Resumen de “Integración De Las Energías Renovables No Convencionales En Colombia”
A nivel mundial, la proporción de la energía procedente de combustibles fósiles frente a la energía proveniente de fuentes renovables es de aprox. 81% vs. 19%. Según esto, y con el fin de reducir la notable dependencia de las principales economías al consumo de combustibles fósiles, durante estas últimas décadas se ha empezado a trabajar en un proceso de transición para aumentar el uso de energías renovables.
Esta transición se une a la necesidad de mitigar el cambio climático ya que permite, entre otros beneficios, la reducción de la emisión de gases efecto invernadero. Así mismo, el óptimo aprovechamiento de las fuentes de energía renovables permite el aumento del costo-beneficio en la producción energética para las economías emergentes.
A raíz de esto, países como Estados Unidos, China, Alemania, Japón y Brasil se están convirtiendo en precursores en el desarrollo de tecnologías para la generación de energía eólica, solar, hidráulica, geotérmica y de biomasas; logrando de esta manera la diversificación de su canasta energética. En el contexto nacional, aunque Colombia cuenta con una matriz energética relativamente amplia tanto en combustibles fósiles como renovables, su consumo energético todavía depende en un 78% de recursos no renovables de origen fósil, recursos cuyas reservas se prevén que abastecerán la demanda energética hasta 7 años para el caso del petróleo, 15 años el gas natural y 170 años el carbón. Según esto, el uso de energías renovables constituye una alternativa para abastecer la demanda prevista en el futuro, sin tener que recurrir a importaciones de combustibles fósiles. De igual manera, incorporar estos recursos y nuevas tecnologías a la canasta energética nacional, tales como energía eólica, solar, geotérmica y la electricidad a partir de biomasa; permitiría disminuir la dependencia de fuentes tradicionales hidroeléctricas y fósiles, las cuales se ven afectadas por el cambio climático, la volatilidad de precios y la escasez a nivel mundial.
Hasta el momento, Colombia no había desarrollado planes específicos para la integración de Fuentes No Convencionales de Energía Renovable (FNCER), a diferencia de países latinoamericanos como Brasil, Ecuador, México, Chile, entre otros. Esto se debía fundamentalmente a que Colombia cuenta con un sistema eléctrico cuyos niveles de emisiones de gases son bajos y tiene recursos suficientes para abastecer su demanda a corto plazo, como posibles yacimientos de petróleo y gas no explotados, lo que le permiten tener la tranquilidad de no tener que acudir a otros recursos y tecnologías. Sin embargo, gracias a las tendencias en la reducción de costos y la presencia de proyectos de inversión novedosos para el país, ya se ha comenzado a incorporar las bases para acoger estrategias en el desarrollo de FNCER. Igualmente, expertos internacionales, establecen los siguientes motivos para la adopción de estas nuevas fuentes renovables:
Riesgo asociado a la energía hidroeléctrica
La alta dependencia frente a los recursos hidroeléctricos puede traducirse en un futuro, en escasez dichos recursos, como lo son los embalses o plantas hidroeléctricas, y el incremento de precios de esta clase de energía. Estudios recientes proyectan que, a raíz del cambio climático, la vulnerabilidad a las sequias aumentara significativamente en Colombia. Esta situación la han vivido otros países que también dependen de sus plantas hidroeléctricas, como Uruguay, que ha instalado sistemas de FNCER para evitar las fluctuaciones de los precios en los combustibles fósiles, así como el riesgo a causa del incierto comportamiento del clima. Igualmente, países nórdicos como Suecia, Noruega y Finlandia han llevado su energía hídrica a otro nivel con la aplicación efectiva de fuentes renovables (como enérgica eólica y solar). En el caso de Colombia, algunos estudios y planes de expansión de la UPME (Unidad de Planeación Minero-Energética), que resultan de mediciones de viento en zonas como la Alta Guajira, han demostrado que el país cuenta con entornos favorables para balancear la energía eólica e hídrica, permitiendo que en un futuro Colombia pueda implementar políticas estratégicas para mitigar riesgos provenientes de la dependencia a la energía hidroeléctrica.
Aumento en los precios de la electricidad y el gas natural
A continuación, se muestra una gráfica donde se evidencia la tendencia de los precios de energía eléctrica en bolsa durante el 2000 al 2014.
Los datos de la figura demuestran que en los últimos años el precio de la energía eléctrica ha tenido un comportamiento sostenido al alza, alcanzando precios aproximados de 500 COP/kWh.
El aumento de los precios en el mercado puede atribuirse a los pagos de confiabilidad de los contratos spot de combustibles como el gas natural, estos contratos deben asegurar un precio determinado sin que se vea afectado por la volatilidad de los precios de la bolsa. A esto se le suma que la mayoría de dichos contratos está finalizando su vigencia por lo que se presupuesta una provisión de los futuros contratos y los respectivos pagos de confiabilidad mucho más alta y costosa que los anteriores años. Por otro lado, Colombia está construyendo una planta de regasificación de gas natural para proveer generadores en el norte del país, lo cual se espera que genere un aumento en la demanda interna superando la oferta y por consiguiente aumentando el precio de este suministro eléctrico.
Pese a que el Gobierno Nacional ha trabajado para aumentar la generación de energía eléctrica necesaria para suplir la demanda futura, a partir de proyectos que involucran el uso de carbón para evitar el riesgo del precio del gas y la baja de hidrología, se evidencia la necesidad integrar las soluciones como el uso de recursos alternativos renovables al mercado de capitales y de esta manera presionar la baja de los contratos spot (gracias a la disminución de costos de energía eólica, solar o geotérmica).
Oportunidad de desarrollo económico
Algunos países adoptan las energías renovables para aumentar sus índices de crecimiento y desarrollo económico. Por ejemplo, países como Arabia Saudita usan la aplicación de nuevas tecnologías con recursos renovables para posicionar su economía en los mercados internacionales y convertirse en lideres exportadores de dichas tecnologías. Así mismo, este nuevo sector puede generar más empleos y mejores condiciones para que las industrias locales sean competitivas en mercados internacionales. De acuerdo con esto, Colombia podría generar un impulso en su desarrollo económico con la implementación estratégica de energía renovables.
Tendencia de precios de la energía renovable
Varios estudios a nivel internacional han encontrado que la implementación de energías renovables (como la solar FV, eólica y geotérmica) genera un aumento en la productividad y una disminución en los costos de producción lo cual podría significar precios más competitivos y posicionamiento en el mercado. Por lo que se recomienda que el Gobierno de Colombia encamine sus esfuerzos al fomento de nuevas tecnologías y marcos normativos y regulatorios que integren el uso de energías renovables.
Referencias
- Unidad De Planeación Minero-Energética – UPME (2015). “Integración de las energías renovables no convencionales en Colombia” (Convenio ATN/FM-12825-CO). Bogotá: MINISTERIO DE MINAS Y ENERGÍA.