Representación Racial En El Cine De Superhéroes De Marvel
La representación racial ha variado a lo largo de la historia tanto en cantidad, es decir, el número de películas producidas que incluyen personajes de raza negra, como en forma, o sea, cómo se han visto representados: Los estereotipos.
El nacimiento de una nación (Griffith, 1915) sería un claro ejemplo de esos primeros largometrajes, en el cual la raza negra se veía representada de forma ofensiva, ya que los personajes “negros” que aparecen eran, en realidad, interpretados por actores blancos pintados con maquillaje negro. Esto se denominaba Blackface: un maquillaje teatral usado para representar a personas de raza negra africana. Era un método empleado para ocultar la verdadera trata de esclavos, ya que se les mostraba como personas sofisticadas y felices. Tuvo su origen en 1441 en Portugal donde se exponían esclavos para entretener al público blanco. Pero no fue hasta 1769 cuando la moda del blackface fue llevada a los Estado Unidos por Lewis Hallam. Esta burla era percibida por el público al instante. Griffith, entre otros, apoyaba a organizaciones racistas como el Ku Klux Klan, y en este caso, los convertía en los héroes que salvaban al pueblo de los “negros”.
“El cantor de Jazz” (Alan Crosland, 1927) es especialmente conocida por ser la primera película con sonido sincronizado de la historia del cine. Durante el Siglo XIX y parte del XX, la gente de raza blanca disfrutaba del jazz y de otros estilos de origen negro. Sin embargo, aún no se toleraba el concepto de que una persona negra de verdad estuviera sobre un escenario, de ahí que surgieran cantantes blancos que se pintaban la cara de negro para no “ofender la sensibilidad” del público blanco.
En los años 30 empezaron a tomar más visibilidad los denominados Race Films. Varios títulos se estrenaron como adaptaciones de otras películas que ya habían sido protagonizadas por blancos. Ralph Cooper, apodado “Dark Gable”, fue una de las estrellas de este movimiento con películas como Underworld y Dark Manhattan.
A principios de los años 40, el término explotación no era considerado despectivo. No fue hasta la década siguiente cuando comenzó a tomar ese aspecto. Era empleado para denominar aquellas películas de temática sensacionalista y que apelaban al lado más perturbado e insensato. En esta década de los 50, las películas realizadas por negros y destinadas a un público negro eran menospreciadas, consideradas una especie de ghetto cinematográfico y denominadas, como ya hemos visto, Race Movies. Sidney Poitier fue uno de los actores más importante de este momento, participando en la industria cinematográfica, que había comenzado a incluir a actores de raza negra en sus películas, eso sí, siempre en papeles secundarios.
En los años 60 se continúa con la tendencia a relegar a los actores negros a papeles secundarios en filmes considerados “para blancos”, donde se les presentaba en un entorno adverso y arriesgado, en contraposición con el modo de vida de las personas blancas. Algunos ejemplos son: The Cool World (1964) o Putney Swope (1969), dos producciones independientes. La mayor parte de los largometrajes que se realizaban eran de género policíaco o de acción. El actor anteriormente mencionado, Sidney Poitier, interpretó al primer detective afroamericano del cine, Virgil Tibbs, en la película En el Calor de la Noche (Norman Jewison, 1968). En ella, se ve como el detective aborda casos referidos a la discriminación y a las desigualdades raciales. El filme se realizó durante los años en los que se desarrollaron las luchas por los Derechos Civiles que concienciaban sobre la representación racial.
Durante la década de los 70 surgió el Blaxploitation, un movimiento cinematográfico que se convirtió en un fenómeno social en Estados Unidos. Eran películas hechas por afroamericanos para audiencias negras y urbanas.
Se podría decir entonces que, según Josiah Howard, “Los films blaxploitation son películas producidas en los 70 con reparto negro o tema negro, así como películas mainstream de Hollywood que incluyan a un intérprete negro en un papel prominente y que reflejan una ideología influida por el movimiento del Orgullo Negro. Son películas creadas, desarrolladas y, sobre todo, muy publicitadas para audiencias jóvenes, urbanas y negras”.
El estudio Blaxploitation Films of the 1970s: Blackness and Genre (Studies in African American History and Culture) definió el término desde el punto de vista del argumento de la película como: “protagonismo de un héroe o heroína negros social y políticamente comprometido y sexualmente liberados, personajes secundarios también de raza negra, ambientación urbana en barriadas negras, villanos (si puede ser, blancos) que son derrotados y suprimidos por el héroe/heroína negro/a tras ejercer la violencia, inclusión de problemáticas típicas de la comunidad negra como puede ser brutalidad policial, disturbios, drogas, peleas, proxenetismo acompañados de música soul y funky”.
Este movimiento supuso poder introducir todos aquellos personajes y ambientes de las décadas anteriores en el cine más comercial. El Blaxploitation abarcó un nuevo formato, con una visión diferente, nuevas atmósferas fotográficas, de vestuario, etc. Por tanto, se realizaron películas de todos tipo de géneros: terror, comedias, westerns, tragedias, melodramas, etc.
El movimiento terminó en esa misma década debido al agotamiento de la sobreexplotación comercial. Las obras quedaron como una representación de un género necesario, que surgió en el momento de máximo esplendor de una lucha contra el racismo y la desigualdad. El género repercutió especialmente en la música, la cual tuvo más fama y reconocimiento en la década posterior que en el momento de estreno. Además, su estética también se mantuvo en el cine. Spike Lee, en su película Haz lo que debas (Do the Right Thing, 1989), trata los conflictos raciales y la represión de la población negra retomando la esencia del orgullo negro, el cual, gracias al florecimiento del Hip Hop, se mantuvo vivo en la década de los 80. Junto a Spike Lee, se encontraban directores como John Singleton (Boyz n the Hood) y Allen y Albert Hughes (Menace II Society) quienes se centraron en mostrar la vida urbana de estas comunidades en sus películas. Estos directores hicieron uso de elementos del blaxploitation a la vez que incorporaban, de maner implícita, críticas hacia la tendencia que tenía el género a glorificar ese estereotipado comportamiento “criminal”.
Años más tarde, apareció el conocido director: Quentin Tarantino, fanático del género, decidió continuar la temática y los valores políticos originales del Blaxploitation en su película Jackie Brown (1997) resurgiendo a Pam Grier. Sus películas, Pulp Fiction (1994) o Django desencadenado (Django Unchained, 2012), serían ejemplos más recientes que también incluyen elementos del género.
Como todo movimiento, el Blaxploitation obtuvo críticas y sus películas fueron acusadas de perpetuar los estereotipos que tenían los blancos sobre la raza negra, lo cual fue otro de los motivos por los que finalizó el género. Películas como Superfly (Gordon Parks Jr, 1972) o The Mack (Michael Campus, 1973) recibieron grandes críticas, tanto por el estereotipo del protagonista, un “chulo” o “alcahuete”, generalizando esta visión a todos los hombres afroamericanos; como por el retrato de todas las comunidades negras como foco de tráfico de drogas y crimen.
Cabe destacar, que el movimiento del Blaxploitation se limitó a un público adulto. Sin embargo, el racismo no era algo que surgiese de manera espontánea una vez se llegaba a la edad adulta, sino que se forjaba desde la niñez. Y, desgraciadamente, esto sigue pasando hoy en día. Los programas y películas de animación que se creaban para el público infantil de aquella época, también reflejaban estereotipos como los que hemos mencionado en anteriores párrafos.
En la actualidad Disney ha apostado por contenidos más inclusivos, porque es consciente de que la representación importa. Pero antes de todo esto Disney fue racista y reforzó estereotipos a través de sus contenidos audiovisuales. Disney fue y sigue siendo el principal productor y distribuidor de contenido infantil, por lo que su consumo perpetuó esa visión de desigualdad. Fantasía (1940), antes de que fuera censurada, mostraba en una de sus escenas a “Girasol”, un pequeño centauro de piel negra dibujado de manera similar a cómo se maquillaban los actores con el Blackface, que era sirviente de las centauras blancas y bonitas. En la película Dumbo (1941) podemos ver cómo se representa a la comunidad afroamericana sureña como una bandada de cuervos (En España: gitanos), de manera insultante. Se les retrata como malvivientes, aprovechados y maleducados, utilizando una jerga vulgar. Luego está la película Peter Pan (1953) en la que se representan a los nativos estadounidenses con un color de piel rojo intenso, un estereotipo persistente en representaciones ofensivas de nativos americanos, además de los típicos como “salvajes” y “tontos”. En cuanto a estereotipos asiáticos podemos encontrar uno en la película La dama y el vagabundo (1955): los gatos siameses, los malos en la historia, fueron dibujados con rasgos asiáticos y doblados con un acento estereotípico de “mal inglés”. Estos estereotipos fueron reforzados tras la II Guerra Mundial y la Guerra de Corea ya que se les llamaba “La amenaza amarilla”, una amenaza que perturbaba la vida tranquila de los estadounidenses, similar a lo que ocurre en la película cuando los gatos entran en la casa.
Por último, una película más reciente pero que aún contiene ciertos resquicios del pasado de Disney sería Mulán. Si bien es cierto que la película es reivindicativa para el tema del feminismo, no fue muy bien recibida dado que se volvió a reforzar el estereotipo de color: los villanos contaban con un color de piel más oscuro que el de los héroes.
Quizás producciones como Coco y Vaiana signifiquen un cambio de ruta para la compañía. No obstante, la sombra de sus errores previos ya se ha extendido sobre múltiples generaciones.
