiento de ciertos productos, mientras comunidades indígenas sufren varios cataclismos simultáneos debido a las fuertes lluvias que han destruido casas, puentes y vías de acceso a sus territorios. Muchas se han auto aislados frente al temor de ser contaminadas y potencialmente muy afectadas por las distancias a los servicios de salud en caso de contaminación. La temporada húmeda está sumando dificultades adicionales a los problemas sanitarios y socioeconómicos. (Labarthe, 2020). Con las opiniones variadas de la gente del país, observando que algunos medios de comunicación, así como cuentas en redes sociales de grupos políticos bastante identificados, dejan entender que está muriendo tanta gente que el sistema médico y funerario estaría colapsado, a punto tal que se «abandonan» cadáveres en las aceras de esa ciudad húmeda y calurosa. Eso es falso: según la revista Plan V, entre otras fuentes, las funerarias de Guayaquil han dejado de funcionar en el momento en que empezó a aumentar la cantidad de fallecimientos, lo que hizo colapsar el sistema. El portavoz oficial Jorge Wated explica que la alerta de pandemia «complicó el funcionamiento del sistema mortuorio de la ciudad», lo cual «es entendible cuando existe un incremento de fallecidos, una limitación de personas para poder trabajar en todos los sectores». (Labarthe, 2020)
También viéndose complicaciones después de los decesos de las personas que murieron por Covid-19 La ministra del Interior María Paola Romo afirmó el 30 de marzo que Guayaquil y otras regiones habían manejado picos de mortalidad todavía comparables a otros momentos (dengue, terremoto, etc.), pero que para evitar el contagio de los trabajadores funerarios y manejar el alza de la mortalidad por venir, los trabajos funerarios serían asumidos por el Estado. El gobierno lanzó entonces un programa de emergencia para el entierro de los fallecidos. Luego de haber pedido un terreno a la ciudad de Guayaquil para una eventual «fosa común», el gobierno aseguró más tarde que todos tendrán un entierro digno en un «campo santo». Interiorizando en los medios de información que la población considera importante se observó que Desde que se publicó la versión original de este artículo la información fue dando cuenta de la gravedad de la situación y las cifras originales de muertos fueron incrementándose. Por un lado, según los registros de decesos presentados por el presidente del Directorio del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), Jorge Wated, habrían muerto 6.800 personas por encima del promedio normal entre mediados de marzo y mediados de abril solo en la la provincia de Guayas. Por otro lado, el Ministerio de la Salud registraba al 16 de abril menos de 200 decesos por Covid-19 al escala nacional, comprobados según los criterios de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Como esta obliga a publicar únicamente cifras obtenidas con test válidos, los números oficiales de muertes por Covid-19 evolucionan totalmente al margen de lo que revelan los registros de decesos, igualmente «oficiales». «No es que los números no coincidan. Las cifras nos dan información diferente», dijo la ministra del Interior, María Paola Romo.
A escala nacional, el gobierno registró al 8 de mayo 2020, sobre un total de 82.312 pruebas, 28.818 casos y 1.704 decesos comprobados por Covid-19 desde el paciente 1, detectado en marzo. Mientras trata de multiplicar los testeos, asegura que las urgencias hospitalarias así como la actividad funeraria (coordinada por el Estado) habrían disminuido, pero los problemas de contabilización siguen alimentando las críticas. (Labarthe, 2020).
Y dentro de lo que consta con los medios de comunicación, estos no presentan la información completa o la tapan los datos que se recogen de la actual situación, pero no se conocen los motivos, este tipo de problemas vinculados a la calidad de la información, que todos los países enfrentan a su manera, aparece agudizado en Ecuador por las disputas políticas, que recientemente incluyeron una condena judicial a Correa por parte de la Corte Suprema. La forma en que se aborda la cuestión de la aparición de cadáveres en la calle anuncia tanto el ritmo como el tono político del colapso general hacia el que se dirige el país si las medidas tomadas por el gobierno no se aceleran, y si no mejora sustancialmente la situación para que los trabajadores esenciales puedan realizar sus tareas de manera efectiva. De hecho, esto no es muy diferente de la situación en Italia, especialmente en la rica provincia de Lombardía, donde a principios de marzo los difuntos quedaban durante días en apartamentos urbanos antes de ser retirados. (Infobae, 2020).
En el sentido de la sociedad ecuatoriana vemos que se producen efectos individuales o colectivos por el impacto del aislamiento por Covid-19 ya que en la fecha del 21 de marzo, día sábado del 2020, se declaró el toque de queda rigiendo excepto en Guayas, Santa Elena y Galápagos desde las 16:00 pm (El Comercio, 2020), El estado de alarma decretado por el Gobierno para hacer frente a la expansión del nuevo coronavirus obliga a los ciudadanos a permanecer confinados todo o gran parte del día en casa. Se trata de una situación potencialmente estresante, en primer lugar por los motivos que han llevado a tomar estas drásticas medidas, y también por la incertidumbre de no saber por cuánto tiempo se prolongará la situación, existe un primer efecto psicológico que se produce en este tipo de situaciones de confinamiento debidas a un crisis que es, paradójicamente, una cierta tranquilidad. Esto se debe a que el ciudadano percibe que se está haciendo algo para controlar la crisis, tanto si se trata de un atentado terrorista masivo como si es una epidemia de salud o una catástrofe natural. En medio del caos, se está haciendo algo y además nos podemos refugiar en un lugar aparentemente seguro que es nuestro hogar”, explica el experto. Citando a José Ramón Ubierto Pardo. Profesor de psicología de la Universidad Abierta de Cataluña. (González, 2020), Y sobre los efectos negativos del aislamiento el Profesor José Ramón Ubierto cree que habrá que ir viendo qué sucede en función del tiempo que dure la crisis y de las condiciones de la misma. “No es lo mismo una situación en la que no tienes ningún tipo de margen de movimiento, que la que hay actualmente en España: no hay toque de queda ni estado de excepción y por tanto ciertas rutinas de la vida cotidiana como ir a hacer la compra básica o a trabajar según el caso se siguen haciendo. Eso limita la sensación de agobio y reclusión”. Por otro lado, y para ayudar a gestionar mejor las emociones y el estrés durante estas semanas, los psicólogos recomiendan pautas como obligarse a realizar ciertas actividades: ponerse el despertador o reservar tiempo para hacer estiramientos en casa son trucos sencillos que pueden ayudar a tener una cierta sensación de normalidad. (González, 2020). Concluyendo que con el inicio y el esparcimiento del virus, ha provocado más cambios en el comportamiento de toda la población.